viernes, 29 de marzo de 2011
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Mente y el Polvo del Dharma
Conferencias budistas
Conferencia impartida por el maestro Sheng Yen el domingo 19 de abril de 1987 .

En mis charlas sobre el Surangama Sutra he hablado de los doce ayatanas, o entradas, que se refieren a los seis órganos sensoriales y a los seis objetos sensoriales. Una entrada se refiere a un punto o a una posición en que algo puede especificarse o al contacto en el que puede realizarse.

Hoy voy a abordar la mente y su objeto, que constan de la décimo primera y la décimo segunda entradas. En realidad, el objeto de la mente también puede traducirse como el “polvo de los sentidos” o el “polvo del dharma.” Dharma es una palabra utilizada a menudo para describir el objeto de la mente. Este “dharma” no debe confundirse con las enseñanzas budistas o con las leyes subyacentes del universo. El Dharma puede tener muchos significados. Aquí se refiere a pensamientos, ideas, e imágenes mentales.

Vamos a empezar con el órgano sensorial de la mente. En Occidente las funciones de la mente son normalmente descritas como conciencia, pensamiento y fuerza de voluntad. Muchas personas consideran estas actividades como puramente mentales. Otros, confiando en la medicina occidental, caracterizan estos fenómenos como atributos del sistema nervioso.

Por ejemplo, hay drogas que estimulan las secreciones hormonales y de este modo afectan el sistema nervioso. Otras drogas, tales como narcóticos, dificultan el funcionamiento del sistema nervioso. En China, se usa la acupuntura para conseguir resultados similares. Hoy, aquellos cuya enfermedad mental podría haberse considerado desesperante, pueden ser curados por medio de dichos métodos

Algunas personas consideran el funcionamiento de la mente como una actividad puramente mental y no física. Pero si eso fuera absolutamente cierto , ¿cómo podrías incrementar o disminuír las respuestas intelectuales de alguien a través de la introducción física de drogas u otras sustancias químicas? ¿En dónde termina el reino mental y dónde comienza el físico? ¿Qué opinas de esto?

De niño, yo era bastante lerdo. De hecho, no empecé a hablar hasta cerca de los ocho años. Por consecuencia, cuando salí de casa para hacerme monje, tuve grandes dificultades para leer los sutras. No podía memorizar nada. Mi maestro me dijo: “Realmente eres un tonto.” Dijo que yo era una persona con obstáculos kármicos pesados y que sólo a través de hacer 500 postraciones cada día al Bodhisattva Avalokitesvara, podría conseguir eliminarlos.

Hice lo que me pidió mi maestro por tres meses hasta que un día me sentí calmado y fresco. Parecía haberme abierto paso y todo lo que me había apesadumbrado por tanto tiempo parecía disiparse. A partir de ese momento no tuve problemas en memorizar o recitar los versos de los sutras. Mi maestro dijo que esto sucedía porque el Bodhisattva estaba respondiéndome. Creo que tenía razón, y por lo tanto esta función en la que el Bodhisattva intervino y me ayudó, fue puramente mental.

Pero hace algunos años hablé acerca de esto con algunas personas y ellos tenían una teoría diferente. Pensaban que mis poderes mentales aumentados no tenían nada que ver con el Bodhisattva Avalokitesvara. Dijeron que yo no había estado sano cuando llegué al monasterio y por consiguiente, mi ch'i, o fuerza de la vida no podía fluir adecuadamente a través de mi cuerpo. De acuerdo a esta línea de razonamiento, las postraciones sólo sirvieron como un ejercicio para abrir el meridiano central de mi cuerpo para permitir que el ch'i fluyera adecuadamente. Las personas que se dedican a esta práctica del ch'i dicen que cuando han incrementado el flujo del ch'i a través de su meridiano central, entonces, ellos también habrán incrementado la sabiduría.
Respeto a estas personas, y si aquí hay alguien de ustedes que se considera a sí mismo un poco lerdo, tal vez querrá consultar a un maestro del ch'i para ayudar a abrir su meridiano central.

Cuando hablamos del órgano sensorial de la mente, nos referimos al cerebro como se entiende en la medicina occidental. Es en las cédulas del cerebro que se almacenan todas nuestras experiencias previas. A partir de éstas basamos nuestros juicios y formamos las asociaciones de memoria. Podríamos comparar esto con los datos almacenados en una computadora. Justo como la memoria de una computadora puede ser dañada y provoca la pérdida de datos, la memoria puede perderse si el cerebro se daña en cierta medida.. Por consiguiente, dado que muere el órgano sensorial de esta vida, en tu vida siguiente no serás capaz de recordar lo que te ha pasado en ésta . Por supuesto, podría ser posible el recuerdo de las vidas pasadas para alguien que ha desarrollado los poderes sobrenaturales, pero esto es un tema que no vamos a tratar hoy.

