sábado, 20 de abril de 2011
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Poder Sobrenatural
Conferencias budistas
Conferencias impartidas por el maestro Sheng Yen los días domingos, 9 y 16 de junio de 1985.

El énfasis del Surangama Sutra está en el samadhi y en el poder del Samadhi, la concentración de la mente. A través del samadhi, el Buda irradia su poder, su enseñanza. Se puede desarrollar el Samadhi sólo por medio de la realización personal y la experiencia conseguida a través de la práctica. De lo contrario, es imposible alcanzar algún poder o fuerza real. No es suficiente sólo estar vinculado a un ser poderoso o recibir la ayuda de una deidad.

Ananda daba por supuesto que sería protegido por el Buda porque él fue su primo así como su compañía constante. Sin embargo, Ananda fue sucumbido por los poderes mágicos y los hechizos de una cortesana. Su poder del Samadhi no era lo suficiente fuerte para poder resistirse a ella.

Hoy voy a hablar sobre el samadhi, los niveles que se pueden desarrollar, y los poderes sobrenaturales que puede generar este desarrollo. Voy a discutir los poderes sobrenaturales en tres niveles: los seres sensibles comunes, las deidades y los iluminados.

Los seres sensibles comunes podrían desarrollar su propio poder desde la práctica del Samadhi, o podrían recibir el poder desde otros seres como una consecuencia de plegaria o práctica del mantra. Un caballero muy viejo que conozco, el Sr. Chen, me dijo acerca de un monje vietnamita que práctica una forma esotérica del Budismo. Enseña a sus discípulos a utilizar un mantra que les permite curar los dolores de cabeza y un número variado de enfermedades.

Si hubiera un mantra que podría realmente realizar tales milagrosas curaciones, no habría necesidad de tener médicos y hospitales. Todo lo que necesitaríamos es el mantra. Pero incluso los famosos lamas en el Tíbet pueden caer presas de la muerte y la enfermedad. No hay mantra que pueda defender contra todas las enfermedades. Y sin tu propio samadhi, el poder de un mantra recibido de una deidad, un Bodhisattva, o un Buda es limitado e inconfiable.

En India, Tíbet y China es común utilizar símbolos y sobre todo sonidos para invocar el poder de una deidad. Estas prácticas preceden incluso al Budismo. Las deidades, los Bodhisattvas y los Budas tienen nombres relacionados con ellos, al igual que Nagendra y Lucy tienen nombres por los que pueden ser llamadas. Pero para los seres liberados tales como Budas y Bodhisattvas los nombres sólo son conveniencias. En realidad, ellos no necesitan nombres. Sin embargo, hay mantras relacionados con estos seres que ayudan a los seres sensibles a alcanzarlos. Manjusri tiene su propio mantra, así como Avalokitesvara, y etc.

El poder de un mantra varía de acuerdo a la deidad a la que representa. En realidad, el nombre del Bodhisattva es también su mantra. Cuando repetimos el nombre de Avalokitesvara (Kuan Yin, en chino), estamos recitando su mantra. La recitación de los nombres puede generar algún poder, y esto puede ser útil para alguien que no ha desarrollado el samadhi por cuenta propia.

Los científicos pueden transmitir mensajes de un lado de la Tierra al otro a través de rebotar una señal de un satélite en orbita. Similarmente, el poder de un Buda o un Bodhisattva puede servir como un espejo para reflejar y también para desarrollar nuestro poder más débil. En realidad, un Buda o un Bodhisattva no decide ayudarnos – su ayuda es un producto natural de su poder, justo como un satélite, de acuerdo con su estructura y diseño, transmite señales de radio o de televisión. Los seres iluminados no se sienten fastidiados, como parecen pensar algunas personas, cuando repetimos sus nombres. Es un proceso muy natural hacer contacto de esta manera.

Las deidades saben muy bien cuando están siendo llamados. Es un poco parecido a llamar a la policía cuando estás en problema, y ellos dicen que estarán allí en un instante.

