viernes, 29 de marzo de 2011
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Iluminación y los Diez Dibujos del Arreo del Buey
La esencia del Chan
Por Maestro Chan Sheng Yen

He aquí un extracto de “Experiencias en el Chan” y “Lecturas sobre el Chan” (Chan De Ti Yan, Chan De Kai Shi, en chino) por el maestro Chan Sheng Yen, actualmente siendo traducido del chino al inglés por Rebecca Li. Esta sección sobre los Diez Dibujos del Arreo del Buey es tomada del capítulo titulado “El Estado de Iluminación y el Estado Demoníaco en el Chan”.
Los versos empleados aquí provienen del Manual del Budismo Zen por Daisetz Teitaro Suzuki, D.Litt, 1935. Las imágenes son del monje japonés Zen Tenshō Shūbun del siglo XV. Se dice que las imágenes de Shūbun son copias de los originales, ahora perdidos, y se atribuyen al maestro Chan chino Kuoan Shiyuan del siglo XII, autor de los versos originales para los Diez Dibujos del Arreo del Buey. Diseño por Shaun Chung.

¿Qué es el Estado de Iluminación?
A la mayoría de las personas que no han practicado, o no han tenido una idea sobre la práctica, y no han tenido experiencias actuales de práctica aunque ya hayan comenzado a practicar, por lo general, les gusta debatir sobre el estado de la iluminación. Ellos aspiran a dicho estado, entonces generan curiosidad o especulación mientras imaginan lo que podría ser la iluminación. De hecho, existe tal cosa como el estado de iluminación. Sin embargo, no se puede alcanzar con una mente de anhelo y curiosidad. Si uno trata de averiguar el estado de iluminación con especulación e imaginación, uno no entenderá lo que es el estado de iluminación. De ahi el dicho: “Cuando abres tu boca, estás equivocado; cuando generas un pensamiento, no estás correcto.”

Si uno emplea métodos tales como pensamiento, conocimiento, palabras y lógica, étc, para comprender y explicar la iluminación, entonces se aleja cada vez más del estado de iluminación. Esto es el por qué las generaciones de los patriarcas Chan y los maestros del linaje en la historia, rara vez empleaban palabras para describir su estado de iluminación aunque tenían realizaciones muy profundas. Sólo a través de las palabras del Dharma, versos y poemas hablados después de su iluminación, podemos tener una idea de lo que realizaron. Aún así, sólo las personas que tienen un cierto grado de realización pueden comenzar a ver lo que está escondido detrás de aquellas palabras. Algunos ejemplos de palabras que reflejan el estado de iluminación son: “Fe en la Mente” del tercer patriarca Sengcan, “Calmando la Mente” del difunto Wang Ming de la dinastía Liang, “Canción de la Mente” de Niutou Farong, “Canción del Rey de la Mente” de Fu Yu, “Investigación en las Mitades Iguales” de Shitou Xichian, “Canción de Iluminación” de Yongjia Xuanjue, “Puerta del Dharma de la Esencia Mental” de Qingliang Jingguan, “El Corazón de lo Profundo” de Dongshan Liangjie, “Los Diez Dibujos del Arreo del Buey” de Kuoan Shiyuan de la dinastía Song.
Entre ellos, “los Diez Dibujos del Arreo del Buey” ofrecen un mapa relativamente explícito del camino mental de un practicante Chan, a través de la iluminación para reentrar al mundo de los seres sensibles. Puesto que la realización de cada individuo varía en profundidad, también varía el estado de iluminación del que cada uno habla. Por lo tanto, mientras estas descripciones pueden emplearse como señales de transito para el camino hacia el estado de iluminación, no pueden necesariamente considerarse como su final. Dada esta situación de ninguna referencia ni la capacidad de imaginar, el leer y explicar las palabras de estos grandes maestros Chan del pasado es aún extremadamente útil. Los Diez Dibujos del Arreo del Buey representan cómo los practicantes (simbolizados por el pastor del buey) pueden permitir que su rostro original (por ejemplo, la mente naturalmente maravillosa o la naturaleza del Buda del Prajñā, simbolizada por el buey blanco) se manifieste por sí mismo, y asi gradualmente venciendo sus aflicciones y apegos y exhibiendo las funciones naturales y maravillosas de estar en el mundo. Mientras no todos los practicantes pasarán o deben pasar por todas las diez etapas, de esto podemos tener una idea del proceso de la práctica.

