sábado, 20 de abril de 2011
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Causas y condiciones
Conferencias budistas
Pregunta:
Por favor: ¿Podría exponer el concepto budista de causas y condiciones y explicar su relación con el concepto de origen dependiente con el concepto del yo e ilusión, y con las causas y consecuencias?

Shi-Fu (el Venerable Maestro Sheng Yen):
El principio de causas y condiciones es fundamental al Dharma de Buda. Es este principio que distingue al Budismo de otras religiones, filosofías y disciplinas espirituales. En síntesis, todos los dharmas ya sean mundanos (fenómenos) o trascendentales (más allá de los fenómenos mundanos) son parte de, o están influenciados por causas y condiciones. El principio de causas y condiciones explica la relación fenoménica entre hechos que suceden en diferentes momentos o en diferentes lugares. Primero, me referiré a la relación temporal.

Simplemente, algo sucede en un momento y al momento siguiente sucede alguna otra cosa. La relación e interacción entre estos dos hechos lo llamamos “condición.” Puede ser fácil confundir el principio de causas y condiciones con aquel de causas y consecuencias. Realmente, los dos principios están íntimamente conectados, y es difícil hablar de uno sin mencionar el otro. Desde el punto de vista de causas y condiciones hemos dicho que un hecho sucede ahora y el otro más tarde. Desde el punto de vista de causas y consecuencias podemos decir que el primer hecho es la causa y el segundo es la consecuencia. Un hecho lleva al otro. Dicho de otra forma: si no hay ningún suceso no ocurrirá ningún otro. Por ejemplo, los padres tienen como consecuencia a los hijos.

Los padres son la causa y los hijos son consecuencia. Cuando hay hijos, debe haber padres. Cuando no hay padres, no habrá hijos. De todas formas, una causa no puede transformarse en o llevar a una consecuencia por sí misma. Algo más debe ocurrir, debe suceder junto con la causa para que produzca la consecuencia. Este proceso conjunto de hechos y factores es debido a causas y condiciones. Un hombre y una mujer no conducen automáticamente a niños. Otros factores deben ocurrir simultáneamente para que los padres (causas) lleven a la consecuencia de hijos. Padres, hijos y los otros factores involucrados son todos considerados causas y condiciones. Hipotéticamente, si hubiera solo una causa y ninguna otra condición que interactuara con ella, entonces no habría consecuencia. Si una causa puede permanecer estática y no llevar a una consecuencia, no podría aún ser considerada una causa, desde que “causa” implica un movimiento hacia algo.

En este sentido no hay relación de causas y condiciones. Por eso, podemos decir que las causas y consecuencias son dependientes de que se produzcan junto con las causas y condiciones. Aún más, la condición (un dharma) que interactúa con una causa (otro dharma) debe en sí misma haber sido causada por algo más, y así sucesivamente, en forma infinita a través del espacio y el tiempo. Todos los fenómenos surgen debido a causas y condiciones. Cualquier fenómeno que surge, es en sí mismo una consecuencia de una causa previa y surgió debido a que se dieron causas y condiciones para ello. Esto lleva al concepto del surgir condicionado, también conocido como origen dependiente, lo que significa que todos los fenómenos o dharmas surgen de causas y condiciones.

Los dharmas no surgen de la nada; son dependientes de causas y condiciones. En última instancia todos son dharmas, sin importar cuando o donde ocurran, están interconectados. El surgimiento de todos los dharmas es condicionado, ya que ellos son las consecuencias de causas y condiciones. Esto incluye no sólo surgimiento y aparecimiento, sino también decaimiento y desparecimiento. Una persona que nace es un fenómeno y una persona que muere es un fenómeno; una burbuja formándose es un fenómeno y otra deshaciéndose es otro fenómeno; un pensamiento que aparece es un fenómeno y otro desapareciendo es también un fenómeno. Todos los dharmas surgen y perecen por las causas y condiciones.

