viernes, 29 de marzo de 2011
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Practicar Directamente la “No-Mente”
Conferencias budistas
Por el maestro Chan Sheng Yen

Un extracto de una conferencia impartida por el maestro Chan Sheng Yen al sangha monástico en la Montaña Tambor del Dharma, Taiwán, el 17 de junio de 2007. Traducida por el venerable Chang Wen y editada por Antonio Hsieh.

Hoy, me gustaría presentar a todos ustedes cómo podemos practicar el Chan en la vida cotidiana. La práctica de la concentración meditativa (chan ding, en chino) puede dividirse en cuatro etapas: uno comienza teniendo una mente dispersa, y pasa a una mente concentrada, luego a una mente unificada, y por último a la no-mente. Sin embargo, el método de la escuela Chan china radica en realizar un esfuerzo e ir directamente a la cuarta etapa. No importa si uno previamente tenía una mente concentrada, o una mente unificada; uno comienza directamente con la no-mente. Todos sabemos que una mente dispersa es cuando hay muchos pensamientos vagabundos. Comenzamos la práctica desde esta mente dispersa, y luego salteamos las etapas intermedias de la mente concentrada y unificada, hasta entrar directamente en la no-mente. Esto es llamado el Chan de la “iluminación repentina.”

¿Cómo es posible alcanzar la no-mente a través de saltear los estados de la mente concentrada y la mente unificada? Los antiguos meritorios (los maestros Chan de la dinastía Tang, hasta el venerable maestro Xuyun) todos hablaron de esta manera y abogaban por este método.

El método puede dividirse en dos niveles; el primero es un estado de la “mente dispersa.” En este estado nuestra mente es simplemente engañosa. Podríamos pensar que no estamos trabajando sobre el método, o que no somos capaces de adquirir ninguna fortaleza del método. En este momento, ¿qué deberíamos hacer? Incluso una persona que sea incapaz de contar la respiración, simplemente incapaz de calmar la mente, podría practicar directamente la no-mente. Esto se refiere a:

“Cuando surgen los pensamientos, simplemente estáte conciente de ellos, con la conciencia de los pensamientos, estos desaparecen.”*

*Esta cita puede verse en varios lugares dentro de los registros Chan. Algunos de los notables textos son: “Los Tres Principios del Chan” por el Maestro Zongmi, “Contemplando la Mente” por el Maestro Hanshan, y “Una Guía al Chan Sentado” por el Maestro Changlu. Todos tienen el mismo significado general (con ligeras variaciones en las palabras): con la conciencia de pensamientos [engañosos], estos pensamientos desaparecen instantáneamente.

En todo momento, uno puede practicar de esta manera. ¿Cuál es el significado de “cuando surgen los pensamientos”? Ahora mismo, tu mente dispersa es la mente engañosa, la cual es solo pensamientos vagabundos. Estos pensamientos aumentan y disminuyen en un frenesí mental, ya que estas pensando de una manera muy al azar y caótica. A esto le llamamos “pensamientos vagabundos volando en el desorden.” En este estado, no estamos conscientes de que son pensamientos vagabundos; sólo sabemos que no somos capaces de asentar nuestra mente.

Deberíamos estar conscientes de que son pensamientos vagabundos, conscientes de cómo surgen o aparecen. Ponemos atención a los pensamientos vagabundos y sabemos lo que estamos pensando. Cuando no estamos poniendo atención, cuando no nos preocupamos de ellos, estos pensamientos vagabundos continúan por siempre. Sin embargo, una vez que somos conscientes de cómo los pensamientos surgen y qué tipo de pensamientos son, se detienen inmediatamente. Esto es a lo que se refiere “con la conciencia de los pensamientos, estos desaparecen.”

“Cuando surgen los pensamientos, simplemente estate consciente de ellos” se refiere a estar consciente de que hay pensamientos vagabundos. Cuando estemos conscientes de que hay pensamientos vagabundos, inmediatamente nos habremos apartado de ellos, y entonces, en ese momento, ya no existirán. Deberíamos practicar de esta manera en todo momento. Sin embargo, no es posible que tan pronto como practiquemos alcancemos la iluminación. Más bien, deberíamos practicar incesantemente. Cuando haya pensamientos vagabundos, sólo saber que los hay y no molestarse con ello. Cuando surja el pensamiento siguiente, sólo deberíamos decir nuevamente, “sé que estos son pensamientos vagabundos y no voy a seguirlos.” De esta manera, te habrás alejado de estos pensamientos vagabundos, y los habrás dejado atrás.