1. Buscando el Buey
En el primer dibujo, hay una persona en el campo con una cuerda de arreo en la mano, buscando su buey, pero aún no sabe dónde estaría el buey. Esta es una persona que ha descubierto que ha sido encarcelada por aflicciones e ilusiones y ha perdido el contacto con su buey (su rostro original). Para este individuo, ha surgido la aspiración de ver la naturaleza y la iluminación, y ha empezado a practicar. En el texto, el estado de practicar diligentemente se describe asi:

¡Solitario en la naturaleza salvaje, perdido en la selva, el chico está buscando, buscando!
Las aguas crecientes, las montañas lejanas y el camino interminable; Agotado y en desesperación, no sabe a dónde ir,
Él sólo escucha el canto nocturno de las cigarras en los maples.


En esta etapa, los practicantes estan muy frustrados y agitados. A menudo uno descubre que tienen más aflicciones que antes de practicar.

2. Descubriendo las Huellas
En el dibujo, el individuo descubre gradualmente las huellas de su buey, de su propia naturaleza. Esta es la etapa de alguien que, después de leer los sutras y escuchar las enseñanzas y comprender sus significados, cree firmemente que uno posee la naturaleza de Buda, la cual aún tiene que revelarse. Además, a través de la práctica, pueden ver que es posible ver la naturaleza y volverse iluminado.
Por el arroyo y bajo los árboles, dispersos estan los rastros del perdido; Las hierbas dulces y perfumadas están creciendo espesamente - ¿ha encontrado él el camino?
A pesar de lo remoto por las colinas y la lejania por donde la bestia podría vagar, su nariz alcanza los cielos y nada puede ocultarlo.


Esto quiere decir que después de practicar diligentemente a la orilla del rio y bajo el árbol, la mente ilusoria que a veces cesa y a veces resurge, está calmándose gradualmente. Uno cree que cuando la mente ilusoria deje de surgir por completo, el buey de la propia naturaleza se revelará definitivamente.

3. Viendo el Buey
La persona en el dibujo, siguiendo las huellas del buey, ha escuchado su mugido y también visto la mitad de la espalda del cuerpo del buey revelado detras de un gran árbol. Esto quiere decir que uno ha alcanzado el objetivo de ver el buey de la propia naturaleza después de emplear el método adecuadamente y seguir el punto de vista correcto para practicar. Sin embargo, uno aún tiene que estar en completo control de la situación de ver la naturaleza y la iluminación. Tan pronto como haya algún disturbio, este puro e incontaminado buey de la mente quedará oscurecido por los pensamientos dispersos e ilusorios del césped y los árboles. El texto es:

En aquella rama se posa un ruiseñor cantando alegremente;
El sol es tibio, y sopla una brisa suave, en la orilla los sauces son verdes;
El buey está allí por sí mismo, no puede esconderse en ninguna parte; La espléndida cabeza decorada con cuernos majestuosos ¿qué pintor podria reproducirlo?


Esto significa que, a medida que los pensamientos dispersos e ilusorios disminuyen gradualmente y se extinguen, la mente está serena, volviéndose gradualmente clara y brillante. Entonces uno tiene la certeza absoluta de que ya ha visto el buey de la propia naturaleza. Sin embargo, aún no ha visto claramente el rostro de este buey de la mente y entonces todavía es posible perder su pista.

