viernes, 29 de marzo de 2011
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¿Qué es el Dhyana? (I)
La esencia del Chan
Conferencia impartida por el maestro Sheng Yen el 27 de mayo de 1984.

Hombres virtuosos, si después de despertar a la naturaleza pura de la iluminación completa, estos Bodisatvas, empleando esta mente pura Bodhi, no se aferran ni a las ilusiones ni a las transformaciones, ni a todos los estados de tranquilidad, verán de manera clara que el cuerpo y la mente son obstáculos. Serán liberados de la ignorancia básica. No se aferrarán a las abstracciones, y para siempre estarán más allá de los estados tanto de obstrucción como de no obstrucción. Se sentirán cómodos y a gusto en el uso del cuerpo, mente y en el universo. Mientras todavía permanezcan en el mundo fenoménico, serán como el sonido de alcance amplio de un instrumento musical, ya que ni el placer ni el nirvana los podrán obstaculizar. Entonces, por dentro, experimentarán una ligereza del cuerpo y la mente, y estarán a gusto en aquel estado de tranquilidad, ese estado en el que se extingue la pasión. Por consiguiente, esta etapa de la maravillosa iluminación estará en armonía con la condición del nirvana, que está más allá del cuerpo y la mente, más allá de la concepción del ego, la personalidad, en que un ser, o una vida, es simplemente un pensamiento pasajero. A esta experiencia se le llama Dhyana.”

Este pasaje proviene del Sutra de la Iluminación Completa. En ese sutra los bodhisattvas preguntan al Buda acerca de los métodos de práctica. Él contesta que hay tres categorías: samatha, samapatti y dhyana. Las dos primeras se han discutido anteriormente. También debemos fijarnos que aquí el significado de la palabra “dhyana” no es exactamente el mismo que el término dhyana utilizado en la tradición india.

En el Sutra Lankavatara se dice que el verdadero Buddhadharma está fuera de cualquier término que se pueda expresar con palabras, o de cualquier lenguaje. “Palabras y lenguaje” no se refieren a un significado específico, empleando el uso común de la palabra, sino al significado general de todo lo que se puede expresar, recibir, comunicar y representar, tanto a través de nuestro lenguaje y palabras comunes, como a través de nuestros distintos sentidos. Lo que podemos ver, lo que podemos percibir, lo que con nuestra boca podemos expresar con palabras, o lo que podemos escribir, los significados que expresamos con los gestos y lenguaje corporales, todo eso se podría incluir en la interpretación general de “palabras y lenguaje.”

El Sutra Lankavatara también dice que el verdadero Buddhadharma está fuera de cualquier forma de actividad mental –eso incluye nuestro sentimiento que hace surgir nuestro pensamiento. En lo que respecta a las actividades mentales de sentimiento y pensamiento, deben utilizarse ciertos símbolos. Las palabras que tenemos, el lenguaje que tenemos, ciertos tipos de formas, o lo que sea –utilizando esos símbolos podemos tener nuestros sentimientos, nuestro pensamiento. Y no importa dónde estemos, podemos tener nuestros sentimientos, nuestro pensamiento. Y siempre que empleamos estos símbolos y tengamos tales actividades mentales, no importa si nuestro estado mental se caracteriza por una mente unificada o dispersa, no podemos considerarlo como un estado puro. Cuando no hay ninguna actividad mental, sólo entonces podemos hablar de un estado mental puro.

Regresando de Taiwán por la línea aérea coreana, Shih-fu se sentó al lado de un misionero americano que fue a Korea desde Taiwán. Esa persona preguntó a Shih-fu qué religión practicaba. Shih-fu respondió: “El Budismo.” Al misionero le pareció algo curioso. Hojeando la revista de la aerolínea, encontró un artículo acerca de las distintas religiones en Korea. En relación con el Budismo, mencionaba un determinado templo, un monasterio en Korea con mil estatuas de Buda. El misionero le señaló la imagen a Shih-fu, diciendo “Bien, esa es la religión en la que crees, ¿no es verdad?” Shih-fu contestó, “Efectivamente, sí.” De nuevo el hombre sonrió.