Al momento siguiente, si los pensamientos vagabundos aún surgieran, deberías continuar usando este método de “cuando surgen los pensamientos, simplemente estate consciente de ellos.” Saber que estos son pensamientos vagabundos, y luego inmediatamente dejarlos atrás. Si cuando tienes pensamientos vagabundos estás continuamente regodeándote en ellos, ni queriendo estar consciente de ellos ni queriendo alejarte de ellos, luego estarás por siempre en medio de estos pensamientos vagabundos, ¡sin esperanza de dejarlos atrás! De manera que cuando haya pensamientos vagabundos, deberíamos practicar “cuando surgen los pensamientos, simplemente estar consciente de ellos; con la consciencia de ellos, desaparecen.” Este es el primer nivel.

El segundo nivel es “apartarse de todos los pensamientos, y dejar ir toda condición de enredo.” Puesto que en todo momento estás consciente de estos pensamientos vagabundos y los dejas ir, no deberías encontrarte envuelto en ellos o arrastrado por ellos. Esto es “Cuando surgen los pensamientos, simplemente estar consciente de ellos.” Después de estar consciente de ellos, no deberíamos involucrarnos en ellos pensando: “¿En qué estaba pensando justo ahora? Me pregunto si lo pensaré nuevamente...” No te molestes con nada de esto, sólo deja de lado los pensamientos vagabundos. En este momento, sólo “dejar ir todas las condiciones de enredo;” deja que todas las circunstancias interiores y exteriores existan. De esta manera, entrarás muy rápido en el estado de no-mente.

Puesto que ya has dejado de lado todas las condiciones, eres capaz de no generar pensamientos vagabundos; sin generar pensamientos vagabundos, eres capaz de dejar de lado todas las condiciones. De manera que los pensamientos que anteriormente estaban en la mente han desaparecido, y no se genera la mente aferradora. Puesto que no hay pensamientos vagabundos o aferramiento, el siguiente pensamiento no surgirá. En este momento, uno estaría en un estado de no-mente.

En esta condición de no-mente, la mente previa no existe y la mente siguiente no surgirá; no hay pensamientos (ni pensamientos dispersos ni pensamientos vagabundos). Esta condición es un estado superficial de no-mente.

Bueno, esto es “¡práctica repentina, iluminación repentina!” Todos esperaban poder alcanzar la iluminación repentina a través de la práctica repentina, pero no sabían que existe tal puerta del Dharma. Normalmente, estamos regodeándonos en nuestros muchos pensamientos vagabundos; ignorándolos completamente, y no deseamos apartarnos de ellos. En ese caso, no hay esperanza de iluminación.

Cuando ni surge el pensamiento previo ni se genera el siguiente, esto es “no-mente.” Esto sólo significa que cuando el pensamiento previo no surge, ni se generan pensamientos vagabundos, entonces dejas de lado todas las condiciones de modo que no se generan pensamientos vagabundos. El venerable maestro Xuyun le dio un nombre a este estado, llamándolo “Sin que surja ni un solo pensamiento, dejar de lado todas las condiciones.” Cuando ni siquiera un solo pensamiento surge, nuevamente has dejado de lado todas las condiciones.

“Todas las condiciones” significa que en el momento siguiente empiezas otra vez a pensar en esto y aquello, y aparecen nuevamente otros pensamientos. De manera que si los pensamientos aparecen nuevamente, ¿qué deberíamos hacer? Simplemente empezamos otra vez desde el primer nivel, “Cuando surgen los pensamientos, simplemente estar consciente de ellos; estando consciente de ellos, desaparecen.” Luego sigues con “Sin que surja ni un solo pensamiento, dejar de lado todas las condiciones.” Incesantemente, continuamente utilizas estos dos niveles de práctica.

Cuando hay pensamientos vagabundos, no podemos decir que esto es “Sin que surja ni un solo pensamiento,” puesto que los pensamientos ya han aparecido. Sin embargo, cuando uno es capaz de descubrir que hay pensamientos vagabundos, estos pensamientos desaparecen inmediatamente. Por ejemplo, cuando vemos la oscuridad, quizás no sabemos que es oscuridad. Sin embargo, cuando encendemos la luz, sabemos inmediatamente lo que son la oscuridad y la luz. Tan pronto como la luz aparece, la oscuridad desaparece; esto significa “estando consciente de ellos, desaparecen.”

“Cuando surgen los pensamientos, simplemente estate consciente de ellos, estando consciente de los pensamientos, desaparecen. Sin surgir ni un solo pensamiento, dejar de lado todas las condiciones.”

Si practicamos así continuamente e incesantemente en nuestra vida cotidiana, estaremos practicando el Chan.

Al practicar la concentración meditativa (de etapas graduales) hay un cierto proceso. El Chan es el método repentino a la iluminación; sin embargo, no hay mención de ningún método para cultivar la concentración meditativa. Por ejemplo, los niveles de la “mente dispersa,” la “mente concentrada,” la “mente unificada,” y la “no-mente,” son etapas que yo las he designado así. Los maestros ancestrales de la antigua China no hablaban de ningún método en donde uno progresa por niveles. Sin embargo, he descubierto que la cultivación de estos eminentes maestros realmente no carece de niveles.