Los dharmas incluyen todos los fenómenos ya sean fisiológicos, sicológicos, sociales, internos o externos. Algunos pueden pensar que los dharmas solamente incluyen los fenómenos físicos (externos) o los fenómenos fisiológicos. Pueden no considerar los fenómenos sicológicos (pensamientos) como dharmas. El Budismo considera todos los fenómenos físicos o mentales, como dharmas.

Los seis órganos de los sentidos interactúan con las seis clases de los objetos de los sentidos: los ojos ven formas, los oídos escuchan sonidos, etc. Estos son todos dharmas. El sexto órgano de los sentidos, la conciencia, tiene los pensamientos como objeto. El objeto de la conciencia también incluye los símbolos, palabras y lenguaje que la gente usa en el pensamiento, razonamiento, recuerdo y comunicación. Todos estos símbolos y pensamientos son dharmas desde el punto de vista del Dharma de Buda. Déjeme hacer una distinción entre dharma y Dharma.

La palabra dharma con minúscula se refiere a todo y cualquier fenómeno, en cambio Dharma con mayúscula se refiere al Dharma de Buda o a las enseñanzas de Buda, el método de práctica y los principios y conceptos sobre los cuales se basa la práctica. Pero recuerden, aún las enseñanzas de Buda y los métodos de práctica son en sí mismos fenómenos o dharmas. La escuela Yogachara explica tres tipos de dharma. El primer tipo incluye los objetos físicos y a veces es llamado el dharma de la forma. El segundo tipo incluye dharmas mentales, por ejemplo, pensamientos, ánimo (humor) y sentimientos. Hay también dharmas que no son ni físicos ni mentales. Son los símbolos que usamos cuando conceptualizamos pensamientos y esto incluye nombres, números e ideas abstractas como espacio y tiempo.

A pesar de que estos símbolos son absolutamente necesarios cuando uno está pensando y recordando, ellos no son pensamientos en sí mismos. Por eso, no son considerados dharmas mentales. Estos tres tipos de dharmas descriptos anteriormente son llamados samskrita, o dharmas surgidos del apego. Todos los fenómenos que son parte del mundo de un ser viviente común son considerados dharmas surgidos del apego. Por otro lado, todos los fenómenos que surgen conectados con seres iluminados incluyen el Nirvana, la Esencia Verdadera, y el Vacío.

El principio de causas y condiciones y el surgimiento condicionado definitivamente pertenece a samskrita. ¿Pero qué sucede con asamskrita? Aquí debemos hacer una distinción sútil. Tomemos , por ejemplo, el Nirvana. Desde la perspectiva de un ser viviente común, el Nirvana surge de causas y condiciones. Una persona practica si las causas y condiciones son correctas, la consecuencia de esta práctica será el Nirvana.

De todas formas, cuando alguien ya ha alcanzado la liberación no hace distinción entre Nirvana y Samsara. Una persona iluminada, aunque aún actúe dentro de este mundo, percibe que el mundo y los fenómenos no son verdaderos. En este sentido, asamskrita no son dharmas que surgen de causas y condiciones y no hay tales cosas como causas y condiciones y causas y concecuencias.

Desde la perspectiva de los seres vivientes comunes, lo que he dicho parece ser contradictorio al concepto budista de impermanencia, que determina qu nada es permanente. Los seres liberados no perciben al mundo, a los seres vivientes y a los dharmas surgiendo y pereciendo. Para los seres liberados, no hay cambios. Los seres comunes no son iluminados. Ellos se perciben a sí mismos como teniendo egos; interactuando con y dando origen a fenómenos físicos y mentales.

¿Qué es el ego? Previamente dijimos que los fenómenos fisiológicos mentales y sicológicos surgen debido a causas y condiciones. Es el agregado de estos fenómenos que es llamado ego, yo o sí mismo. Aunque intelectualmente podemos aceptar que el yo o ego es ilusorio, todavía nos apegamos a nuestras ilusiones y percibimos al yo como real. Sin embargo, si aceptamos la premisa que el yo es una ilusión y reconocemos que tenemos muchos apegos, tendremos una base sólida sobre la cual podremos construir nuestra práctica y la experiencia del vacío.

