Naturaleza, o Espontaneidad, y Causas y Condiciones
Conferencia impartida por el maestro Sheng Yen sobre el Surangama Sutra el 9 de junio de 1986.

Razonando por su sentido mundano, Ananda está perplejo por la naturaleza del yo individual. Se pregunta a sí mismo: ¿Dónde se revela el yo? ¿Se puede encontrar en la naturaleza de los sentidos? ¿Es el yo manifestado en la naturaleza de la visión, por ejemplo? El Buda le explica a Ananda que esta pregunta acerca del yo es en vano.

Ananda todavía está confundido por los puntos de vista del “camino externo” de la “existencia natural” y el “verdadero yo.” Cree que hay algo detrás del “verdadero yo,” que considera como la “naturaleza” o la “espontaneidad.” Sin embargo, incluso esta idea de “naturaleza” y “espontaneidad” se involucra en un yo. Ananda sabe que sus puntos de vistas no son correctos, y pide al Buda por instrucción.

La palabra china que se traduce aquí como “naturaleza” se refiere realmente a algo en su estado verdadero, la manera en que realmente es. El yo en su estado verdadero no es el yo al que normalmente nos relacionamos con la personalidad de alguien. Por así decirlo, el verdadero yo es un estado completamente natural y espontáneo, es justo como lo es. Pero incluso el verdadero yo no es la “realidad suprema.”

Más temprano en el sutra el Buda pidió a Ananda que explicara lo que sucede cuando mira el paisaje fuera del Vihara. (Vihara, en pali, designa a un monasterio o a un templo). ¿Quién realiza la visión? ¿Es el verdadero yo de Ananda que ve o el acto de ver ocurre espontáneamente? Esta pregunta todavía ha de ser solucionada.

Ananda no ve como el Buda debido a su apego y aferramiento, que le conducen hacia los puntos de vista erróneos. Primero, el Buda explica que no hay un yo que se involucra en la visión. Entonces Ananda trata de explicar que la visión aparece espontánea y naturalmente. El Buda muestra que incluso esta idea es errónea. Recuerda, dijimos anteriormente que incluso la naturaleza y la espontaneidad se involucran con el yo. Entonces, Ananda no ha comprendido completamente la naturaleza del yo.

Este yo es fundamentalmente una ilusión. Para mostrarlo, el Buda empieza por pedir a Ananda que comprenda lo que sucede cuando ocurre la visión. ¿Hay un yo revelado en alguna parte cuando vemos? El Buda habla de las condiciones necesarias para ver. La luz es una condición que debe existir. Pero si hay luz, debe haber oscuridad, si no, no habría manera de distinguir algo que es iluminado – no habría nada para iluminar si no hubiera oscuridad. Por consiguiente, si la visión aparece debido a un yo natural y espontáneo, entonces la luz debe ser parte de este yo. Y si la luz es una parte de ello, entonces la oscuridad también debe ser una parte de este yo. Entonces, ¿por qué sólo podemos ver en la luz, si la oscuridad es parte del mismo yo que es iluminoso, el mismo yo del que surge la visión?

El espacio es también una condición para la visión. Si hay algo que tapa tus ojos, o algo precisamente delante de tus ojos, entonces no serás capaz de ver. Debe haber un espacio para ti para poder percibir algo. Si el espacio es parte del yo natural y espontáneo del que proviene la visión, entonces la obstrucción también debe ser parte de este yo. El espacio sólo puede existir conjuntamente con la obstrucción. La obstrucción, que bloquea el espacio, debe existir en el espacio. Por lo tanto, ambos que parecen opuestos también deben ser parte del yo verdadero y espontáneo, si dicho yo existe verdaderamente.

Ananda pensó en estos principios y estuvo de acuerdo: sólo puede haber visión cuando hay opuestos, luz y oscuridad, espacio y obstrucción. La totalidad debe estar presente para que ocurra la visión. Por consiguiente, comenzó a comprender que la visión no proviene del yo, ni aparece espontáneamente. Concluye que la visión debe surgir de causas y condiciones, es decir, la doctrina según la cual cualquier fenómeno dado aparece directamente como un resultado de la influencia de otro fenómeno.

