viernes, 19 de abril de 2011
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Los cuatro métodos de estímulos
Aunque son muy importantes, las puras intenciones y la mente compasiva no son suficientes. Las buenas intenciones hay que ponerlas en práctica basándose en la mente compasiva. Las prácticas principales de un fiel del camino del bodhisattva son las cuatro métodos de estimular a la gente para aprender el Dharma, ya que sólo el Dharma puede beneficiar genuina y completamente a los seres conscientes. Estos cuatro métodos de estímulos son dar, hablar con amor, actuar beneficiosamente y relacionarse con los demás.

Uno puede dar ayuda financiera, asistencia física, y hasta la propia vida; este tipo de donación está considerado como dar riqueza. El guiar a los demás hacia la iluminación, con las ideas contenidas en el Dharma –aunque ni siquiera se diga una palabra, pero se ayuda a que otro aspire al bien y abandone los pensamientos y acciones malos-se considera como dar Dharma. Si vemos que alguien experimenta dolor, pérdida, ansiedad, miedo, o fuerte malestar sicológico, y aliviamos estos sufrimientos ayudándole a recuperar su seguridad mental, esto es lo que se llama dar generoso. Estas tres formas de dar incluyen todas las prácticas que benefician a los seres conscientes. Si el bodhisattva deja de practicar estos tipos de dar, la “compasión” se convierte en algo sin valor alguno.

Hablar con amor se refiere a la comunicación compasiva y significativa con los demás, que a veces hasta puede incluir palabras fuertes o exhortaciones. Pero aunque a veces debamos expresarnos con fuerza, nuestras palabras proceden de una mente compasiva, ya que sólo las palabras compasivas pueden ser aceptadas. Hablar con amor no significa tratar con la gente de manera artificial y condescendiente como si fuéramos más importantes que los demás. Además, debemos evitar las formas inapropiadas de comunicación que pueden hacer que los otros se sientan incómodos. Debemos relacionarnos con los demás con una mente abierta. Lo que digamos, o cualquier consejo que demos, debe estar basado en la comprensión de nuestra propia experiencia, ya que sólo por medio del conocimiento de uno mismo se puede entender mejor las necesidades de los demás.
Sin una comprensión de uno mismo y de los demás, aunque hablemos con veracidad y dando buenos consejos, podemos hacer que los oyentes confundan nuestras intenciones y creemos innecesarios problemas a los demás y a nosotros mismos.

En terminos modernos, actuar beneficiosamente podria llamarse “dedicarse a tareas sociales”. Significa que uno se preocupa del bienestar de los demás y trabaja en su favor, esforzándose por alimentar y proteger la propia sociedad, la propia nación, la humanidad en conjunto y todas las formas de vida del planeta.

Según las necesidades de diferentes gentes en diferentes lugares, podemos participar en trabajos significativos y de valor social, como el promover la responsabilidad hacia el medio ambiente, la conducta ética, la paz, la armonía, etc. Estas son formas de trabajo social valioso en cualquier sociedad que lo necesite.

Relacionarse se refiere a trabajar con los demás, haciendo el mismo trabajo, recibiendo los mismos beneficios y no colocandose uno en un lugar más elevado, ni en una posición privilegiada. En otras palabras, significa simplemente ser igual que los demás. De esta manera, podemos realmente llegar a los otros. Trabajando cerca de los demás, podemos eventualmente compartir con ellos el Dharma que nosotros hemos aprendido y experimentado.

Estas cuatro prácticas son los medios que adopta un bodhisattva cuyos méritos consisten en su implementación y cultivo. También se llaman “medios expertos” y su objetivo es atraer o congregar a los seres hacia el Dharma, y no hacer que el fiel se haga fuerte o se convierta en un líder. Solamente con el propósito de beneficiar genuinamente a los demás, el bodhisattva se da cuenta de
este enorme potencial de ayudar a todos los seres conscientes. Puesto que conoce la relación interdependiente de todos lo seres, el bodhisattva puede sentir la alegría no sólo de trabajar por los demás, sino de ser uno mismo con ellos.