El poder de las deidades, Bodhisattvas y Budas también puede ser transmitido a través de los médiums espirituales. Estos son personas especialmente receptivas a la transmisión espiritual. El poder que recibe un médium viene directamente de una deidad, Bodhisattva o Buda, no es el propio poder del médium, no importa lo que el o ella piense.

Me preguntan a menudo si tengo poder sobrenatural, y si puedo enseñar a los demás a desarrollarlo. Yo siempre digo, “No tengo tal poder, y si lo tuviera no te lo enseñaría.” El utilizar tal poder me metería en problemas, y si te lo enseñara, yo te metería en problemas.

A lo largo de la historia, las personas que han utilizado los poderes sobrenaturales se han encontrado en situaciones peligrosas o han tenido finales trágicos debido a su poder. Incluso uno de los discípulos del Buda murió por esta razón. Las personas que utilizan el poder sobrenatural deben lidiar con la ley del karma. Cuando ayudas a alguien que está enfermo o en peligro, intercedes en el karma que estaba afectando a esa persona, y el karma ahora se dirige directamente hacia ti. Es como asumir la deuda de otra persona. Ahora tienes que pagarla.

Los poderes sobrenaturales no deberían utilizarse a la ligera. El relato del Nuevo Testamento de Jesús es un ejemplo del karma redirigido. Creo que Jesucristo tenía poderes sobrenaturales – la capacidad de curar al enfermo, hacer ver a los ciegos, y hacer salir a los demonios. Podrías pensar que con tales poderes, cuando fue clavado en la cruz, habría sido capaz de hacerlo desaparecer con una agitación de su mano. Pero no, tenía que morir. Podrías decir que Jesús murió debido a los pecados de las demás personas, puesto que tenía poder sobrenatural, puesto que intervino en los asuntos que afectan a las vidas de los demás.

¿Entonces por qué incluso hablo de los poderes sobrenaturales? Es para enfatizar el poder del samadhi. La práctica y la experiencia del samadhi generan el poder mental. Este poder no necesariamente tiene que ser sobrenatural, pero lo puede ser. La razón importante es que el samadhi puede ayudar a aumentar el poder mental.

La práctica del dhyana y del samadhi puede aclarar una mente dispersa, y traerla a un estado de concentración. La mente puede volverse tan concentrada, en efecto, que puedes mantenerla en un único pensamiento, cualquier pensamiento que elijas. Podrías ser capaz de cambiar la disposición de una persona particular o de afectar enormemente una situación o un suceso particular. Eso depende de cuán concentrado estás.

Un practicante muy concentrado que ha eliminado todos los pensamientos vagabundos puede, en su mayoría, saber lo que quiere saber. No tiene que ver u oír nada en particular; simplemente sabrá. Una persona con esta habilidad puede predecir la llegada de un visitante, y saber el día exacto en que decidió venir al principio. Eso podría parecer extraño y místico, pero no es nada más que un poder que algunos practicantes desarrollan del samadhi.

Es importante comprender que un practicante que tiene clarividencia, tal como describí arriba, no necesariamente sabrá lo que está en la mente de todo el mundo en todos los momentos. Dos factores deben implicarse para que un practicante pueda conocer los pensamientos de otra persona: debe haber una afinidad kármica entre el practicante y la otra persona, y esa persona debe estar abierta a conectarse con el practicante. Si pensaras que había alguien que pudiera leer todos los pensamientos en tu mente, no querrías tener nada que ver con él. Te sentirías desnudo. Pero realmente no hay nada que temer. Primero, los dos factores que acabo de mencionar deben estar presentes. Y considera, hay ocho millones de personas en la Ciudad de Nueva York. No hay practicantes comunes que puedan saber lo que todos están pensando. Sólo el Buda es capaz de hacerlo.

Estos poderes psíquicos pueden ser falibles. Una vez cuando por casualidad yo estaba cerca de una cierta montaña en Taiwán, decidí visitar a un monje que vivía en el área. Tenía una reputación por saber cuando las personas le visitarían mucho antes de que llegaran. Pero cuando llegué, me di cuenta de que no había sabido que yo estaba llegando, y no sabía quién era yo. Pienso que la razón de esto es que no tenía intención de visitarle hasta que me encontraba en su área.