Pero el Buda no acepta las causas y condiciones como la razón para la visión. Explica que la visión no existe debido a la luz, oscuridad, espacio u obstrucción. Si la visión existiera debido a la luz, por ejemplo, la oscuridad no debería ser percibida. Si existiera debido a la oscuridad, la luz no podría ser percibida.

Al tratar de comprender la naturaleza de la visión a través del conocimiento mundano, Ananda será llevado por siempre por el mal camino. El Buda compara esto a tratar de agarrar el vacío con tus manos.

El Budismo no habla de un verdadero yo, ni del surgimiento natural y espontáneo, pero sí habla de las causas y condiciones. Sin embargo, cuando Ananda dijo que eran las causas y condiciones las que dan origen a la visión, el Buda todavía no aceptó esta declaración.

Ananda está un poco perplejo por esto. Pregunta al Buda: “Honrado por el Mundo, si la naturaleza de la maravillosa iluminación no tiene ni causas ni condiciones, ¿por qué el Buda siempre nos dijo que la naturaleza de la visión existe debido a las cuatro condiciones de vacío, luz, mente y ojo? ¿Qué significa todo esto?”

El Buda declara que hablaba de las causas y condiciones mundanas, que no tienen nada que ver con la realidad suprema. Continúa interrogando a Ananda, y le pregunta qué es lo que un hombre mundano considera como visión. Ananda contesta: “Cuando un hombre mundano ve las formas debido a la luz del sol, la luna, o una lámpara, lo llama visión, pero sin la luz, no puede ver nada.”

El Buda continúa, y señala a Ananda que aunque parece que no hay visión sin luz, la naturaleza de la visión no cesa de existir por ningún instante, sin importar si algo es realmente percibido. La visión, le dice a Ananda, debe ser comprendida cuando ocurre a través de los cuatro estados: la luz, la oscuridad, el vacío, y la obstrucción.

Finalmente, el Buda dice a Ananda que cuando comprenda claramente la visión que está más allá de la visión, sus ideas erróneas acerca de la existencia del yo y la doctrina de causas y condiciones decaerán

Ahora voy a hablar de la diferencia fundamental entre los puntos de vista mundanos de las cosas y el punto de vista del Budadharma, así a lo mejor comprendemos la diferencia entre la “visión” de Ananda y la del Buda.

El punto de vista típico occidental mundano es el que si algo es esto, entonces no es aquello. Si no es uno, entonces es dos. Hay, por supuesto, conceptos de combinación: uno y dos, interior y exterior, los demás y yo, poco y mucho. Pero estos no son los conceptos del Budadharma.

En el punto de vista del Budadharma, cualquier apego a los fenómenos, visiones, o ideas es erróneo, es inadecuado. Cualquier idea de una sustancia original detrás de todos los fenómenos o de la verdadera vacuidad dentro de la vacuidad es errónea. Pero los seres sensibles siempre tienen apegos a algo.

El Buda ve este apego de los seres sensibles y cómo este hace que no alcancen la liberación. Por consiguiente, enseña que cualquier apego, incluso a algo que es percibido como lo más verdadero o lo más correcto, bloqueará la liberación. Es sobre este apego y la manera de romperlo que trata el sutra.

Permítanme volver a la discusión de la naturaleza o la espontaneidad y las causas y condiciones. En la antigua India había una secta particular que creía que todas las cosas aparecen natural o espontáneamente. Esta es una creencia de que todas las cosas aparecen en el universo no por el poder de un dios o por el poder de un hombre, sino por un poder natural que existe en el universo dentro y fuera de sí mismo. Todas las cosas aparecen o desaparecen según las leyes que están de acuerdo con este poder.

