La envidia llega a nublar y ofuscar el juicio. Un lema positivo para la vida es no envidiar a nadie ni darle motivos para que nos envidie.
Cuando empleamos un rosario budista, debemos hacerlo con firmeza y concentración.
El destino de una persona está indisolublemente ligado a su mente. Si uno modifica la mentalidad y las concepciones, el destino y la suerte también van a cambiar.