"Esas estatuas de Buda están hechas de madera,” dijo señalándolas con el dedo. ¿Cree usted que son Dios? Shih-fu dijo, “Bueno, no creo en ningún Dios.” Y la persona preguntó, “¿En qué cree usted?” Shih-fu contestó, “En lo que a mí respecta, no creo en nada. Pero, el Budismo sí emplea esas estatuas.” El misionero dijo, “Estas estatuas fueron talladas en madera. ¿Cree en que están hechas de madera?”, “Efectivamente, creo que estas estatuas están hechas de madera.” Entonces la persona quería saber, “Bueno, puesto que estas estatuas están hechas de madera, ¿piensa que sirven para algo?”Shih-fu contestó, “Hay personas que pueden beneficiarse del hecho de tener tales estatuas a su alrededor; es por ello por lo que el Budismo emplea estas estatuas.”
Este intercambio ocurrió poco después de la visita del Papa a Corea, por lo tanto, la revista, en la página opuesta, habló del Catolicismo en ese país. Había iglesias, con una cruz. Ahora le tocó al maestro Sheng Yen. Él señaló la cruz con el dedo y dijo, “¿Es la religión en que crees?” El misionero contestó, “Sí.” Shih-fu dijo, “¿Piensas que la cruz que ves aquí es Dios?” El hombre lo pensó por un momento y respondió, “Dios no es algo que se pueda representar mediante tal o cual cuerpo físico. La cruz es sólo un símbolo.” Por consiguiente, Shih-fu respondió, “En este caso, lo que dijiste acerca del uso de la cruz en la iglesia es muy similar a lo que dije sobre tener las estatuas en los templos.”

Entonces el misionero objetó, diciendo, “No. La estatua es un símbolo del amor de Dios por la humanidad, por lo tanto, Jesús está en la cruz. Pero si la gente fuera a postrarse, o a mostrar respeto a los ídolos, eso sería un pecado.” Entonces Shih-fu dijo, “Pero de acuerdo con los sutras budistas, no es necesario mostrar respeto por la cruz.” Y la persona declaró, “Lo que dice no es correcto. Según la Biblia cristiana, mostrar respeto a las estatuas o a los ídolos es erróneo, es un pecado.” Shih-fu dijo, “En este caso, si tu fundamento está de acuerdo con la Biblia cristiana, y dices que lo que hago es erróneo, entonces igualmente puedo basarme en los sutras budistas y decir que para ti mostrar respeto a la cruz es erróneo, que igualmente es un pecado. Así siempre estaremos discutiendo, y nunca nos entenderemos el uno al otro. Sé que sólo debido a que tienes fe en tu religión, es por lo que te hiciste cristiano, te hiciste católico. También deberías comprender que debido a que también tengo fe, es por lo que me hice budista. Por eso, cada uno de nosotros tenemos su propio fundamento. Tu fundamento se basa en la Biblia cristiana y el mío se basa en los sutras budistas.

En otra ocasión, un sacerdote católico le dijo una vez a Shih-fu que en el nivel más alto Dios es sin forma –Dios no necesita que las personas muestren respeto o adoren a Dios. Para Dios es muy natural amar a las personas, pero Dios no exige que las personas también amen a Dios, dado que, básicamente, la gente tiene ignorancia. Decir que para las personas es necesario mostrar respeto a Dios, sólo se debe a la necesidad de las propias personas.

Shih-fu le contestó al padre, “Bueno, de acuerdo con lo que acaba de decir, las ideas católicas están muy próximas al Budismo.” Sin embargo, las ideas expresadas por el sacerdote católico no son las típicas del catolicismo al uso. ¿Por qué Shih-fu se ocupa de estos ejemplos? Él está intentando señalar que tienen que ver con el empleo de diferentes tipos de formas, descripciones, palabras y lenguaje. Toda la controversia entre las diferentes religiones proviene de estos apegos a determinados conceptos, a ciertas formas, a ciertas descripciones; no obstante, si vamos a hablar de la tercera categoría de este método de práctica –dhyana—, entonces todos los conceptos, todas las formas de descripción, palabras y lenguaje, tienen que dejarse atrás.

Cuando al final llegó la hora de despedirse del misionero americano, Shih-fu le dijo, “Hablando por mí mismo, diría que no tengo que negar la existencia de Dios. Y del mismo modo, para los budistas, efectivamente, existen los Budas. Pero, de nuevo, no creo en los Budas.” El hombre se sorprendió. Preguntó, “¿Para un budista cómo es posible no creer en los Budas?” Shih-fu dijo, “No es nada sorprendente. No sólo soy yo – será lo mismo para cualquiera que haya realizado la suficiente práctica del Buddhadharma. Eso es, todos los Budas son personas del pasado. Si hay Budas ahora, en este momento, es irrelevante para mí. Todos los budistas que hayan practicado lo suficiente, no tendrían que tener apego alguno a los Budas. No sólo los no budistas encuentran sorprendente que los verdaderos budistas no tengan que creer en los Budas, sino que incluso muchos budistas que no entienden qué es el Chan, encontrarán esto igualmente sorprendente, o incluso repulsivo.”

Una vez, cuando Shih-fu estaba dirigiendo un retiro Chan en Taiwán, dijo algo a este respecto: “No hay Buda, no hay Bodhisattva, no hay Tierra Pura, no hay deidades. No se nos permite pensar en nada semejante a esto. Simplemente pregúntate a ti mismo de dónde vienes antes de la vida presente, a dónde vas después de esta vida y qué eres tú en este momento, en el momento presente.”