Ceremonia del Arrepentimiento Compasivo del Agua de Samadhi
Entre las ochenta y cuatro mil enseñanzas del Buda, el arrepentimiento de las propias malas acciones es una de las más importantes y solemnes de ellas. Según el Budismo, para liberarse del océano de sufrimiento de la existencia cíclica, uno debe primero arrepentirse de los actos malos cometidos, reconociendo el hecho de que tanto en el pasado como en el presente hacemos muchas cosas que son desfavorables para los demás. En el Budismo, entre las numerosas prácticas de arrepentimiento, el Arrepentimiento Compasivo del Agua de Samadhi es una de las ceremonias más frecuentes en los templos y monasterios del Budismo chino, y tiene su origen en una historia china:
Durante la dinastía china Han del Oeste, Cao Cuo y Yuan Ang fueron practicantes budistas y también fueron importantes servidores del emperador Yi. Un día, Yuan Ang hizo una falsa acusación contra Cao Cuo y lo incriminó delante del emperador. El inocente Cao Cuo fue castigado por el emperador con la pena de muerte, y todos sus familiares y parientes también fueron condenados a muerte. Yuan Ang, por su parte, después de morir se reencarnó en un monje budista de la dinastía Tang, cuyo nombre de ordenación fue “Zhi Xuan.”

Cuando Zhi Xuan era joven, ayudó a un monje (quien fuera la encarnación del venerable Kanaka) que sufría de una grave enfermedad llamada “Jia Mo Luo”. Este monje tenía úlceras con pus que desprendían muy mal olor por todo su cuerpo, por lo que todos le tenían antipatía y se alejaban de él. Zhi Xuan era su vecino. Al contrario que los demás, no sólo sentía piedad y lo cuidó mucho, sino que también entabló una amistad con él.

Después de recuperarse de la enfermedad, el monje le dijo a Zhi Xuan: “Voy a irme de aquí. Si alguna vez necesitas ayuda, cuenta conmigo, podrás ir a buscarme a la Montaña Jiu Long que está situada en el Estado Peng de la Provincia de Sichuan. En esa montaña hay dos grandes pinos. Cuando los veas, podrás encontrarme. Estaré por allí cerca.” Después, Zhi Xuan se fue haciendo cada vez más famoso tanto por su erudición como por sus avanzadas realizaciones, y fue altamente respetado en todo el país. Hasta el emperador participó personalmente en las ceremonias budistas organizadas por él, y le obsequió una silla hecha de madera de agáloco para que pudiera utilizarla mientras impartía sus enseñanzas budistas. Además, el emperador le reconoció como “maestro nacional” (título honorífico que el emperador les daba a los venerables maestros budistas) con el título de“Wu Da”.

Mientras el maestro Wu Da disfrutaba del favor y respeto del emperador, se sintió orgulloso de sí mismo y comenzó a llevar una vida lujosa. De repente, un día en su rodilla apareció una úlcera en forma de rostro humano. Aunque fueron llamados los más famosos médicos de todo el país, ninguno de ellos tenía remedio para curar la úlcera, que empeoraba día a día. Un día, de repente, el maestro Wu Da se acordó de lo que le había dicho el monje enfermo y partió inmediatamente hacia la Montaña Jiu Long para buscarlo. Justamente como le había dicho el monje, el maestro Wu Da vio dos grandes pinos en la montaña. Mientras seguía por el camino que se adentraba en las profundidades de la montaña, se encontró con un templo grande y majestuoso. Y el monje estaba de pie esperándole con agrado delante del templo. Cuando los dos se encontraron después de la larga separación, charlaron agradablemente y el maestro Wu Da le dijo al monje acerca de la úlcera con forma de rostro humano. El monje le dijo que no tenía nada de que preocuparse. Le dijo a continuación que en esa montaña había un pequeño estanque de agua de manantial, y que si lavaba la úlcera con esa agua podría curarse.

Al día siguiente, por la madrugada, el monje le pidió a su asistente personal que llevase al maestro Wu Da al estanque. Cuando el maestro estaba a punto de recoger el agua con sus manos para lavar la úlcera, el rostro gritó en voz alta, diciéndole: “¡Un momento! No puedes hacerlo ahora. Como eres erudito y de mucha lectura, ¿no has leído la historia acerca de Cao Cuo y Yuan Ang de la Crónica de la dinastía Han del Oeste?” El maestro contestó: “Sí, la he leído.” El rostro dijo: “Si la has leído, ¿te acuerdas de que Yuan Ang mató a Cao Cuo? El entonces Yuan Ang eras tú y yo era Cao Cuo. En esa vida me denigraste delante del emperador por lo cual fui asesinado. Cuando fui condenado a la pena de muerte, y mi cuerpo fue cortado por la mitad, guardé rencor hacia ti y por lo tanto, vida tras vida, estuve buscando oportunidades para tomar venganza. Pero durante diez vidas, has sido un venerable maestro que mantuvo bien los preceptos, y siempre hubo deidades benignas que te protegieron, por lo que me resultó imposible vengarme de ti.

En esta vida, sin embargo, te has sentido arrogante por el favor y respeto del emperador, y así se fue deteriorando tu conducta moral, por lo que ahora tengo la oportunidad de vengarme. Pero gracias a la compasión del venerable Kanaka que se manifestó bajo el aspecto de un monje enfermo, se me ofreció el agua bendita de samadhi para liberarme del rencor. Por lo tanto, se ha disuelto el odio arraigado que tenía por ti. De ahora en adelante, ya no seremos enemigos.” Al oírlo, el maestro Wu Da recogió inmediatamente el agua de samadhi y lavó su úlcera. Mientras la lavaba, el dolor agudo y repentino hizo que el maestro se desmayara. Al despertarse, la úlcera había desaparecido sin dejar rastro. Entonces, el maestro Wu Da comprendió lo que había pasado. Fue enseguida a buscar al monje para agradecerle por su ayuda. Sin embargo, no vio nada excepto las nubes y la niebla que cubrían la cima de la montaña. No sabía a dónde había ido el monje, y el templo majestuoso también se había desvanecido.

En ese momento, el maestro Wu Da conoció que la fuerza del karma nunca desaparece. Cuando las causas y condiciones maduran, el karma malo se manifestará de manera infalible. De modo que el maestro Wu Da compiló el texto del Arrepentimiento Compasivo del Agua de Samadhi en tres fascículos, para que las personas de generaciones posteriores tuvieran la oportunidad de arrepentirse de las acciones negativas creadas.

Basándose en este suceso histórico y manteniéndolo como una tradición, durante los festivales tradicionales chinos, por ejemplo el Festival Ching Ming, los templos y monasterios budistas organizan la Ceremonia del Arrepentimiento Compasivo del Agua de Samadhi para que los participantes, siguiendo el manual litúrgico, puedan arrepentirse de las acciones ignorantes hechas intencionalmente o desatendidamente en esta vida o en las vidas pasadas, a través del cuerpo, el habla y la mente, y hacer el voto de no volver a cometer mismos los errores. De esta manera, se pueden purificar los obstáculos kármicos.