4. Alcanzando el Buey
En el dibujo, la persona ya le ha colocado la cuerda al buey. Pero el buey es aún muy salvaje e intenta liberarse del control de la cuerda. El pastor, por consiguiente, debe estar vigilante y emplear el látigo para dominarlo. Esto significa que, aunque el practicante ya ha comprendido directamente la totalidad de su propia naturaleza, aún está bajo la tentación y la influencia de las tendencias habituales y del medio ambiente. Están preocupados por retroceder a la situación de antes de la iluminación, y por lo tanto necesitan estar incluso más diligentes en su práctica. El texto dice:

Con la energía de todo su ser, el chico al final se ha apoderado del buey:
Pero cuán salvaje su voluntad, ¡cuán ingobernable su poder!
A veces arriba a una meseta, cuando se pierde nuevamente en un paso de montaña neblinoso e impenetrable.


Esto quiere decir que, después de mucho trabajo duro dedicado a la práctica, finalmente uno ha despertado y visto su propia naturaleza. Sin embargo, el potencial para las aflicciones es aún fuerte y no puede eliminarse fácilmente. Aunque uno ha trabajado duro para escalar la cima de una alta montaña desde el fondo del valle profundo de aflicciones, a veces uno aún puede estar rodeado por la niebla y nube de aflicciones en donde está parado.

5. Arreando el Buey
La persona en el dibujo sostiene cuidadosamente el látigo y la cuerda para mantener el control de un buey que aún esta por domesticarse. En un momento de negligencia, es aún posible que el buey se salga del camino para robar los granos de los campesinos. Esto quiere decir que uno no debe ser descuidado y complaciente ni estar demasiado excitado después de la iluminación. Y uno debe estar atento en realizar continuamente el trabajo de subyudar sus aflicciones y la mente ilusoria. Si no, siempre que las aflicciones no sean eradicadas, el deseo, el odio y la ignorancia aún pueden surgir. El texto es:

El chico no debe separarse de su látigo y atadura, no sea que los animales deambulen en un mundo de impurezas;
Cuando el buey está apropiadamente cuidado, crecerá puro y dócil;
Sin cadena ni atadura, él por sí mismo seguirá al rebaño.


Si uno ya ha alcanzado el estado de iluminación pero no lo cuida con una mente alerta y vigilante, es muy posible que regrese a las aflicciones de antes. Si uno toma buen cuidado del estado mental después de la iluminación, la disciplina de los preceptos y la tranquilidad y claridad de la práctica meditativa se volverán naturalmente accesibles en la vida cotidiana del practicante.

6. Montando al Buey para Regresar a Casa
La persona en el dibujo está montando en la espalda de un buey domesticado, el látigo y la cuerda colgando de manera relajada de su cintura, y ambas manos están sosteniendo una flauta, entonando relajantemente una canción de pastoreo. Esto quiere decir que, con el tiempo, después de completar el trabajo de regular y estabilizar la mente, las aflicciones y el pensamiento ilusorio son completamente subyugados por el practicante. Como la mente ya no tiene la necesidad de dar lugar a pensamientos ilusorios impuros, es una escena de pura armonía y brillo claro. Está regresando gradualmente al estado mental que es puro y perfecto. El texto es:

Montando el animal, él tranquilamente sigue su camino a casa:
Envuelto en la niebla nocturna, ¡cuán melódicamente la flauta se desvanece!
Entonan un cantecito, marcando el tiempo, ¡su corazón está lleno de alegría indescriptible! Porque él es ahora uno de aquellos que saben, ¿tiene necesidad de ser contado?


Los practicantes en esta etapa van gradualmente hacia la antigua casa de la naturaleza propia que ni surge ni desaparece. A lo largo del camino uno puede sentir y experimentar claramente la existencia de su propio cuerpo, la mente y el medio ambiente. Todo lo que se siente y se experimenta a través de los cinco órganos sensoriales está lleno del significado profundo de Budadharma que no puede ser descrito con palabras y tampoco hay necesidad de hacerlo. Entonces, es en verdad así, que tanto los seres sensibles y los seres no sensibles, están extendiendo una lengua ancha y larga (hablando del Dharma) y todo es el sonido maravilloso del tambor celestial, ya sea sonoro o silencioso.

