Miedo y Paz
La siguiente conferencia fue impartida por el maestro Chan, Sheng Yen, el 4 de mayo de 2003, día de celebración del nacimiento de Buda, en el Centro de Meditación Chan en Elmhurst, Nueva York.

Venerable maestro Jen Chun, queridos venerables maestros, damas y caballeros. Hoy me gustaría hablar de un tema que es de gran relevancia en nuestros tiempos modernos: miedo y paz. Podemos ver que este tema trata de cómo podemos alcanzar la paz en el miedo.
Este asiento en el que estoy sentando aquí parece muy pacífico y seguro. De hecho, es muy peligroso.

Entonces, ¿qué es la paz? Desde la perspectiva del Budadharma, cuando la mente está en paz, hay paz. Siempre que la mente no esté en paz y esté inestable, entonces no habrá paz.
Nosotros, las personas ordinarias, tendemos a pensar que el origen del peligro en nuestras vidas es el ambiente en el que vivimos. ¿Cuándo ocurrirá una crisis en nuestras vidas? No lo sabemos; es imprevisible. ¿Cuándo ocurrirá una determinada situación? No lo sabemos; no tenemos ni idea. Por ejemplo, lo que ha estado ocurriendo recientemente en el mundo (la Epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés) ha estado afectando Hong Kong, Singapur, Guangzhou, Beijing y Shanghai, y en los últimos días también Taiwán. Así que muchas personas se estarán preguntando: “¿Cuándo me tocará la lotería?” Por supuesto que si realmente te toca la lotería, eso es una cosa buena; pero si eres infectado por el SARS, eso no es bueno en absoluto.

Sin embargo, si vemos la tasa de víctimas mortales del SARS, el número de personas que han muerto en total es alrededor de 300. Este número incluye a todas las personas afectadas en Hong Kong y China; en realidad en toda Asia a partir de diciembre del pasado año, y ahora estamos en mayo, de manera que eso es alrededor de 5 meses. Sin embargo, a pesar de la tasa de víctimas mortales relativamente baja, la mayoría de las personas tienen mucho pero mucho miedo en todo el mundo.
Esto es debido a la ignorancia de los seres humanos. Porque el ambiente en el que vivimos, incluso antes del SARS, no es seguro, está lleno de peligro. Tenemos miedo al SARS porque no tenemos este entendimiento de que el ambiente esta siempre lleno de peligro.

En realidad, hace mucho tiempo, el Buda Shakyamuni ya nos había dicho que este mundo es muy frágil y peligroso, que la vida humana es impermanente, que la existencia de la vida depende de la respiración. La vida humana sólo depende de esta respiración. Basta con detener la respiración y la vida humana deja de existir. Así es lo frágil e impermanente de la vida humana. Este mundo en el que vivimos está lleno de dichos peligros, es muy frágil. Sólo necesitamos ver los desastres naturales que suceden constantemente, tales como huracanes, terremotos, inundaciones y pestes...así como también las guerras. Estas son algunas de las causas de peligro en el mundo.

Nos enteramos de casos como estos todo el tiempo; pensamos que son normales porque estamos muy acostumbrados a ellos. Cuando yo era joven, me habían dicho que el número de personas que morían por accidentes de transito era muy alto. Debido a eso, entre nosotros los chinos, nos referíamos a los automóviles como a ‘tigres que deambulan por la calle’. Sólo basta con un mal funcionamiento para que suceda un accidente de coche, o un conductor borracho, o un conductor que se queda dormido... o puede ser el peatón el que sea el responsable. El peatón podría estar teniendo pensamientos vagos, no poner atención a lo que está pasando, o estar irritado y tener una mente inestable e incluso no ver el coche acercándose. Debido a todos estos peligros en la calle, las personas dirían: “El mundo es tan peligroso, deberíamos evitar el salir a la calle”. Sin embargo, hoy en día, aunque haya mucho más accidentes de tránsito que antes, estamos acostumbrados a ello, nos enteramos de ello todo el tiempo, pensamos que es normal y ya no lo consideramos muy peligroso. No nos impide que paseemos en coches o caminemos por las calles, en absoluto. Ocurre tan a menudo que ya no pensamos sobre ello.