Lo que puedes hacer depende del poder de tu samadhi. Si tienes suficiente poder, puedes agarrar una pieza de hierro o acero en tu mano y transformarla en oro, entonces podrías llevarlo a la joyería e intercambiarlo por dinero en efectivo. Todo lo que deberías hacer es aprender esta técnica. Por supuesto, las consecuencias de intentar hacer algo como esto son que probablemente te matarás a ti mismo o terminaras por matar a otra persona. Y si pasas la vida en prisión, no pienses que simplemente puedes derretir las barras con tu samadhi y escapar. En aquel momento tu karma será tan fuerte que el samadhi será inútil.

El poder sobrenatural puede ser utilizado ocasionalmente, no debería ser utilizado demasiado a menudo. Si lo utilizas, eso podría beneficiar a los demás, y es de esperar que pueda traerte a ti algún beneficio. El utilizar este poder no debería ponerte en peligro. Si es así, eso significa que estás transfiriendo el karma de otra persona a ti mismo. La mayoría de los practicantes se abstienen de usar su poder sobrenatural.

El poder del Samadhi siempre debería ser desarrollado antes de que intentes utilizar el poder de un mantra. Cuando estás firmemente establecido en el samadhi, entonces ocasionalmente puedes tratar de ayudar a los demás. El utilizar un mantra sin el samadhi no es el verdadero Budismo. Eso también es verdad para el Budismo Tibetano.

Ahora voy a hablar sobre los poderes psíquicos de los iluminados – los Budas y los Bodhisattvas. Estos son seres cuyo poder es tal que pueden entrar en y salir del samsara sin ser obstaculizados por el karma.

Para los seres sensibles comunes, el karma es la ley de retribución, del efecto determinado por la acción anterior. Es el karma que nos hace nacer como seres humanos. Una vez un médico que conozco vino a visitarme, y preguntó por qué deberíamos hacer buenas obras en esta vida cuando no nos beneficiarán, sino a la persona siguiente en su próxima vida. Pregunté, “Si hicieras algo por la mañana y recibieras su beneficio por la tarde, ¿dirías que el recipiente sería la misma persona o que serían dos personas diferentes?” Y de nuevo “¿Eres la misma persona que estudiaba tan diligentemente para convertirse en médico, o eres una persona diferente? Puedes decir que es la misma persona que ha pasado por todas las dificultades y cambios. Lo que recibes está de acuerdo con cómo has actuado.”

El iluminado hace actividades justo como las personas comunes. Pero, a diferencia de las personas comunes, el iluminado ya no tiene un sentido del ego. Como consecuencia, no hay consecuencia kármica. El karma sigue detrás de las personas comunes como una sombra. Ningún karma sigue al iluminado. Cuando un iluminado realiza una buena obra, no genera nada – no hay consecuencias. El ser un iluminado no sería tan interesante como parece, ¿no? Una persona común logra algo de vuelta por sus esfuerzos, un iluminado no logra nada.

Una vez cuando yo estaba en Taiwán un hombre joven acudió a mí, y me dijo que quería moldear su vida después de la mía. Él dijo, “Pero por desgracia, tengo una fuerte afinidad kármica con una mujer joven, y tengo que trabajarla.” Le pregunté, “¿No piensas que estás haciendo más fuerte el vínculo a través de dedicar todo tu tiempo a esta relación?” Dijo, “No, me imagino que me estoy deshaciendo de esta obstrucción particular.” Esto es la naturaleza de las personas ordinarias – no hay ninguna manera de que pueden mantenerse alejados de la acción y reacción kármica.

Pero para los iluminados, es un proceso natural evitar el karma. El Budismo Mahayana y Theravada (Hinayana) se diferencian en su clasificación de seres iluminados. Hay cuatro niveles en el Theravada, diez o a veces once en el Mahayana. Alguien que está en el primer nivel, la “Entrada en la Corriente,” de acuerdo con la clasificación Theravada, puede guardar verdaderamente el precepto de no matar. Podríamos tomar este precepto, pero lo más probable es que pisaremos involuntariamente un insecto o de alguna manera aplastamos un bicho durante el transcurso del día. Pero el poder psíquico de “uno que ha entrado en la corriente” es tal que cuando camina, las criaturas se apartan de su camino.

