Los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos I
Por el maestro Sheng Yen

La primera de las dos conferencias sobre el tercer grupo de prácticas conocidas conjuntamente como las Treinta y Siete Ayudas para la Iluminación.

Las Treinta y Siete Ayudas para la Iluminación constan de siete grupos de prácticas hacia la iluminación, especialmente como se siguen en la tradición budista Theravada. Comenzando con los Cuatro Fundamentos de la Atención, un practicante progresa mediante los grupos, culminando en el Noble Octuple Camino. En números anteriores del Chan Magazine, presentamos los dos primeros de los siete grupos: los Cuatro Fundamentos de la Atención y los Cuatro Rectos Esfuerzos. En este número presentamos la primera de las dos partes relativas al tercer grupo: los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos. Los dos artículos están basados en las conferencias por el maestro Sheng Yen en el Centro de Meditación Chan, Nueva York. Las conferencias, impartidas los días 20 de Octubre y 5 de Noviembre del 2002, fueron traducidas oralmente del chino al inglés por Rebecca Li, transcritas por Bruce Rickenbacher y editadas por Ernest Heau.

Dominar nuestra propia mente

Los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos son también llamados con nombres tales como los Cuatro Pasos hacia el Poder de Omniprecensia, los Cuatro Pasos hacia el Poder Ilimitado y los Cuatro Tipos de Samadhi. Riddhipada en sánscrito significa “pasos hacia el poder (mágico).” Su título en chino, si ru yi zu, habla de una mente que puede conseguir lo que quiera. Esta es una mente que es maestro en sí misma, libre y a gusto.
Hay un dicho chino que reza: “De nueve cosas que nos suceden a nosotros, ocho no cumplen con nuestras expectativas.” ¿Por qué mucho de lo que nos ocurre no está a la altura de nuestras expectativas? Eso se debe a que normalmente no somos el maestro de nuestra propia mente. Pensamos en lo que no deberíamos pensar, y no podemos ser capaces de pensar en lo que deberíamos pensar. Ambos hábitos contribuyen a nuestra incapacidad de obtener el control de nuestras vidas. No aprendemos del pasado ni tampoco tenemos un plan claro para el futuro; por consiguiente, continuamos cometiendo errores. Constantemente enfrentada con problemas, nuestra vida está llena de adversidad. Sin ser capaces de controlar nuestra mente, dejamos que los problemas pequeños se conviertan en problemas grandes; sin ser capaces de alcanzar nuestros objetivos, nos sentimos incómodos. Sin embargo, con la práctica correcta podemos eliminar de forma gradual estos obstáculos y sucederá más lo que está de acuerdo con nuestras expectativas.

Los Cuatro Fenómenos Reforzados

El camino Mahayana a la budeidad puede compararse con un viaje de cinco etapas. En la primera etapa reunimos las provisiones que necesitaremos para el viaje. En términos del camino, esto significa la práctica de los Cuatro Fundamentos de la Atención y los Cuatro Rectos Esfuerzos. En la segunda etapa, en realidad, comenzamos a recorrer el camino hacia la budeidad. Esta etapa consta de la práctica de los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos, y se caracteriza por los cuatro fenómenos reforzados. La tercera etapa es alcanzar el dhyana, en el que uno percibe directamente que la verdadera naturaleza de sí mismo es aquella de un Buda. Esta es la etapa del arhat, o santo. La cuarta etapa es hacer realidad el camino del bodhisattva en el que uno practica el dhyana para alcanzar el samadhi y la sabiduría. Esto permite que uno emplee los métodos hábiles para liberar a los seres sensibles. La quinta etapa del viaje es la liberación completa en la budeidad.

