viernes, 29 de marzo de 2011
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Comprender la sabiduría inherente
Conferencias budistas
Charla impartida por el maestro Sheng Yen el 7 de mayo de 1997 durante un retiro Chan en Polonia

¿Qué es el Chan? Podríamos llamar al Chan “mente,” también podríamos creer que esta mente necesita cultivarse, de manera que pueda volverse iluminada, pueda alcanzar la sabiduría. Les digo que en realidad no hay nada para cultivarse, nada para lograr, la sabiduría es inherente a nuestra mente. Aún así, la mayoría de las personas no saben cómo manifestar esta sabiduría inherente. Sin embargo, el Buda en su gran compasión nos enseñó cómo comprender la sabiduría. A este método le llamamos Chan.

Por consiguiente, las personas podrían pensar que el Chan, o Zen, es algo exótico que se originó en la India, se transmitió a China, luego a Japón, y después al Occidente. Un relato ilustra la idea equivocada de que el Chan es algo externo a nosotros, y que podemos obtenerlo de un maestro. El relato está relacionado con el monje hindú, Bodhidharma, quien introdujo el Chan en China en el siglo VI. Un monje preguntó a su maestro Chan: “¿Qué trajo Bodhidharma del Occidente (India)?” El maestro Chan contestó: “En realidad, nada. Sólo dijo a las personas que el Dharma del Chan ya está aquí.”

Asimismo, el Dharma del Chan ya está y siempre ha estado aquí, está en cada uno de nuestros corazones y mentes. Mi única tarea es recordarles y señalarles los conceptos y métodos correctos para comprender esta realidad. Cuando los conceptos que guían el método son correctos y cuando el método se aplica precisa, correcta y diligentemente, la manera de práctica es correcta. Entonces, este Dharma del Chan puede manifestarse de tu corazón/mente. Cuando eso ocurre, puedes comprender la sabiduría inherente.

Me gustaría compartir con ustedes los conceptos y los métodos del Chan. El concepto o entendimiento correcto es lo más importante, y viene después el método correcto.

El Chan depende de la meditación, pero no se necesita meditación para alcanzar la iluminación. Para comprender lo que estoy diciendo, vamos a considerar qué es sabiduría, qué es la iluminación. La sabiduría, o la iluminación, se refiere al estado mental donde se han extinguido las aflicciones. Las aflicciones son todos los estados ilusorios de la mente que provienen del apego a la idea del yo. Todo pensamiento, juicio, discriminación, y búsqueda que se basan en el egocentrismo son considerados aflicciones.

Vienes al retiro para obtener beneficios de la práctica. De manera que comienzas por tu propio interés, y esto está bien. Sin embargo, una vez que te dediques a la práctica, deberás dejar de lado las consideraciones de beneficio. Todo lo que tienes que hacer, y todo lo que debes hacer, es practicar con esfuerzo y consistencia. Si tienes ideas de logro o de deshacerte de algo, solamente producirás más aflicciones. Sí, el objetivo final del Chan es alcanzar la iluminación, y sí, el Chan incluso habla de la iluminación repentina. Pero el progreso real siempre es gradual e implica etapas.

En primer lugar, aprende cómo concentrar la mente. A través de la mente concentrada, puedes aún unificar la mente. Luego, puedes disolver y esfumar tu mente unificada a alcanzar la no-mente o la iluminación. De manera que estas tres etapas, la mente concentrada, la mente unificada, y la no-mente, llegan de la práctica gradual y enfocada.

Doy orientación a los individuos de acuerdo a su experiencia y situación. Podría pedir a alguien que comience con contar la respiración. Podría decir a otra persona que empiece inmediatamente con la práctica de gong’an or hua-to. En términos sencillos, un gong’an, o koan en el Zen, es una anécdota de la experiencia de iluminación de alguien. Por ejemplo, mi gran maestro, Xu Yun (Nube Vacía), estaba sosteniendo un vaso en el que se vertía té caliente. Algo del té se derramó sobre su mano, y el vaso se le cayó. Al oír romperse el vaso en el suelo, Xu Yun experimentó la iluminación. Este relato es un gong’an. Al “investigar” o meditar sobre un gong’an, enfoca todas tus energías en comprender el significado del gong’an. Si transformas este relato en una pregunta como “¿Quién se iluminó cuando se rompió el vaso?” y la empleas como un método de práctica, eso es un hua-to.

Sin embargo, no importa qué método uses, vas desde la mente dispersa a la mente concentrada y desde ella a la mente unificada. Luego, uno puede romper esta mente unificada y experimentar la no-mente, o la iluminación. Estate seguro de que es imposible tener una mente dispersa y experimentar la realización. Por el otro lado, por favor, no malinterpretes la mente unificada, el estado de unidad, como iluminación. No son lo mismo.