El último nivel en el Theravada antes de la Budeidad es el de Arhat. Podrías haber leído que alguien puede alcanzar este nivel sin adquirir poderes psíquicos. Pero los Arhats pueden llevar a cabo casi todo lo que deseen hacer. Sin embargo, podrían ser inconscientes de su poder. Hay un relato de un grupo de monjes que llegaron tarde una noche a Vihara, un templo indio. Se había agotado el aceite de la lámpara y la noche era tan oscura como la boca del lobo. Uno de los monjes dijo, “Podemos tener luz si hay un Arhat aquí.” En efecto, un monje dio un paso adelante y dijo que él era Arhat. El primer monje aconsejó que él apuntara su dedo e iluminara el área. Apenas lo hizo el Arhat, el área estaba bañada en luz. Solamente no estaba consciente de algunos de los poderes que había alcanzado.

En la literatura de muchas culturas hay referencias a los seres celestiales que responden a las plegarias de los mortales con plata, oro, o joyas preciosas que han sido transformados desde los objetos ordinarios o sustancias. Los sutras budistas reconocen este poder, pero sé cauteloso en que una sustancia transformada puede revertir a su forma original. Eso podría tardar ocho, ochenta, incluso quinientos años, pero finalmente volverá a cambiar. Sin embargo, si un Arhat transforma algo en oro, permanecerá por un kalpa grande.

Muchas personas están curiosas por las vidas pasadas y futuras. Los Devas y dioses pueden conocer el pasado y el futuro, pero su poder se limita quizás a diez vidas en cualquier dirección. El deva más poderoso podría ser capaz de ver cien vidas en cualquier dirección, pero no más. Los Arhats tienen incluso un poder más grande. Pueden recordarse de las vidas por diez mil kalpas, pero incluso no pueden volver a sus orígenes. Ellos pueden, sin embargo, indicar exactamente lo que pasará en el futuro.

Ahora voy a comparar el poder de un Arhat con el de un Buda. Entre todos los Arhats, el que más sobresalía por el poder psíquico fue Maha Maudgalyayana. Una vez el Buda le dijo, “Hay un mundo que se encuentra al occidente. Si vamos allí juntos, no serás capaz de seguir mi ritmo así que comienza el viaje antes que yo.” A Maha Maudgalyayana le tardaba tres meses en llegar a su destino. Cuando llegó, el Buda ya estaba allí. Maha Maudgalyayana le preguntó cuándo había partido. El Buda contestó que había salido justo hace un momento. Para el Buda no hay distancia. Este mundo o aquél mundo está cerca, no importa cuán lejos parece para nosotros. No hay tiempo para el Buda – ves vidas ilimitadas en el pasado, vidas ilimitadas en el futuro, puede ver todas en el mismo instante.

Un dios puede tener jurisdicción sobre una región particular o una nación. Un deva que tenía poder sobre este planeta sería efectivamente poderoso. Pero este es un planeta pequeño entre las miríadas. El poder de un Arhat se extiende por más de miles de sistemas mundanos. Él tiene la capacidad de saber lo que transpira en cualquier lugar en su ámbito.

Pero el Buda está en cualquier lugar y en cualquier momento. El Bodhisattva Manjusri está muy cercano a la Budeidad, de este modo su poder es comparable. Él, igualmente, está en cualquier lugar y en todos los momentos. El Bodhisattva Avalokitesvara puede responder sin ningún esfuerzo a mil seres diferentes en mil lugares diferentes en el mismo momento.

Había un maestro Chan que decidió orinar delante de una estatua del Buda. Otro monje se precipitó hacia él y le preguntó qué estaba haciendo. El maestro dijo, “Si puedes señalarme en dónde no hay Buda, iré allí”

El poder de los Budas y Bodhisattvas existe en todos los lugares y en todos los momentos, y supera mucho más el poder de los demás seres: Arhats, deidades, y las personas comunes.