Hay algo por decir sobre este punto de vista. Sabemos que ni un hombre o grupo de hombres tiene el poder de hacer que aparezcan todas las cosas en el universo. Y el hombre promedio, quien normalmente no interacciona directamente con un dios, encuentra necesariamente difícil comprender cómo otro ser podría ser capaz de traer las cosas a la existencia. Por lo tanto, tiene algo de sentido que las cosas aparezcan naturalmente a través de un poder natural, dado que las personas ven los trabajos de la naturaleza alrededor suyo. Esta secta no sólo enseña el materialismo, sus partidarios también reconocen un lado espiritual de la vida.

Pero hay problemas con estos puntos de vista. Si todo ocurre de acuerdo con la ley natural, entonces ningún dios u hombre tiene el poder de influenciar las idas y venidas de las cosas. Los que se adhieren a este punto de vista podrían no rezar. Eso sería completamente inútil. La cultivación de sí mismo, igualmente, no tendría sentido. Sin embargo, esta secta sí promueve la cultivación de sí mismo, pero sólo con el fin de llegar a una comprensión de y a una fusión con este poder natural. Entonces, al seguir estos preceptos, los partidarios buscan alcanzar la libertad de las coacciones del mundo material. De hecho, ven el mundo material como una aparición natural y espontánea, y es a través del entendimiento de los principios detrás del mundo material, que buscan transcenderlo.

La escuela china correspondiente de pensamiento es el Taoísmo, que es expuesto por Lao Tzu. El Taoísmo sostiene que el hombre vive en la tierra, concisamente bajo las reglas de la tierra. La tierra acata las reglas del cielo, y el cielo sigue el camino o el Tao de la naturaleza, o la espontaneidad. Finalmente, entonces, el hombre debe acordarse con el Tao.

El I Ching dice que el Tao está más allá del mundo material. El Tao por sí mismo es inmaterial. Pero Lao Tzu dio a esta idea un paso más, y dijo que el espíritu y lo material pueden unirse de acuerdo con el Tao. Lao Tzu enseña la naturaleza y espontaneidad, pero no enseña sobre un dios o dioses. En el Taoísmo no hay un dios personal, sólo un poder o fuerza que subyace a y controla el universo.

Hay un entendimiento en el Taoísmo de que cuando se alcanza un extremo, hay un movimiento que se produce hacia el otro extremo. Cuando se alcanza el apogeo de bondad, entonces, hay una reincidencia hacia lo negativo, hacia la desintegración. Cuando se alcanza lo más negativo, hay movimiento hacia lo positivo.
Este concepto se relaciona con la idea de yin y yang, y es un poco diferente de la escuela india de pensamiento. Según el Taoísmo, lo bueno y lo malo no están separados. Si deseas alcanzar lo bueno, entonces ponte en lo malo. Para lograr algo, sólo necesitas descartarlo. Hay un conocido dicho taoísta que dice: “Cuanto más te deshaces, más tendrás.” Por consiguiente, cuanto más ayudas a los demás, más te ayudas a ti mismo. Este es un principio interesante. Piensa en ello. Si eres pobre, y regalas a los demás con lo poco que tienes, ¿estás adquiriendo riquezas? Si tienes una esposa, eso significa que puedes regalarla, y todavía tener una esposa. Esto podría ser un mal entendimiento del concepto. Lo que significa realmente aquí es que tienes una esposa perfecta cuando no estás casado, puesto que existe la posibilidad de que cualquier mujer en el mundo podría ser tu esposa. Si ya estás casado, entonces tienes una esposa, todas las demás mujeres están excluidas.
Cuando destilas lo que está diciendo Lao Tzu, es cuestión de una doctrina donde no hay opuestos verdaderos: no hay un yo ni los demás, ni lo bueno ni lo malo. Esto está bastante próximo al Budismo. ¿Y qué hay con la cultivación de uno mismo? Para Lao Tzu, estar de acuerdo con lo natural y espontáneo es la cultivación. El hacerlo así es estar de acuerdo con el Tao.

