sábado, 20 de abril de 2011
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Los Cuatro Elementos
Conferencias budistas
Conferencia impartida por el maestro Sheng Yen sobre el Surangama Sutra el 14 de junio de 1987.

En esta sección del Surangama Sutra, aprenderemos acerca de los cuatro elementos. En la cultura china, hay dos definiciones completamente diferentes de los cuatro elementos. La mayoría de los chinos sólo conocen una de ellas: bebida, mujeres, dinero y cólera. Puedes encontrar estos en las novelas y comedias chinas, y no tienen nada que ver con los sutras. Los cuatro elementos según los sutras budistas son tierra, agua, fuego y aire.

En chino estos elementos son literalmente llamados los cuatro “grandes.” En la definición más popular, realmente no hay razón para considerar los elementos grandes, debido a que llevan a la gente a realizar karma de una naturaleza muy seria. Desde esta perspectiva, quizás, es correcto llamar a estos elementos grandes, en que son enormemente peligrosos. Un monje debería ver los elementos populares como vacío, quiere decir, sin la sustancia verdadera e invariable; sin verdadero significado. ¿Por qué es esto?

Bebida: Cuando estás borracho, pierdes el control de ti mismo. Puedes cometer asesinatos u otros actos malos. Esto es por lo que los monjes tienen prohibido beber.

Deseo sexual: Esto se refiere a las “mujeres” cuando se relacionan con los monjes, y los “hombres” cuando se relacionan con las monjas. ¿Qué pasa cuando la Sangha rompe los preceptos? Eso crea escándalos, que a veces terminan por aparecer en el periódico. Un escándalo sexual hizo que Gary Hart perdiera la elección presidencial. Su carrera política fue arruinada. No era monje, pero si él lo hubiera sido, habría sido peor.

Dinero: Los monjes y las monjas no deben acumular riqueza. Si un monje alardea de cuánto dinero tiene, o la cantidad de su línea de crédito, no sería un monje.

Cólera: Los monjes deben ser compasivos. Un monje debería estar preparado para aceptarlo y tolerarlo todo. Debería mantener un comportamiento amable, así las personas alrededor de él se sentirán cómodas. Por supuesto que hay varias deidades y Bodhisattvas que a veces son representados en expresión airada. Los monjes, igualmente, podrían manifestar enfado para ayudar a los seres sintientes. Sin embargo las deidades airadas no aparecen en forma de monje, son diferentes. Si un monje asume una apariencia enfadada, no deberías tomar su foto.

Recientemente durante la celebración del nacimiento del Buda, muchas personas me tomaron fotos con sus familiares y amigos. En todas estas fotos, puedes ver que estoy sonriendo. Si yo manifestara enfado, la gente no se acercaría a mí. En los retiros Chan yo podría manifestar enfado, pero no permitimos tomar fotografías.

Es más fácil explicar por qué los elementos, como se ven en la tradición budista, son llamados “grandes”. Tomados todos juntos, tierra, agua, fuego y aire explican todo en el mundo, incluyendo el ambiente y nuestros cuerpos.

Para ser completo, sin embargo, tenemos que incluir dos elementos adicionales. El quinto es la vacuidad. El carácter chino para la vacuidad también significa el espacio vacío, y ambos significados están indicados en el quinto elemento. La vacuidad indica que los primeros cuatro elementos son vacíos de cualquier existencia real. El espacio vacío significa que los primeros cuatro elementos deben tener un foco para combinar y formar el mundo que vemos alrededor de nosotros. El sexto elemento es la conciencia, que es el único elemento que abarca el reino mental.

Categorizamos estos elementos en lo interno, refiriéndose a nuestros cuerpos, y lo externo, refiriéndose al mundo exterior.

Vamos a hablar primero del cuerpo. ¿Qué elemento piensas que forma nuestro pelo, nuestros dientes, nuestros músculos y huesos, y nuestro sistema nervioso? Tierra. El elemento líquido es sangre, orina y saliva. Incluso la grasa del cuerpo puede ser del elemento agua.

Un cuerpo muerto se enfría incluso en verano. Esto quiere decir que el cuerpo viviente contiene un elemento fuego, que lo mantiene caliente incluso en el frío invierno. No podemos identificar ninguna parte del cuerpo con el elemento del calor, pero sabemos que existe.

La respiración está relacionada con el aire. Hay un relato en los sutras que cuenta cómo el Buda preguntó una vez a sus discípulos: “¿Cuánto tiempo piensas que dura tu vida?” Alguien respondió, “la persona normal vive cincuenta años.” Algunas personas contestaron veinte años. Entonces un discípulo dijo: “Ayer vi a un hombre muy saludable, pero hoy está muerto. Así la vida dura sólo un día.” Al final un discípulo dijo: “La vida puede terminar en cualquier momento. La vida es tan larga como el” lapso de una respiración”; sin la siguiente respiración, estás muerto.” Finalmente, el Buda asintió con la cabeza.

Sin el elemento aire, no puede haber vida. Un estudio reciente dijo que la persona normal muere en tres minutos si deja de respirar. Un maestro de Tai Chi demostró que podía aguantar la respiración por seis minutos. Tal capacidad es rara. Pocos de nosotros podríamos aguantar más de cuatro minutos.

Una vez uno de mis discípulos estaba empleando el método de práctica de contar la respiración. Él dijo: “Sería mucho más fácil para mí si pudiera simplemente abandonar la respiración, entonces no tendría que contar más.” Yo respondí: “No puedo ayudarte con eso.”