7. Olvidando al Buey y la Persona Permanece
La persona en el dibujo ya ha regresado a su propia casa. Habiendo olvidado el buey que montaba, esta persona se sienta con mucha tranquilidad y comodidad. Esto quiere decir que los practicantes en esta etapa ya están siempre en samadhi, sin la mente aflictiva, lo correcto y lo erróneo ni la ilusión para ser subyugados. La mente ilusoria que puede subyugarse ya ha desaparecido. Uno ha verdaderamente llegado al nivel del que se habla en el Sutra de la Plataforma del Sexto Patriarca “No preocupado por el odio ni el amor, uno se acuesta con las piernas extendidas”. En este momento, la mente aflictiva ya no existe. La persona sin aflicción ya no discrimina entre lo interno y lo externo, ni tampoco hay apego a la aflicción ni al bodhi. Ellos, sin embargo, aún pueden sentir claramente la existencia de un “yo” subjetivo. El texto es asi:

Montando al animal, él finalmente ha regresado a su casa,
Donde ya no está el buey; el hombre se sienta solo y sereno. Aunque el sol rojo esté en lo alto del cielo, él aún está soñando silenciosamente. Bajo un techo de paja son su látigo y cuerda recostados distraídamente.


La propia naturaleza es originalmente pura. Una vez que la mente del pensamiento ilusorio desaparece, la pura naturaleza propia es inmediatamente revelada. Puesto que es absolutamente pura, entonces no hay nada que pueda ser visto. Por lo tanto, después de que la propia naturaleza sea revelada, aquella que es la naturaleza propia no puede ser etiquetada ni descrita, porque su existencia penetra dentro y fuera. Es como los peces en el agua sin percibir la existencia del agua, las personas sin darse cuenta de la existencia del aire. En este momento no hay buey de la mente ilusoria para ser arreado y por lo tanto uno se convierte en una persona sin nada que hacer en la mente.

8. Tanto la Persona como el Buey quedan en el Olvido
El dibujo sólo tiene un círculo sin nada adentro. Tanto el buey como el pastor han desaparecido. El buey es la propia naturaleza y la persona es la mente de cultivar el camino que comprende la propia naturaleza. Puesto que uno ha comprendido que la propia naturaleza es omnipresente, la sensación de la propia naturaleza como un objeto de la mente también desaparece. Cuando uno entra en el estado mental de unificación absoluta y completa, todo tipo de conciencia subjetiva también desaparece. Por consiguiente, no existen ni el buey ni la persona, ni el huésped ni el anfitrión. Con el huésped y el anfitrión siendo uno, hay existencia que es real, agradable, suprema y absoluta. No hay huellas de seres comunes y corrientes ni sabios, tanto los seres sensibles como el Buda son vacíos. No hay ni aflicción para eliminarse ni bodhi (iluminación) para alcanzarse. El texto es:

Todo es vacío – el látigo, la cuerda, el hombre y el buey:
¿Quién puede medir la vastedad del cielo?
Sobre el horno quemando y ardiendo, ni un copo de nieve puede caer: Cuando se obtiene este estado, se manifiesta el espíritu del antiguo maestro.


Esta es la etapa de no-palabra ni lenguaje, y de la extinción de la voluntad mental. No hay información que pueda ser comunicada porque la mente pensante para evaluar y juzgar no puede aplicarse, ni tampoco puede aplicarse la mente pensante para expresar y explicarlo. Este es el estado que no puede ni ser pensado ni ser discutido.

9. Regresando a la Fuente Original
El dibujo muestra los verdes bambúes absolutamente puros y el ciruelo amarillo, las montañas verdes y el agua verde que representa el reflejo de la vida real del estado de samadhi de la unificación absoluta. La mente está inmóvil, sin embargo, hay claridad del poder de la sabiduría que lo ilumina todo brillantemente sin dar lugar a ninguna aflicción, ni a nada. Cuando llega la primavera, cien flores florecen bellamente, cuando llega el otoño, el follaje rojo cubre mil montañas. La luna es blanca y el viento claro. Esta mente es como un espejo brillante que refleja una miríada de cosas sin cambiar su propia naturaleza pura. La miríada de cosas no es más que el cuerpo del Dharma de todos los Budas inherentemente puros. El texto es:

Para regresar al origen, para poder volver a la Fuente – ¡esto ya es un paso falso! Mucho mejor es quedarse en casa, ciego y sordo, sin mucho alboroto; Sentado en la cabaña, él no tiene conocimiento de lo que pasa afuera. Contemplando los arroyos que fluyen, adonde nadie sabe; y las flores vívidamente rojas, ¿para quién son?