El yo o ego existe como una consecuencia de causas y condiciones, ambas en el sentido del tiempo (la continuidad del pasado, presente y futuro) y también en el sentido del espacio. Una causa no puede transformarse en una consecuencia a menos que interactúe con causas y condiciones. Estas causas y condiciones interactúan en el sentido espacial. Entonces debemos comprender intelectualmente que el yo es la consecuencia de causas y condiciones y debemos practicar para poder sentir la experiencia de nuestro ego surgiendo de causas y condiciones tanto en el sentido temporal como en el sentido espacial. Decir que el ego es una ilusión no es decir que el ego es una alucinación. El ego no es un espejismo. Decimos que el yo o el ego es una ilusión porque está siempre cambiando en relación a las causas y condiciones y a las causas y consecuencias.

Nunca permanece igual. Por ello, decimos que es una ilusión. Por esta razón, todos los fenómenos son una ilusión. Todas las cosas cambian permanentemente, evolucionan y se transforman en algo más. El yo entonces, tiene una existencia falsa incesantemente interactuando y cambiando dentro de un medio ambiente falso. La comprensión intelectual no es suficiente. Debemos comprobarlo directamente pero esto es difícil porque estamos emocionalmente apegos a la percepción del yo o ego. Esto es lo que llamamos aflicciones o molestias y la única forma de eliminar los lazos que nos unen a nuestras aflicciones y apegos es la práctica.

A través de la práctica podemos experimentar en varios niveles, que el tiempo y el espacio no existen y que el yo es una ilusión. Podemos percibir el tiempo pasando rápidamente o podemos percibir nuestro cuerpo fundiéndose con el universo.

Un anciano maestro Chan compuso este corto poema:

Uno tiene las manos vacías, pero aún así toma la azada:

Uno está caminando, pero aún así se monta a un búfaro:

Uno está parado sobre un puente, el puente fluye y el agua está quieta.


El maestro usa los conceptos de un ser común para describir sus propias percepciones. Para él tomar la azada y tener las manos vacías es lo mismo; caminar y montar un búfaro es lo mismo; puentes y agua son lo mismo. Las descripciones que usa son las actividades y fenómenos de la gente común, ellos son cosas que están en movimiento. Este maestro usa el movimiento de los fenómenos para describir la experiencia del no-movimiento. La experiencia del no-movimiento es libre de causas y condiciones. Este maestro percibe la realidad, no la ilusión. Somos nosotros los que percibimos la ilusión.

Estudiante:
¿Es la causa y consecuencia similar al karma?

Shi-Fu:
El karma significa fuerza o acción. El karma está relacionado definitivamente con causas y consecuencias, porque las acciones tienen la fuerza que llevan a las consecuencias. Los Doce Eslabones del Surgimiento Condicionado (NIDANA) son muchas veces denominados los Doce Eslabones del Surgimiento Condicionado del karma.

Estudiante:
¿Qué sucede con los fenómenos físicos? Los fenómenos puramente físicos como las nubes que cruzan el cielo, son producto de causas y consecuencias y de causas y condiciones, pero parece que no tienen nada que ver con el karma. Karma parece referirse solamente a aquellas acciones conectadas con los seres vivientes.

Shi-Fu:
La existencia de este mundo, el hecho por el cual este mundo existe – es el karma de los seres vivientes. Todo ocurre debido al karma de los seres vivientes. No hay fenómenos puramente físicos.

Estudiante:
Esto me hace recordar la idea de la relatividad en el sentido einsteiniano y también en un sentido general. En otras palabras, esto es esto porque eso es eso. Nada existe por sí mismo o puede venir a existir por sí mismo. Todos los fenómenos son dependientes de causas y condiciones, causas y consecuencias y la fuerza del karma de los seres vivientes. ¿Es esto correcto?

Shi-Fu:
Sí, esto es correcto. Como dije antes, causas y condiciones trabajan ambas en el tiempo y en el espacio.

Estudiante:
Creo que una vez yo le escuché decir que las causas y condiciones son vacías, pero las causas y consecuencias no. ¿Qué quiere significar con esto?