De esta manera, vamos a ver más detenidamente a la mente unificada. Hay tres etapas de la mente unificada. La primera es la unidad del cuerpo y la mente. Esto es cuando desaparece la sensación corporal, quedando sólo la experiencia de la práctica misma. Si estás contando las respiraciones y alcanzas este estado, te conviertes en la cuenta de la respiración.

La segunda etapa es cuando desaparece la práctica misma. Por ejemplo, estás contando las respiraciones, y cuando te vuelves más concentrado, los números desaparecen, no hay más cuenta. Sólo quedan la conciencia de la respiración y claridad de la mente, pero no hay un pensamiento de “sólo estoy conciente de mi mente estando clara.” Es lo mismo de momento a momento, sólo esta conciencia. Esta segunda etapa de la mente unificada es también la etapa en la que desaparecen las palabras de gong’an quedando sólo la conciencia de trabajar sobre el gong’an, cada momento como el otro, sin conciencia de sí.

El tercer tipo de la mente unificada proviene de generar lo que es llamado la “sensación de duda” o “masa de duda.” Por ejemplo, a través de practicar un gong’an energética y persistentemente podrías alcanzar un estado en el que no hay más palabras en tu mente, e incluso el mismo gong’an se ha desaparecido, sólo existe esta masa creciente de energía. Esta energía está acompañada por un sentido de asombro, de rendirse a lo desconocido, pero al mismo tiempo del deseo intenso de saber. Esta masa de duda puede volverse tan grande que la absorción mental de uno es completa. En algún momento, la mente discriminativa desaparece.

Dos cosas podrían suceder. La primera, la masa de duda puede hacerse añicos, quizás por alguna acción o por las palabras escuchadas o habladas, y uno podría experimentar la iluminación como en el caso de Xu Yun. La segunda es que la masa de duda podría disiparse, dejando al practicante con un sentido profundo de paz y unidad. El practicante podría experimentar desapego de cualquier cosa interna o externa, incluso no sentir el entorno. Algunos podrían considerarlo como una experiencia de iluminación, pero éste todavía es un estado unificado porque este sentido de no interior, no exterior, proviene de un sentido del yo. En esta etapa, el sentido del yo podría ser extremadamente sutil, pero está allí aún.

El verdadero Chan es experimentar la no-mente. Se necesita un maestro de profunda iluminación para averiguar si alguien sólo ha alcanzado un estado unificado o un verdadero estado del no-yo. Los maestros quienes sólo alcanzaron este estado de unidad más profundo no pueden juzgar verdaderamente si un alumno ha experimentado realmente la iluminación. Si creen que ellos mismos están iluminados, podrían certificar erróneamente a sus estudiantes quienes sólo han alcanzado este estado de la mente unificada. Si estos maestros, creyendo en su propia iluminación, dejan de practicar, nunca podrán conocer el estado del no-yo, y eso es infortunado.

La historia del Chan está llena de relatos sobre discípulos cuyas experiencias no fueron confirmadas por un maestro. Debido a esto, a veces se fueron creyendo que los maestros eran incompetentes. Pero también hay casos en los que los discípulos se convirtieron después en maestros iluminados y estaban verdaderamente agradecidos a algún maestro anterior por no validar sus experiencias prematuras. Esto les permitió persistir y continuar su práctica y, a su tiempo, alcanzar la verdadera realización.

Espero que todos ustedes puedan dedicar sus mejores esfuerzos a su práctica. No se preocupen por la iluminación. Digo esto aunque acabo de dedicar algún tiempo a decirles qué es la iluminación. Pero necesitan comenzar con puntos de vista correctos, y eso es lo que he intentado ofrecerles. Para practicar el Chan, uno necesita dedicación y esfuerzo. Cualquier cosa que experimenten en la práctica, sea una mente concentrada o incluso un profundo estado unificado, si hay búsqueda, no hay iluminación. Mi objetivo es guiarles de una mente dispersa a una concentrada, de una mente concentrada a una unificada, de una mente unificada a la no-mente.

Lo más importante y alcanzable es cultivar la mente. Pero incluso si no puedes alcanzar la no-mente, el sólo tener períodos de mente concentrada es bueno y contribuye al progreso. Alcanzar la no-mente, alcanzar la iluminación, podría sonar extremadamente difícil. Ciertamente, sin conceptos y métodos correctos y sin un buen guía, es muy difícil. Sin embargo, si uno tiene puntos de vista correctos y un método correcto y sabe usarlos, es posible comprender su sabiduría inherente. Creo que en lo que concierne al concepto y punto de vista sobre la práctica, han escuchado claramente y han comprendido.