viernes, 29 de marzo de 2011
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Protegiendo el Ambiente Espiritual
Conferencias budistas
El estado de nuestra mente tiende a ser susceptible a las tentaciones y los estímulos del entorno, creando así fluctuaciones emocionales, desde sensaciones incómodas hasta la pérdida del dominio de sí mismo. Si uno emplea las medidas de protección del ambiente espiritual cuando surgen las situaciones, puede simplemente mantener la calma y la estabilidad interna, o ir más profundamente para liberarse y estar a gusto.

Según los principios de la protección del ambiente espiritual, todo el mundo debería mantener el equilibrio y la estabilidad en tres niveles, a saber, en su desarrollo físico, mental y espiritual. Esto es comunmente conocido como un cuerpo, una mente y un espíritu sanos. Sin embargo, muchas personas solo están preocupadas por su salud física, ignorando el estado de su salud mental y, más especialmente, descuidando las prácticas espirituales requeridas para mantener la ecuanimidad. Por consiguiente, uno puede actuar con espontaneidad y gran garbo bajo circunstancias favorables como si todo tuviera solución, pero frente a la adversidad, solo gemirán y se quejarán, incluso sin saber cómo enfrentarse cada uno consigo mismo. Es a través de la práctica continua de la “protección del ambiente espiritual” que uno puede mantener la ecuanimidad en situaciones tanto favorables como adversas.

¿Cómo cultivamos este estado de mente sana y madura? Hay cuatro pasos:

1. Al enfrentarnos a las situaciones, debemos hacer evaluaciones positivas, y evitar predicciones negativas.
2. Debemos ser capaces de mantener pensamientos contrarios, como permanecer humildes ante el éxito, y mantenernos positivos en medio del fracaso.
3. Debemos mantener el control por medio de la moderación y la automotivación en todos los asuntos.
4. Independientemente del éxito o el fracaso, debemos desprendernos de todos los intereses y deseos egoístas, y dedicarnos a asumir la responsabilidad de beneficiar a todos los seres sintientes.

Además, ¿cómo ponemos en práctica la protección del ambiente espiritual? Podemos utilizar como código de conducta el principio de "la bondad y la compasión no tienen enemigos"; y "la sabiduría no engendra aflicciones". Esto significa que un corazón compasivo no creará enemigos; si podemos considerar a todos los organismos vivos de este mundo como nuestros amigos y miembros de la familia, seremos capaces de protegernos tanto a nosotros mismos como a nuestro ambiente externo. Cuando todos nosotros podamos proteger nuestro ambiente espiritual interno, tendremos menos preocupaciones y aflicciones, alcanzando así el estado de protección del ambiente espiritual.

Maestro Sheng Yen, extraído de Sabiduría para Aplicar en la Vida Diaria (Ren Jian Shi, en chino)