Los niveles de práctica comenzaba con “Cuando surgen los pensamientos, simplemente estate consciente de ellos, con la conciencia de los pensamientos, estos desaparecen.” Después, cuando los pensamientos surjan nuevamente, inmediatamente estate consciente de ellos. Luego, cesarán. Cuando no hay ningún pensamiento en tu mente, como en “sin surgir ni un solo pensamiento,” simplemente no des lugar a ningún otro pensamiento. En este momento, no estás aferrándote a nada ni a ninguna condición, ya que tan pronto como te aferras a alguna condición, surgen los pensamientos. Este es el método con el cual los maestros, desde los tiempos antiguos hasta el venerable maestro Xuyun, enseñaban a las personas.

Ahora quiero decirles a todos ustedes: esto es lo que deberíamos esforzarnos por practicar en la vida cotidiana. Sin embargo, para practicar esto, no siempre tenemos que estar sentados en el cojín en la Sala del Chan.

Sabemos que a lo largo de su vida, el venerable maestro Xuyun no dedicaba mucho tiempo en la Sala del Chan. Puesto que emprendió el camino espiritual, dedicó la mayoría de su tiempo a practicar austeridades, viajando a pie, reconstruyendo monasterios y liberando extensamente a los seres sensibles. No hay muchos registros de él residiendo en la Sala del Chan. También está el maestro Laiguo del Monasterio Gaomin en Yangzhou, quien dedicó su vida a construir monasterios y mantener lugares de práctica, todo por el bien de los seres sensibles. El maestro Chan Baizhang propuso “Un día sin trabajo es un día sin comida.”

Para practicar el Chan, no tenemos que estar continuamente haciendo la meditación sentada, todo el día y toda la noche, o todo el año. En el Sutra de Vimalakirti, cuando Shariputra se encontraba tan oculto en el bosque sentado pacíficamente en meditación, el Bodhisattva Vimalakirti le regañó diciendo: “Tu meditación es inúltil.” En la historia de la escuela Chan, este tipo de relato ha estado evolucionando desde entonces, como en los períodos anterior y posterior al maestro Chan Mazu Daoyi, en donde hubo muchos ejemplos donde las personas fueron regañadas por sentarse en meditación. Sin embargo, el ejemplo en el Sutra de Vimalakirti es el mejor.

Escuchen todos ustedes, no piensen que no tienen suficiente tiempo para pasar en meditación sentada. Podrían pensar que están ocupados todo el día, haciendo esto y aquello, y no tienen ningún tiempo para practicar. En realidad, sus mentes deberían estar unificadas con el trabajo que realizan. Cualquier cosa que estén haciendo, la mente sólo está haciéndola (sin ningún pensamiento vagabundo o disperso). Si pueden hacer esto, entonces estarían practicando el Chan. Si por otro lado, están haciendo una cosa, y sus mentes están haciendo otra cosa (pensando en todo tipo de cosas de una manera casual y caótica) entonces ciertamente no estarían practicando.

Cuando comemos, sólo comemos; esto es práctica. Cuando estamos trabajando, esto también es práctica. Es como lo que dijo el maestro Chan Baizhang: “Un día sin trabajo es un día sin comida.” Cuando estamos durmiendo, esto también es práctica. Dentro de las veinticuatro horas del día, no hay ningún momento que no se considere práctica.

Si estamos habitualmente llenos de aflicciones e irritables en nuestra vida cotidiana, siempre pensando que hay algo de malo en otras personas, y que hay algo de malo en esto y aquello, o que los demás siempre están aprovechándose de nosotros, y que otras personas están en conflicto con nosotros. Nos sentiríamos increíblemente infelices, casi como si estuviéramos en el infierno. Esto es porque no estaríamos practicando. Si estuviéramos practicando, no importa lo que estuviéramos viendo, sería agradable para los ojos, agradable para los oídos, agradable para la mente (estaríamos muy felices). De esta manera, estaríamos realmente practicando, si no, pensaríamos que siempre hay algún tipo de contradicción, o molestias, infelicidad y sentimiento de estar restringidos. De esta manera, nos encontraríamos en un lío terrible.

El Bodhisattva Avalokitesvara tiene otro nombre llamado “Contemplando la Libertad” (Guan Zizai, en chino). Aunque ella está increíblemente ocupada, siempre a la búsqueda de los seres sensibles que están sufriendo y respondiendo a sus necesidades, ella aún está tan a gusto, y de ahí el nombre “Libertad” que se le da. Para aquellos monásticos quienes realmente saben cómo practicar, están verdaderamente felices, libres, a gusto y llenos de alegría del Dharma; tomando la felicidad del Chan como nutriente. Por lo tanto, todos ustedes deberían tener confianza en que el Chan se encuentra en la vida cotidiana.