Antes de hablar de los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos, me gustaría describir brevemente los cuatro fenómenos reforzados de calor, cima, paciencia y dharma supremo en el mundo. Estos fenómenos surgen con la práctica y se validan como que uno los ha sembrado como raíces virtuosas. “Calor” significa que la mente de uno está suavizandose y que la dureza está disminuyendo. “Cima” significa que al haberse deshecho de la dureza, la mente de uno ha ascendido hasta la cumbre, por así decirlo. “Paciencia” significa que uno no causará daño tanto a sí mismo como a los demás. “Supremo dharma en el mundo” significa que uno ha trascendido la mundanalidad y está acercándose a la etapa de un arhat.

En el nivel de la cima, la mente de uno se ha suavizado, no solo a veces sino en todo momento. A menudo, las personas suponen erróneamente que si uno puede entrar en el estado de samadhi, sus problemas desaparecen. Otro malentendido es que después de haber vislumbrado la iluminación, uno ya no tiene aflicciones. La verdad es que solo cuando la sabiduría y el dhyana surgen conjuntamente, estamos en una etapa donde no causaremos aflicciones ni a nosotros mismos ni a los demás. Hasta entonces, aunque podríamos estar a gusto con una mente alegre, todavía no estamos liberados porque aún tenemos apego a la idea de un "yo". Alcanzar el nivel de la cima no es realmente tan alto pero aún es muy bueno. Eso habla del poder espiritual, y es en este nivel en el que comenzamos la práctica de riddhipada.

Dos Tipos de Poderes
Es posible generar dos tipos de poderes a través de la práctica. El primer tipo son los poderes sobrenatuales a través de los cuales uno puede trascender los límites físicos ordinarios. Ejemplos podrían ser la habilidad de transportarse uno mismo a diferentes lugares y tiempos, de realizar alquimia, o de volverse invisible. Si fueras invisible podrías tomar cualquier cosa que desearas y sin ser atrapado. ¿Esto sería robo? Imagino que podrías llamarlo robo milagroso [Risas] Uno podría hacerse rico sin trabajar. Pero si tuvieras dichos poderes sobrenaturales, ¿los usarías de esa manera? No lo creo. Estos no son los tipos de poderes que uno usaría en el camino del dhyana.

El segundo tipo de poderes que uno puede generar son libertad y paz mental. Para alcanzar ese estado practicamos el dhyana, que es la razón por la que estas prácticas son también llamadas los Cuatro Tipos de Samadhi. Hay diferencias entre las prácticas budistas y no budistas de samadhi. En la meditación no budista, el objetivo consiste en detener los pensamientos errantes, entrar en el estado de samadhi y experimentar la libertad de las aflicciones. Sin embargo, después de salir de samadhi, uno experimentará nuevamente los pensamientos errantes y las aflicciones. De este modo, la vida es buena en samadhi, pero no tan buena saliendo de él.

El método budista es diferente porque primero praticamos los Cuatro Fundamentos de la Atención y los Cuatro Rectos Esfuerzos. A través de estas contemplaciones generamos sabiduría. Si entramos en samadhi o no, todavía podemos usar esta sabiduría para disminuir nuestras aflicciones y para reducir conflictos y contradicciones dentro de nuestra mente. Esta es la razón por la que comenzamos con los Cuatro Fundamentos de la Atención y los Cuatro Rectos Esfuerzos. El Budismo enfatiza en la necesidad de practicar para comprender la propia naturaleza de Buda. Esto no significa que alguien que percibe la naturaleza de Buda ya no esté sujeto a las aflicciones. Después de experimentar la naturaleza de Buda por primera vez, uno todavía tiene hábitos y propensiones que pueden llevar a pensamientos impuros y conducta impura; la codicia y la aversión aún podrían surgir. Sin embargo, uno es capaz de ver claramente que su mente todavía no puede controlar completamente el surgimiento de las aflicciones. En ese momento es muy importante practicar el samadhi.

En resumen, en las etapas de práctica hacia la iluminación, cultivamos la sabiduría a través de la contemplación, y cuando la sabiduría surge, practicamos el samadhi para desarrollar libertad y tranquilidad. Este es el tipo de poder que queremos desarrollar a través de los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos, en lugar de los poderes sobrenaturales.