Lao Tzu describe lo siguiente como un ejemplo ideal de la armonía con el Tao: Hay dos pueblos distintos, tan cercanos que cuando ladran los perros y cacarean las gallinas en un pueblo, se pueden escuchar los sonidos en el otro. Pero nadie en los dos pueblos visita el otro. Son verdaderos e integrados en ellos mismos. Esto sería lo mejor para el mundo desde su punto de vista. Sin interacción, no hay competición ni conflictos. Todo el mundo vive su vida pacíficamente. ¿Qué significa estar de acuerdo con la naturaleza? Estar consciente de y en armonía con la tierra, agua y viento – todos los elementos naturales, y con todos los animales y seres que viven entre estos elementos. El alterar este estado por la injerencia (intromisión) humana es desviarse del Tao. Si vivo en una orilla de un río, y tú vives en la otra, y construyo un puente así nos podemos encontrar, entonces, me aparto de la pureza natural. Tengo mi agua, tú tienes la tuya. ¿Para qué interactuar con el otro? En esta idea taoísta, no hay aflicción. Actúas sólo de acuerdo con la naturaleza. No hay necesidad de irte a las montañas altas para sufrir con la cultivación de ti mismo. Todo eso es una pérdida de tiempo. Sólo provoca problemas.

En el Sutra, Ananda está refiriéndose a la escuela india del vacío y espontaneidad, no al Taoísmo.

La mayoría de las personas están dispuestas a aceptar algunos principios de estas escuelas del vacío o espontaneidad. Algunos aspectos de estas enseñanzas son correctos, y son fáciles de seguir. Sin embargo, estas filosofías tomadas como una totalidad se quedan un poco cortas, y las consecuencias de seguirlas hasta el extremo podrían no ser deseables. En la India la filosofía natural nunca fue predominante. En China, aunque hay mucha literatura taoísta, pocos se esforzaban por alcanzar el estado taoísta ideal. Pocos irían tan lejos. El hombre en la calle no es probable que siga estas filosofías todo el camino hasta su fin lógico. Sólo una persona con una mente muy filosófica trataría de integrar completamente tales puntos de vista en su vida.

Ahora, vamos a volver a la enseñanza de causas y condiciones. Hemos dicho anteriormente que hay una diferencia entre los puntos de vista mundanos y el punto de vista del Budadharma de causas y condiciones. Vamos a ver el ejemplo dado en el sutra. El Buda habla de cuatro condiciones necesarias para la visión: luz, espacio, un ojo para ver, y una forma para ser vista. ¿Y para que la oreja oiga? Bueno, no hay necesidad de luz, pero hay todavía tres condiciones necesarias: oreja, espacio y mente. ¿Y el sentido del tacto, o sensaciones en el cuerpo? Debe haber cuerpo, mente, y un sentido de sensación. Para que se experimente cualquier fenómeno, debe haber por lo menos dos condiciones presentes.

No obstante, si piensas que la realidad puede experimentarse a través de la virtud de los sentidos trabajando por medio de estas condiciones – las cuatro para la visión, tres para el oído, y etc. – entonces hay un problema con tu punto de vista del ego.

Podemos comprender qué es la luz, qué es el ojo, qué es el espacio, pero no qué es la mente. Tomando la visión por ejemplo. Si crees que la mente todavía existe cuando las demás tres condiciones – ojo, luz, y espacio – son removidas, entonces estás equivocado. Si crees que no hay mente cuando estas tres condiciones son removidas, entonces también estás equivocado. El punto de vista mundano de causas y condiciones que parece lógico no es el verdadero Budadharma.

En el Budadharma hay un dicho que dice: “las causas y condiciones dan origen a los fenómenos, pero la naturaleza fundamental de todos los fenómenos es la vacuidad.” Lo importante es la segunda parte de esta frase, que da la diferencia fundamental entre el punto de vista mundano y el del Budadharma de causas y condiciones. ¿Qué es la vacuidad? ¿Qué significa? Si piensas que es el ego, entonces eso es incorrecto, por supuesto. Si crees que la vacuidad es simplemente la vacuidad – la nada absoluta, un estado en donde no hay nada – entonces eso también es erróneo.
Hablaremos muchas veces de la vacuidad cuando continuemos leyendo el sutra.