Es lo mismo que con el mundo entero en el que vivimos. Está lleno de peligros todo el tiempo; pero porque los vemos constantemente, no pensamos en ellos (ya no estamos conscientes de los peligros). Hace solo diez años, teníamos esta epidemia que se propagaba rápidamente, el SIDA. En los últimos diez años, alrededor de veinte millones de personas han muerto de esta enfermedad, y en los siguientes diez años se prevé que morirá el doble de este número. Ya no pensamos más en ello. Al principio, cuando nos enteramos por primera vez de esta enfermedad, todo el mundo sentía mucho miedo y mucha preocupación. Cuando las personas salían y tenían citas, estaban muy preocupadas. Las personas estaban preocupadas en ir a usar el baño, por usar las toallas, o palillos chinos y tazones en los lugares públicos. Ahora, ya no pensamos sobre ello; estamos acostumbrados. Si vemos las estadísticas sobre la tasa de mortalidad, el número más elevado es el de aquellos que tienen cáncer; los pacientes con cáncer tienen entre las más elevadas tasas de mortalidad ahora mismo.

Así es la enfermedad. Hace mucho tiempo, el Buda Shakyamuni nos dijo que la vida humana inevitablemente tiene que pasar por este proceso que va del nacimiento hacia la muerte. Una vez que nacemos, es inevitable que moriremos. ¿Cuándo moriremos? ¿Cómo moriremos? No lo sabemos. No tenemos ni idea. De hecho, ahora sabemos que genéticamente podríamos nacer ya teniendo todo tipo de enfermedades. Podría no provenir de nuestros padres, podría provenir de varias condiciones y factores, pero el hecho es que a partir del momento del nacimiento, ya estamos acarreando las causas de enfermedades y de muerte. Este proceso del nacimiento a la vejez, a la enfermedad y muerte, es la inevitable e innegable realidad de la vida. Esto es lo que deberíamos comprender.

En realidad es bastante extraño que tengamos esta industria tan grande, la industria del seguro. Podrían haber escuchado que hay una industria muy grande de seguros de vida. Así que un día, en el monasterio nos visitó vendedor de una compañía de seguros y me presento el seguro de vida y me dijo que yo debería comprar una póliza de seguro de vida. Pregunté a esta persona: “¿Entonces esto va a asegurarme contra la muerte?” “No, no, no, esto no es así en absoluto. Este seguro es para que después de que mueras, las personas que todavía estén vivas no tengan problemas”. Entonces dije: “Oh, así que este seguro es para asegurar mi muerte, en lugar de asegurarme contra la muerte”.

Así es la muerte. Todo el mundo le teme a la muerte. ¿Por qué nosotros le tememos a la muerte? No lo sabemos, sólo le tememos a la muerte. Este miedo proviene de un sentido de inseguridad, puesto que no sabemos qué va a pasar. Ese es el por qué tenemos miedo. Por lo tanto, cuando nos encontramos en una situación peligrosa, cuando hay peligro, nos volvemos muy temerosos. Cuando encontramos incertidumbre, cuando no tenemos idea de lo que va a suceder, entonces también tenemos miedo. Ciertas personas, cuando dan una charla por primera vez delante de un grupo muy grande de gente, comenzarán a temblar, a tener miedo. ¿Por qué estas personas tienen miedo? Probablemente debido a que están preocupadas de cometer un error y que luego quizás la audiencia les hará algo.

Es como Guo Gu cuando estuvo aquí. Una vez lo traje para hacer de intérprete en una conferencia en la Universidad de Harvard. Cuando llegamos allí, vio que todos los profesores de la Universidad de Harvard estaban mirándole y por eso tenía mucho miedo, estaba temblando después de presenciar eso. Yo estaba intrépido y no tenia nada de miedo, porque sólo estaba hablando chino y ellos no sabían de lo que estaba hablando. Pero Guo Gu, quien estaba allí para traducir mi discurso al inglés, estaba realmente preocupado, estaba temblando todo el tiempo. Le pregunté: “¿Por qué estás temblando?” Él dijo: “Es que están mirándome”. Y yo le dije: “Por supuesto, estás aquí para traducir mi charla al inglés, por supuesto que estarán mirándote”.
Lo siento Guo Gu.