Entonces, el órgano sensorial de la mente es algo físico. Esto incluye las células cerebrales y los nervios de nuestro cuerpo, todos, funcionanando mediante una acumulación de información y experiencia en la que basamos nuestros juicios y acciones. Sabemos que las formas e imágenes son objetos del ojo, los sonidos son objetos del oído, etc. Entonces, ¿cuáles son los objetos del órgano sensorial de la mente? Nuestras experiencias son recordadas a través de símbolos, imágenes mentales, sonidos, y anotaciones del lenguaje. Estos son los objetos sensoriales, y se dividen en tres categorías: lo bueno, lo malo y lo neutro. Son almacenados en el órgano sensorial de la mente, y colectivamente estos símbolos, sonidos, e ideas son referidos como polvo del dharma, tal como lo mencionamos anteriormente.

Sabemos que para que funcione la mente, además de un órgano sensorial y un objeto sensorial, debe haber una conciencia sensorial. Sin incluir la conciencia, simplemente estamos hablando de las doce entradas, que fundamentalmente están relacionadas con el mundo físico. Esto podría ser el nivel de un materialista, quien sostiene que sólo la materia existe. Entonces, ¿qué diría un materialista acerca una persona joven que murió en un accidente? Las células cerebrales podrían permanecer intactas, pero, ¿de qué podrían estar conscientes? ¿Qué les ocurre a las memorias y experiencias almacenadas en esas células ?

En los últimos tiempos se han hecho posibles muchos trasplantes de órganos, incluyendo riñones, pulmones, e incluso corazones. ¿Y qué hay del cerebro? ¿Podría ser trasplantado? Y si fuera posible ¿a quién pertenecería la memoria que contiene, al donante o al receptor?

Imagina que una zona de mi cerebro se dañara y algo de la solución incluyera implantar una parte del cerebro de Nagendra . Cuando recordara algo, ¿las memorias serían las mías o serían ocasionalmente las de Nagendra? ¿Me consideraré a mí mismo como Shih-fu o como Nagendra? ¿Reconoceré a algunos de sus amigos con quienes no me he encontrado nunca si los veo en la calle? ¿Yo tendría acceso a su cuenta bancaria? Si él estuviera casado, ¿yo pensaría que su esposa es la mía?

Tales discusiones sobre el cerebro y la memoria aún están muy profundamente arraigadas en la materialidad. Pero para aquellos que practican el Dharma hay otra cuestión: ¿qué papel desempeña la memoria en el karma que nos mueve de renacimiento a renacimiento? ¿Cuál es la conexión entre lo físico, lo mental y lo espiritual?

Es verdad que alguien con poderes sobrenaturales podría percibir el funcionamiento del karma, pero aquellos sin dichos poderes no pueden saber cómo funciona el karma según su propia experiencia. El sutra habla sobre la relación causal que vincula una vida con otra, sobre las causas y consecuencias. Pero si tratamos de comprender el karma, no debemos limitarnos a lomaterial, sino debemos incluír también las seis conciencias sensoriales.

Nótese que aunque hablamos de las seis conciencias sensoriales, realmente sólo hay una conciencia. Para explicar el funcionamiento de la conciencia, hablamos de las primeras cinco conciencias: el ojo, el oído, la nariz, la lengua, y el cuerpo, que se relacionan con el mundo físico, y la sexta conciencia, que se relaciona con el mundo mental. Pero lo que realmente llamamos la sexta conciencia incluye las primeras cinco conciencias así como la séptima y la octava conciencias, que se relacionan con el egoísmo y el almacenamiento del karma previo, y que voy a abordar brevemente. Sin embargo, a pesar de la numeración y división en categorías, en verdad, sólo hay una conciencia.

Ahora voy a hablar de las tres categorías de las funciones relacionadas con la conciencia. La primera categoría consta de cognición, juicio, y decisión. Estas funciones están directamente relacionadas con el órgano sensorial del cerebro y constan de lo que puede llamarse la “sexta conciencia en el sentido estrecho.”

Las siguientes dos categorías no se relacionan tanto con el órgano físico del cerebro como con la misma mente. La primera de éstas, la séptima conciencia, se relaciona con el egoísmo. La siguiente, la octava conciencia, es el almacenamiento de todo el karma previo. La séptima conciencia es realmente una conciencia de la octava conciencia. Es este ego el que funciona para mantenernos en el ciclo de nacimientos y muertes, y que provoca la octava conciencia que se transmite de una vida a la siguiente. Al morir, la “sexta conciencia en el sentido estrecho” desaparece. Solamente las dos últimas continúan.

