viernes, 29 de marzo de 2011
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El Despertar de la Manía de la Lotería
Conferencias budistas
Por el maestro Sheng Yen

Recientemente, la lotería ha provocado bastante revuelo en Taiwán. Desde el punto de vista público, la lotería sirve dos funciones: La primera es una forma de entretenimiento y un pasatiempo. En vacaciones y fiestas, por ejemplo, comemos, bebemos y gastamos un poco de dinero para jugar a la lotería. También Las personas pueden hacer uso de su tiempo, lo cual es sano.

Otra función que la lotería sirve es el juego. Puesto que puede hacer que la gente se vuelva adicta, es muy insano. Si tratamos al juego como una profesión, no sólo podríamos arruinar a nuestras familias y a nosotros mismos, sino también podríamos dañar a la sociedad. Cuando las personas eligen no dedicarse a la producción sino a la especulación y tratar de ganar dinero ilegalmente; esta psicología del jugador (basada en la casualidad) provocará el surgimiento de fraudes e impactará negativamente en la sociedad. Viendo la lotería desde los dos puntos de vista arriba mencionados; si las personas pudieran jugar sólo para divertirse, no gastar mucho dinero y considerarla desde una perspectiva caritativa, entonces el comprar un billete de lotería para ayudar a las minorías no sería tan mala idea.

Sin embargo, no podemos descuidar el hábito del juego inherente en la sociedad de Taiwán. A partir de las experiencias pasadas de la Lotería Patriota y de la Mark 6, muchas personas abandonaron su trabajo en la víspera del día de la lotería. Al mismo tiempo, las personas eran supersticiosas de la “mano ganadora”. Aunque parecía que no creerían en lo religioso, andaban por ahí averiguando sobre la mano ganadora de Dios. Si de algún modo conseguían que el Dios les mostrara la “mano ganadora”, sólo expresaban su agradecimiento de manera simple. No obstante, si la “mano ganadora” perdía, se enfadaban y descargaban su ira sobre la estatua, empleando la violencia para destruir su Dios. Tal nivel de adicción era muy insano. A partir de esto, podemos ver que la psicología del juego de Taiwán es fuerte. Por lo tanto, no es aconsejable que la lotería se convierta en un hábito de juego.

Desde el punto de vista gubernamental, el gobierno no debería alentar el juego. En el pasado, algunos legisladores aconsejaron el establecimiento de casinos en islas cercanas a la costa de Taiwán. Siempre he estado en contra de dichos comentarios. Estas personas pensaban que aunque el gobierno estaba prohibiéndolo, las personas aun jugarían a escondidas. Por lo tanto dijeron “deberíamos coordinar casinos y dejar que el gobierno los administre”. Pero este fue un dicho sin fundamento, ya que habría menos víctimas si el juego funcionara a escondidas. Si el gobierno lo alienta públicamente, habrá muchas más víctimas. Es como legalizar las drogas, este acto generará más impuestos para el gobierno pero conducirá a la caída del país. Por lo tanto, esta no es una política aconsejable.

La sociedad de Taiwán posee un amor por el juego. Si se abrieran los casinos, muchas personas que antes no eran jugadores finalmente se convertirían en jugadores. La productividad del país bajaría, el orden social se degradaría y el número de criminales aumentaría. Por lo tanto, a pesar de las razones sociales o religiosas, estoy en contra del juego. Taiwán debería alentar la producción en lugar del juego.

La lotería es un tema similar. Si el gobierno alienta la lotería basado en el ingreso generado por los propósitos caritativos, esta no es una causa noble ya que el alentar la compra de lotería equivale a alentar a las personas a jugar. Esto es una pérdida para la sociedad y una pérdida aún más grande para el país. Aunque el gobierno pueda generar ingresos del comercio de la lotería, la sociedad debe pagar un costo más alto. Entonces, desde el punto de vista del puro entretenimiento y el costo que éste genera en la sociedad, el hecho de recaudar impuestos del entretenimiento realmente no tiene mucha importancia.


Además, las oportunidades para ganar son realmente bajas. Aunque el primer premio sea considerable, la probabilidad de elegir los números ganadores es remota. Algunas personas gastan decenas de miles en la lotería, pero sólo ganan algunos miles. ¿Merece esto la pena? Particularmente aquellas personas que son supersticiosas y piden que el Dios les muestre la “mano ganadora” y les haga saber cual es el lugar de apuestas que tiene una mayor probabilidad de ganar. Esto es realmente supersticioso e irracional. Por lo tanto, a pesar del gobierno o del público en general, deberíamos calmarnos en esta locura de la lotería.
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