Este mundo está lleno de peligro. Este mundo está lleno de peligro y es inestable. No hay lugar, ni periodo tiempo en este mundo en el que haya total seguridad, que no sea peligro e inestable. Es importante tener esta comprensión de que no hay lugar ni periodo de tiempo en este mundo que sea seguro. Tenemos que tener esto en cuenta en todo momento y en todo lugar, sabiendo que en cualquier momento, en cualquier lugar que estemos, podremos encontrar peligro que amenace nuestras vidas. Esto es lo que tenemos que tener en cuenta. De hecho, esto es lo que nos enseñó el Buda Shakyamuni, que este mundo en el que vivimos es como una casa en llamas. Si estamos en una casa en llamas, ¿cómo puede haber algún lugar que sea seguro? Por lo tanto, ¿qué hacemos en esta casa en llamas? Bueno, practicamos. Practicamos para cultivar la compasión y sabiduría. Cuando seamos capaces de cultivar la compasión y sabiduría, entonces nos sentiremos más seguros. ¿Eso significa que esta casa en llamas ya no va a herirnos, que no seremos quemados? No, no es así en absoluto. De hecho, es muy probable que seamos quemados y heridos por el fuego en esta casa, más que probable es un hecho. Sin embargo, si eres capaz de cultivar sabiduría en tu mente y compasión en tu corazón, entonces serás capaz de sentirte seguro, incluso en este ambiente tan peligroso.

Como todos ustedes saben, estamos aquí para conmemorar el cumpleaños del Buda Shaykamuni. Este es el por qué tenemos esta ceremonia de bañar al Buda. ¿Cómo Shakyamuni alcanzó la Budeidad? Bueno, no voy a hablar de cómo él cultivó el camino hacia la Budeidad en todas sus vidas previas. Me voy a centrar en su última vida, en su cultivación durante su vida como Shakyamuni. Cuando él era un príncipe, un día salió de su palacio a pasear por la ciudad. Cuando estaba paseando, vio a una persona vieja y lastimosa, un hombre viejo. Vio también a una persona enferma, una persona enferma y muy lastimosa. Aparentemente, nadie estaba cuidando de aquella persona. Vio también a una persona muerta, y vio que la familia de esta persona muerta estaba muy triste, lamentando la muerte. Al ver estos fenómenos, el Buda Shakyamuni no pensó en sí mismo, sino que trató de descifrar cual era el origen del sufrimiento. Vio que el sufrimiento de los seres sensibles proviene del proceso de la vida: el ciclo de enfermedad, vejez y muerte. Deseaba encontrar una manera de ayudar a los seres sensibles a eliminar su sufrimiento de este proceso, y a terminar finalmente con este ciclo de nacimiento y muerte. Es decir, él estaba tratando de encontrar una manera de ayudar a los seres sensibles a liberarse del sufrimiento de la vida. Debido a esto, generó una mente de compasión y abandonó la vida de palacio y entró en la vida monástica. Su cultivación conllevó a su iluminación.

Los seres sensibles son muy ignorantes. Después de la muerte de Shakyamuni, cuando su cuerpo fue quemado y reducido a cenizas, [algunas personas dijeron que en realidad él había quemado su propio cuerpo a través de usar el fuego de su Samadhi (ya fuera así o no, su cuerpo fue quemado y reducido a cenizas, su cuerpo ya no estaba)] eran realmente muy pocas las personas que ponían en practica las enseñanzas del Buda Shakyamuni. Si fuéramos capaces de usar las enseñanzas del Buda, entonces podríamos generar sabiduría y compasión, eso podría ayudarnos a tratar con los peligros del mundo y a ser menos miedosos y sentirnos más seguros.

Cuando yo era adolescente y oí por primera vez este relato del Buda Shakyamuni, me generó una profunda impresión. Cuando veía a las personas viejas, me generaba lástima en mi corazón y pensaba: “Oh, esta persona vieja es tan lastimosa, esta persona pronto va a morir”. Siempre que veía a personas con canas, tenía aquellos pensamientos. Lo extraño es que estas personas viejas no parecían tristes en absoluto. De hecho, a menudo todavía estaban bastante contentas, como si no estuvieran conscientes de su propia muerte acercándose. Así que un día vi a una persona vieja, y otra vez pensé en la misma cosa: “Esta persona es tan vieja, tan lastimosa, aproximándose a la muerte”, y se lo comenté a mi maestro, y él me reprendió diciendo: “Tonterías. No es que las personas mueran por ser viejas. Las personas que mueren, mueren porque ya les ha llegado la hora de morir”. Lo que esto significa es que no son solamente las personas viejas las que mueren. Los bebés pueden morir, los niños pueden morir, los jóvenes pueden morir. Las personas mueren cuando les llega la hora de morir.