Para conocer realmente el funcionamiento más profundo de la conciencia (lo que hemos descrito como la octava conciencia) debes alcanzar la Budeidad. Incluso los arhats no están conscientes de la octava conciencia. Pueden estar conscientes, no obstante, de la séptima conciencia porque ésta es el aspecto de la conciencia que se aferra al sentido del yo. Los arhats están libres del ciclo de nacimiento y muerte, y por lo tanto están libres del sentido del yo. Cuando alcanzas el estado de arhat, puedes estar consciente de la séptima conciencia.

Vamos a volver a los tres tipos de símbolos de los que hablamos anteriormente: lo bueno, lo malo, y lo neutro. Estos son los tres tipos del polvo del dharma. ¿Con qué criterio establecemos estas categorías de lo bueno, lo malo y lo neutro? Esto podría parecer subjetivo. ¿Lo que es bueno para una persona también es bueno para otro? ¿Hay un consenso “común” para decirnos en qué categoría se divide algo? ¿Eso sería lo mismo para los estadounidenses, los chinos, los indios, las mujeres, y los hombres? Simplemente es imposible para los seres humanosllegar a un consenso con respecto a estas categorías. Ello se debe a que estamos demasiado concentrados en nosotros mismos y no podemos llegar a conclusiones objetivas. Esta es la razón por la que debemos depender de las enseñanzas del Buda. El Buda no ve nada ni bueno, ni malo, ni neutro. Él está libre del egoísmo y sólo usa estas categorías para los seres sensibles de manera que podamos hacer progresos y al final alcanzamos la Budeidad. Es por nuestro bien que el Buda clasifica los diversos actos del cuerpo, mente y habla en términos de lo bueno, lo malo y lo neutro.

Algo que sucedió en Taiwán aporta una interesante prueba de cómo ustedes podrían clasificar las acciones del prójimo. Hubo un policía que estaba huyendo al serperseguido por asesinato. Había matado a quien consideraba malo. . Pero sabía que había violado la ley, así que tomó a su prometida y escapó. Fueron perseguidos. Cuando al final fueron detenidos, le preguntaron a la prometida por qué había ayudado a un asesino y escapado con él. Ella contestó: “Mi prometido es la persona más maravillosa en el mundo. No ha hecho nada incorrecto. El hombre al que mató estaba equivocado. Era malo y merecía la muerte. Si lo que hizo mi prometido no era correcto, entonces, hay que cambiar las leyes.” Sin embargo, la esposa del hombre asesinado, obviamente, tenía una opinión diferente. Ella dijo: “La ley es la ley. Un policía debe cumplir la ley. Merecía el castigo.”

Es verdad que a muchas personas no les gustaba el hombre que fue asesinado. Muchos pensaban que merecía la muerte. Pero, sea así o no, no hay nada en la ley que permita a alguien convertirse en un ejecutor de la justicia debido a las preferencias personales. ¿Cómo juzgarías al policía? ¿No según el tribunal legal, sino según el tribunal del Dharma ?

El principio del Dharma no debería ser usado para traer confusión a la ley secular – las leyes creadas por los gobiernos de las naciones. Estas leyes deberían ser los fundamentos de la sociedad, pero el Dharma puede ser el espíritu orientador, o principio, en su formación.

Decidir simplemente que alguien es malo no te concede el derecho a matarlo. Este es el caso en una sociedad desordenada, una sin leyes o gobierno. El policía podría haber llevado al hombre ante los tribunales en lugar de matarlo. Si él es juzgado así, entonces morirá de acuerdo a la ley.

Las preferencias individuales son subjetivas. Una persona equivocada podría creer que todo el mundo excepto él mismo es malo y tratar de abatir a tiros a tantas personas como pueda. Cosas como esas realmente suceden. Puesto que el policía actuó por su propia cuenta y no de acuerdo a la ley, él ha violado la Ley.

Por el contrario, alguien actuando como un agente del gobierno que participa en una ejecución generalmente no está cometiendo asesinato.

Por supuesto, hay definitivamente otra pregunta: Si leyes tan severas como la pena de muerte son justas o no. Tal como lo que dijo la prometida del policía, hay leyes que deberían ser cambiadas. .

Hemos abordado la mente y su objeto y las categorías en que se dividen estos objetos. No es importante si comprendes o no estos pasajes en el sutra. Lo importante es la práctica.