El corazón bombea la sangre a través del cuerpo pero, ¿cómo puede hacerlo? En China esto lo atribuimos a Chi, literalmente, “aire.” Normalmente las personas que practican la meditación descubren que mejora su Chi.

Los cuatro elementos externos: Todo lo que está alrededor de nosotros puede dividirse en estas cuatro categorías. Oro, diamantes, zafiros, rubíes y demás joyas preciosas son del elemento tierra. Por supuesto, rocas, ladrillos, bases, corteza de árbol, trigo seco, soja también son del elemento tierra. En la clasificación budista, todas estas cosas, tanto preciosas o comunes, no son diferentes una de otra.

Una vez hablé sobre los poderes sobrenaturales: Algunas personas pueden señalar una roca y transformarla en oro. Las personas de la audiencia me preguntaron si podría decirles más.

Dije: “Realmente eso depende de la persona. Hay varios niveles de realización. Hay algunos que pueden tocar una piedra y transformarla en oro sólo momentáneamente. La piedra se convierte en oro, pero inmediatamente vuelve a su estado original. Otros pueden transformar una piedra en oro por un día, un mes, o un año. Las deidades y Arhats pueden transformar una piedra en oro por cien años o más. Un Buda transforma una piedra en oro para siempre.”

Los mantras particulares desarrollan la capacidad de cambiar las piedras en oro temporalmente. Esto podría hacerte famoso y las personas pensarían que tus logros son más grandes que lo que son realmente, pero serías un impostor. En la antigua China se decía que había un grupo de personas que lograron dominio de este arte. Engañaron a muchas personas.

Esto no es nada más que cambiar un elemento tierra a otro. El elemento no ha cambiado, a pesar de que pueda parecer diferente. Una piedra todavía es una piedra, aunque alguien ha empleado su mente para hacerla aparecer como oro. Una realización aún más grande es hacer algo de la nada, o hace que algo deje de existir.

Una vez había dos personas que viajaban a pie. Uno había desarrollado los poderes transformadores y el otro todavía no. Llegaron a un río profundo y amplio que bloqueaba el camino. No había barcos o puentes alrededor y deseaban cruzar el río. Así que aquella persona que tenía poderes sobrenaturales recogió una hoja, la sopló, y dijo: “Esto será nuestro barco.” Su compañero miró y vio de repente un barco en lugar de la hoja. De modo que salieron en barco. Luego, el hombre con el poder sobrenatural se sintió cansado, por lo tanto se acostó y dejó que su amigo guiara el barco. Tan pronto como comenzó a dormirse, el barco volvió a ser una pequeña hoja. El otro hombre empezó a gritar a su amigo que estaba durmiendo, quien inmediatamente se despertó, enfocó nuevamente su mente, y volvió a transformar la hoja flotando en un barco. Los poderes sobrenaturales no cambian la naturaleza esencial de las cosas.

El elemento agua: Cualquier cosa que tenga la capacidad de mojar – el vapor de agua, lluvia, ríos, el océano. Las personas y los animales necesitan agua para sobrevivir. El agua ayuda a las plantas a crecer. Con rayos del sol, los árboles crean oxígeno que sustentan la vida. Sin embargo, demasiado de cualquier elemento es fatal. Las grandes inundaciones y los incendios forestales son, por supuesto, muy destructivos.

Tierra, agua y fuego son cosas visibles y materiales. ¿Es el aire también material? En el vacío, o en el espacio exterior, no hay aire. El aire es el flujo de materia gaseosa y por consiguiente es material.

Una vez alguien me propuso esta extraña idea: los huracanes son una manifestación del enojo que sienten los peces cuando ellos son atrapados. Sus espíritus no tienen la oportunidad de ser liberados, por lo tanto viajan alrededor del mar causando con ira temporales y huracanes para vengarse. Si los monjes budistas cantan oraciones y recitan mantras, debería haber menos huracanes. ¿Qué piensas? ¿Es razonable esta teoría?

Alguien de la audiencia: “A mí no me parece razonable. Hay algunos océanos donde ocurren considerablemente más huracanes que otros. El Océano Pacífico es más tormentoso que el Océano Indico.”

Shih-fu: Aparentemente, hay menos pesca en el Océano Indico. O podría ser que hubiera mucha más pesca en el Océano Indico, pero los indios trabajaran diligentemente para liberar a los espíritus de todos los peces. En realidad, esta no es la teoría más convincente del mundo. El Budadharma, sin embargo, trata de esta pregunta de dos maneras. La primera, los desastres naturales tales como tifones, inundaciones, y grandes incendios son la consecuencia del mal karma colectivo de los seres sintientes.

La segunda, el quinto elemento, la vacuidad, es importante comprender la naturaleza de tales catástrofes. Si tenemos apego a un sentido del yo, realizamos acciones motivadas por aflicciones, y experimentamos la retribución kármica de estas acciones. Por el otro lado, si estamos liberados del apego al yo, no hay retribución kármica porque no hay un yo que pueda experimentar esa retribución. No hay miedo al desastre, no hay miedo a la muerte. Todo lo que queda son los cuatro elementos, y ¿qué daño puede provenir de la interacción de los cuatro elementos, uno con el otro?

Si los cuatro elementos parecen reales para ti, experimentarás la consecuencia de tus acciones previas y las aflicciones te seguirán día tras día dondequiera que vayas. Por el otro lado, tan pronto como percibas los cuatro elementos como vacíos, estás liberado de todas las aflicciones. Eso es liberación.