El Surgimiento de la Apariencia Condicionada de la Verdadera Mente (V)
Por el venerable Guo Xing, abad del Centro de Meditación Chan

Este es el quinto en una serie de artículos tomados de las charlas del Dharma impartidas por el venerable Guo Xing, abad del Centro de Meditación, en el Retiro del Sutra Surangama en agosto de 2012. Las charlas se enfocan sobre los primeros cuatro capítulos del Sutra Surangama, e incluyen la discusión sobre la teoría y práctica Chan, relatos de los maestros Chan, y cómo aplicar los métodos Chan a la vida cotidiana.

¿Cómo encontramos, en medio del reino de los fenómenos, la mente sin forma? ¿Dónde está la mente sin forma? Ambos métodos del huatou y la iluminación silenciosa comparten un principio común, que es para encontrar la mente sin forma en medio del reino de los fenómenos. Pero la verdadera mente no es algo que pueda ser visto por ti. Cuando estás buscando, todo lo que es visto por ti es fenómenos, no la mente. La verdadera mente, que tiene la función de cognición y conciencia, preside en todas partes todo el tiempo. Pero a menudo malinterpretamos lo que es visto por nosotros, escuchado por nosotros y pensado por nosotros, como la verdadera mente.

Al investigar el huatou “¿Qué es Wu?”, de hecho estamos buscando esta verdadera mente. Es lo mismo que investigar “¿Quién está recitando el nombre de Buda?”. El nombre de Buda es lo que se recita. Entonces, ¿quién es aquella mente que tiene la capacidad de recitar? ¿Qué es? [ese huatou] es un método para buscar la mente. También, durante los descansos, cuando el cuerpo es llevado al cuarto de aseo, lo llamamos “arrastrando el cadáver”. ¿Qué es lo que arrastra el cadáver al cuarto de aseo? Cuando lo encuentras, es iluminación.

Dices, “Wow, estoy tan cansado”. “Estás cansado” es el objeto/fenómeno que es percibido. ¿Qué es aquello que puede percibir el fenómeno de estar cansado? Dices: “No puedo investigar más. No puedo aguantar más”. Son [los pensamientos de] “no ser capaz de continuar investigando” y “no ser capaz de aguantar” fenómenos o son la mente que puede percibir? Cuando sientes mucho dolor en tus piernas, ¿qué es lo que puede percibir que las piernas están sufriendo? ¿La verdadera mente siente dolor? No. De manera que cuando estás sufriendo, entonces, investigas lo que es aquello que no sufre del dolor.

También, podría haber veces cuando te sientes muy calmado y pacífico. ¿Es tu verdadera mente? No. Cuando te sientes disperso y desorientado, ¿es eso tu verdadera mente? Cuando te sientes disperso, ¿aún existe la verdadera mente? Sí, existe. ¿Necesitas deshacerte de los pensamientos vagabundos antes de proceder a buscar la verdadera mente? No hay dicha necesidad. Esto es por que, incluso en el estado de caos, la verdadera mente aún está allí. Entonces, esto es algo que podemos practicar/investigar en todo momento.

Cuando todavia quede un objeto para que busques, no serás capaz de encontrar la verdadera mente. De hecho, estamos tratando de emplear la mente que tiene la capacidad de buscar, para buscar la mente que tiene la capacidad de buscar. No deberíamos tratar de emplear la mente que tiene la capacidad de buscar, para algún otro objeto que pueda ser buscado. Cualquier cosa que sea percibida por ti, no lo es. En otras palabras, necesitas averiguar. A través del proceso de buscar, sigues reduciendo todas las funciones dualistas de la mente. Al final, la mente no-dualista surgirá.

Es lo mismo con el método de la iluminación silenciosa. La tercera etapa de la iluminación silenciosa es “contemplar la totalidad”. Puedes estar consciente de las respiraciones. Puedes estar consciente de las sensaciones, tales como dolor, picor y adormecimiento. Puedes estar consciente de los pensamientos. Pero la verdadera mente no es ningún pensamiento que pueda ser percibido o conocido. No es lo mismo como las respiraciones que son percibidas por ti. Ni es lo mismo como las sensaciones que son percibidas por ti. Entonces, ¿cuál es la verdadera mente? Lo que puedes saber es que la verdadera mente no es ninguno de aquellos objetos/fenómenos. Ese es el por qué la iluminación silenciosa es también un huatou. La única diferencia es que no se hace a través de “preguntarse” a sí mismo. Cuando estás contemplando (usando el método), necesitas chequear si la mente se está aferrando y si está morando en cualquier estado en particular. La verdadera mente no tiene forma, y averiguas lo que es.

Cuando estamos experimentando el dolor de pierna o teniendo muchos pensamientos vagabundos, tendemos a tratarlo como un objeto. Y si no consideramos el dolor de pierna como un objeto, entonces, ¿cómo deberíamos manejarlo? ¿Alguna vez has dicho, “está bien cualquier tipo de dolor que sea”? Si es así, esto es llamado: “la mente no rechaza ningún fenómeno/dharma”. No rechazas ningún tipo de dolor. Al mismo tiempo, “la mente no se aferra a ningún fenómeno” (no lo transformas en algo que te guste tampoco!) Similarmente, incluso si tienes muchos pensamientos vagabundos, no hay necesidad de rechazarlos o deshacerse de ellos. Al mismo tiempo, no interactúas con ellos. Todo lo que tienes que hacer, en medio de tantos pensamientos vagabundos, es simplemente observar si la mente está tratando de aferrarse a algo o de rechazar algo.

Bajo cualquier circunstancia, los pensamientos se manifiestan de acuedo con sus propias causas y condiciones. Nuestra mente presente no entra en contacto con ninguno de estos pensamientos. Es justo como las imágenes que aparecen en el espejo. Cuando hay un objeto rojo que aparece delante del espejo, el espejo se vuelve rojo. Pero una vez el objeto desaparece, el color rojo también desaparece. Similarmente, tu mente es siempre así. No se aferra a ningún fenómeno/dharma; Al mismo tiempo, tampoco nunca rechazará ningún fenómeno/dharma. Si tienes muchos pensamientos vagabundos, no los rechazas ni tampoco te aferras a ellos. No haces ninguno de ellos. Los fenómenos vienen y los fenómenos se van, justo como la relación entre el espejo y las imágenes que refleja.

Recuerda, la verdadera mente es no-dualista. No es un objeto/fenómeno. Entonces, tienes que buscar y encontrar. (Por continuar)