Los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos

Colectivamente, los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos son llamados riddhipada en sánscrito, literalmente, pasos (pies) hacia los poderes. El primer paso es chandariddhipada, concentración de la voluntad, el segundo es virya-riddhipada, concentración del esfuerzo, el tercero es citta-riddhipada, concentración de la mente, y el cuarto es mimamsa-riddhipada, concentración de la consulta o la investigación.

La concentración de la voluntad es el deseo intenso de alcanzar el maravilloso y supremo dhyana. Este anhelo intenso hará que uno prepare su mente de manera que inspire a practicar duro. El término chanda, traducido al chino como “deseo,” puede tener un significado tanto negativo como positivo. Por otro lado, puede significar codicia, pero como paso hacia el poder concentrativo, chanda también denota una esperanza o voto de alcanzar el supremo dhyana. Este voto es fundamental para vencer las seis obstrucciones para la práctica: somnolencia, mente dispersa, inactividad, pereza, olvido (de la propia práctica) y punto de vista erróneo. La voluntad para alcanzar el supremo dhyana es el mejor antídoto para la pereza. Así pues, cuando estés practicando y comiences a sentirte perezoso, por favor, genera la aspiración para alcanzar el supremo dhyana.

La concentración del esfuerzo significa que uno está equipado con un fuerte voto de alcanzar el supremo dhyana (donde se manifiesta la sabiduría) y por lo tanto, uno aplica diligentemente el método de práctica. Anteriormente, hablamos de los Cuatro Rectos Esfuerzos como actitudes correctas al practicar los Cuatro Fundamentos de la Atención para generar la sabiduría. Aquí, usamos la actitud de los Cuatro Rectos Esfuerzos para generar la diligencia en el dhyana.

La concentración de la mente significa centrarse en la práctica del dhyana. Hemos hablado de la necesidad de practicar el dhyana diligentemente. Pero, ¿qué usamos para practicar el dhyana? Empleamos la mente del momento presente, manteniendo la mente en el momento presente y solo en el momento presente. Esta es la mente que genera el dhyana, o sabiduría. La mente de los seres sensibles ordinarios es egoísta y está llena de aflicciones. Sin embargo, esta es la misma mente con la que practicamos, y es la misma mente como aquella de un arhat. Sin embargo, cuando comenzamos a practicar el dhyana, no podemos purificarnos inmediatamente; todavía tenemos pensamientos errantes, pensamientos impuros y pensamientos egoístas. Al principio, la mente está dispersa, pero cuando está continuamente en el método, está en el camino al dhyana.

La concentración de la investigación significa usar la sabiduría para observar si nuestra mente está en el estado adecuado. Como dijimos, el estado adecuado es “cima,” donde la mente entera es suave y gentil, sin dureza. Si vemos que la mente es egoísta e impura, entonces no está en el estado adecuado, y necesitamos corregirla inmediatamente. Al practicar el dhyana, encontramos los seis obstáculos. Siempre que haya un obstáculo restante, no será el estado adecuado de la mente y no es la Meditación Correcta del Noble Octuple Camino. Por consiguiente, cuando hablamos del estado adecuado de la mente para la meditación, también nos referimos a la ausencia de los pensamientos egocéntricos. En la etapa de practicar los Cuatro Pasos hacia los Poderes Mágicos, uno se centra en la eliminación de la pereza. Hablamos anteriormente de la fuerte voluntad de practicar el supremo dhyana como una manera de vencer la pereza. Aquí también hablamos de observar si uno tiene el estado adecuado de la mente como una manera de lidiar con la pereza.

Hemos hablado del “supremo dharma en el mundo,” donde uno está liberado del samsara como un arhat. Aunque la mente ya no generará actividades insalubres o aflicciones, todavía quedan energías residuales de hábitos hasta que uno alcance la budeidad. En otras palabras, aún hay obstáculos sutiles. Cuando se hayan superado finalmente todos los obstáculos, uno habrá alcanzado la budeidad.

Nota del editor: La conclusión de este texto aparecerá en el siguiente número del Chan Magazine.