Shi-Fu:
Todas las causas y condiciones surgen debido a otras causas y condiciones. Son impermanentes y constantemente cambian, por eso decimos que son vacías. Con causas y consecuencias, es todo cuestión de antes y después. Para los Budas, no hay. Para ellos no hay más causas y consecuencias pues ya han trascendido toda noción del yo. Los Budas no contemplan nada desde la visión de su propio yo. Todavía les suceden cosas, pero ellos no las perciben como que le suceden a ellos mismos. Todo lo ven como vacío. Por otro lado, los seres vivientes, son incapaces de ver al mundo de esta forma; por eso todavía perciben sobre ellos mismos los efectos de su karma previo.

El Buda Shayamuni vivió en el mundo a interactuó con la gente y su medio ambiente. Los seres vivientes dijeron que el Buda realizó buenas acciones, enseñó el Dharma y ayudó a salvar a los seres vivientes. Pero el Buda no lo vió de esta forma; el actuó espontáneamente. La fuente de su acción fue la sabiduría, sin centrarse en su yo o sí mismo. El Buda todavía sentía dolores en su cuerpo después de la Iluminación. Los seres vivientes podrán decir que el Buda estaba sufriendo por causas y condiciones y su karma previo, pero porque el Buda no percibía más su yo o sí mismo, él no sufría mentalmente. Solamente su cuerpo físico sentía dolor.

Estudiante:
¿Se pueden controlar las causas y condiciones? ¿Puedo manipularlas para controlar directamente mi vida?

Shi-Fu:
El Sutra Avatamsaka establece que todos los dharmas son creados por la mente. Si nuestra mente cambia, entonces las causas y condiciones también cambiarán. Cualquier dirección que tome nuestra mente así también cambiarán las causas y condiciones. Si nuestras actitudes cambian; también lo que percibimos cambia. Si no hacemos un esfuerzo por cambiar nuestras vidas y mente, entonces seremos influenciados por el curso de los hechos que nosotros mismos hemos puesto en movimiento. Si adoptamos el Dharma de Buda para que cambien nuestros puntos de vista sobre el mundo entonces las causas y condiciones cambiarán de dirección y nuestra vida también cambiará.

Estudiante:
Parece, entonces, que hay momentos en que nuestro karma es tan malo que no podemos aliviar el sufrimiento de nuestras vidas. ¿Hay algo que podemos hacer para aliviar el mal karma y cambiar las causas y condiciones que influyen en nuestras vidas?

Shi-Fu:
Es verdad; hay momentos en que nuestro karma es tan poderoso que no podemos controlarnos a nosotros mismos, no podemos librarnos de las aflicciones en que estamos atrapados. Esto puede ser el resultado de haber realizado varias acciones previas similares en el pasado; y ahora las causas y condiciones han madurado para que la fuerza acumulada del karma se manifieste toda al mismo tiempo. Puede también significar que Ud. ha creado un profundo, pesado y mal karma en un instante y ahora las causas y condiciones han madurado y la consecuencia de esta mala acción se manifiesta. Cuando sucede esto es como una gran inundación que nos arrastra. No hay mucho que podamos hacer sino tratar de manejarnos dentro de ella. La única forma que podemos evitar o aliviar este mal karma es quizás interceptar la consecuencia antes de que se manifieste, antes de que las causas y condiciones hayan madurado completamente.

Para usar la misma analogía: si Ud. ve que la inundación se va a producir, entonces debe ir a un lugar más alto así no lo afectará demasiado. Se puede hacer esto practicando esforzadamente, arrepintiéndose de las acciones pasadas y realizando actos virtuosos: haciendo ofrendas, dando donaciones y ayudando a otros. Los méritos acumulados de estas acciones virtuosas y el poder de su práctica pueden ayudar a aliviar o compensar el mal karma.

Por supuesto, si Ud. es un practicante sincero de meditación Chan, entonces sabrá que una aflicción, ya sea buena o mala, es una aflicción. Un verdadero practicante debe ser capaz de mantener su ecuanimidad en todas las situaciones – buenas, malas o neutras.

¿Alguén aquí ha sido atrapado por un inundación?