A partir de entonces, me estuve preparando para la muerte, ya que sabía que podría ocurrir en cualquier momento. Por supuesto que no cometería suicidio, pero había entendido que la muerte podía ocurrir en cualquier momento. Debido a eso, me asegure de hacer buen uso de mi vida en todo momento. Me asegure de hacer buen uso de este cuerpo todo el tiempo. Es decir, quiero estar seguro de hacer las cosas que necesito hacer con este cuerpo en el tiempo que me queda antes de mi muerte. Porque no tengo manera de saber cuándo me llegará la muerte. Puede ocurrir en cualquier momento: uno podría ser atropellado por un coche, o estar caminando por la acera y un ladrillo podría caer y golpearle en la cabeza. O podrías caminar bajo un árbol y podría haber una rama podrida que podría caer sobre ti... el caso más extraño que he visto fue el de una persona que se estaba lavando la cara y se ahogó en el lavamanos.

Está claro de que la muerte puede llegarnos en cualquier momento; que podríamos morir en cualquier momento y lugar. Por consiguiente, es importante que mantengamos una mente alerta, que estemos conscientes de esta realidad, y que tengamos un entendimiento claro de que la muerte está a nuestro alrededor en todo momento, en todo lugar. Debido a este entendimiento en mi mente, valoro realmente mi vida. Me aseguro de que cualquier cosa que deba hacer y cualquier cosa que pueda hacer, la haga. Cualquier persona con quien pueda tratar, me gustaría encontrarme y tratar con ella. Algunas personas que me preguntan: “Shifu, usted es tan viejo, ¿por qué se mantiene tan ocupado corriendo constantemente por todo el mundo?” Y yo les digo a estas personas: “Bueno, estoy tratando de hacer buen uso de este trasto”. Es la verdad, este cuerpo es tan viejo y no le queda mucho; de manera que es realmente un trasto, pero todavía quisiera hacer lo mejor que pueda para hacer buen uso de él; a través de hacer lo que pueda y lo que deba, y de encontrarme con las personas que pueda. Y aquí esta mi maestro, quien es diez años mayor que yo, quien incluso es un trasto mas viejo, ¡todavía está haciendo buen uso de sí mismo! En lugar de decir “haciendo buen uso del trasto”, también podríamos considerarlo como “reciclando buenos recursos”, hasta que ya no podamos usarlos mas.

La muerte puede ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar; de manera que necesitamos tener este entendimiento. Sin embargo, no deberíamos estar pensando: “voy a morir muy pronto, entonces, ¿qué importancia tiene el tratar de seguir viviendo?” Para mí, si no es mi hora de morir, ¿por qué debería darme por vencido? ¿Por qué debería darme por vencido en la vida? En efecto, no es divertido volverse viejo. La vejez es, de hecho, sufrimiento, y te lo puedo decir. Sin embargo, si lo considero como el hacer buen uso del trasto, tratando de hacer lo mejor que pueda, continuar en mi vejez, eso es bastante bueno. Quizás tú también puedas considerar a la vejez de esta manera.

Finalmente, me gustaría recordarles a todos que en el Sutra del Corazón, en una línea del Sutra del Corazón que todos ustedes han recitado esta mañana, dice así: “Cuando el Bodhisattva Avalokitesvara estaba practicando en lo profundo del Prajnaparamita, percibió que todos los cinco Skandhas eran vacíos, y así transcendió todo sufrimiento”. Lo que esto quiere decir es que cuando Avalokitesvara estaba en lo profundo de su cultivación, en lo profundo de su sabiduría de Prajna, fue capaz de darse cuenta y comprender que esta vida y cuerpos nuestros son vacíos, no son reales, no son permanentes. Habiendo comprendido todo esto, fue capaz de liberarse y trascender el sufrimiento de la vida. Si recuerdan, en la parte posterior del Sutra dice que debido a eso “uno pasará más allá de la confusión e imaginaciones”. Si somos capaces de comprender que esta vida y cuerpos nuestros son vacíos, no son reales y no son permanentes; entonces nos alejaremos de la confusión (los puntos de vista invertidos que tenemos en nuestras vidas). Estos puntos de vista invertidos que mantenemos, son las creencias de que nuestros cuerpos y vidas son reales y permanentes, y de esta manera no somos capaces de ver y aceptar la verdad. Si somos capaces de considerar a la vida y el cuerpo como impermanentes, como vacíos, entonces seremos capaces de enfrentar las dificultades del mundo sin sufrimiento. Esta es la enseñanza de esas líneas.
Ahora, mi conferencia aquí ha llegado a su fin, y espero que puedan recordar esto.
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