En el dibujo hay objetos y escenario objetivo pero no hay persona subjetiva. Aunque la montaña es aún montaña y el agua es aún agua, no es la misma montaña y agua vistas antes de la práctica. Mientras la montaña y el agua son todavía lo mismo, ya no existe el “yo” cuya mente puede ser conmovida por el escenario de la montaña y el agua. Puesto que uno ya no genera la mente ilusoria de aflicción provocada por el apego discriminatorio al sonido y la vista, por consiguiente, es como estar ciego y sordo. Hay vista pero la mente no está conmovida. Hay sonido, pero la mente no está conmovida. Uno puede probar la comida pero la mente no está conmovida. Las flores rojas y el agua verde al frente y detrás del templo son meramente la existencia natural de los objetos de la naturaleza. Uno ni los mantiene fuera de la mente ni se identifica con ellos en la mente. Entonces uno puede enfrentarse a la miríada de fenómenos sin generar ninguna obstrucción en la mente. Uno aquí puede vislumbrar la ya mencionada liberación y paz.

10. Entrando en la Ciudad con Manos Bendecidoras
En el dibujo hay un monje relajado y liberado, llevando un bolso de tela, el cual se encuentra con un mendigo delgado, débil, empobrecido y afligido. El monje está dando y el mendigo suplicando por ofrendas. Esto explica que cuando los practicantes han completado su cultivación y alcanzado la iluminación, naturalmente darán lugar a la mente de gran compasión de liberar a los seres sensibles. Este es el inevitable resultado de la aspiración de uno a alcanzar la liberación. No depende del poder de la voluntad. No siguen ningún ideal. No se trata de cumplir alguna misión. Desde la cultivación de nuestra propia vida, naturalmente actuamos para ayudar a los demás. Por consiguiente, no se consideran dichas acciones como ayudar y liberar a los seres sensibles. Más bien, surgen meramente de un samadhi innocente y alegre. El texto es:

Torso desnudo y descalzo, él arriva al mercado; Sucio con lodo y cenizas, ¡cuán amplia su sonriza! No hay necesidad del poder milagroso de los dioses, los toca, y todos los árboles muertos florecen.

Esto es perfectamente un dibujo que expresa la función maravillosa del poder sobrenatural que es innocente y natural, libre y a gusto, sin estar atado a las formas ni restringido por las normas mundanas. Uno trasciende el mundo sin ser adverso a él. Uno está en el mundo sin apegarse a los fenómenos. Uno está lleno de la energía viva de gran liberación, gran compasión, gran sabiduría y gran poder sobrenatural.
La escuela Chan no pone mucha atención a lo que se llama poder sobrenatural. Sin embargo, cuando experimentas la gran liberación, que es el resultado de eliminar las aflicciones que nos atan, y la mente está a gusto sin permanecer en ningun pensamiento dualista involucrando la discriminación entre el 'yo' y los demás, sano e insano, ordinario y sabio, así como impuro y puro, el cuerpo también se sentirá a gusto. Entonces uno será capaz de transformar libremente los fenómenos externos. Por consiguiente, las piedras pueden asentir y las flores pueden florecer de un leño muerto. No hay necesidad para el secreto del poder sobrenatural. Es meramente algo que sucede naturalmente.

Resumen
Las etapas de la iluminación y los fenómenos representados en los arriba mencionados diez dibujos del arreo del buey, son mi explicación basada en los dibujos y texto correspondiente para ofrecer una referencia a los lectores que desean comprender lo que es la iluminación. La experiencia real de los niveles y etapas de iluminación varían de persona en persona. Lo que se representa en los diez dibujos del arreo del buey no es necesariamente la secuencia estándar. Esto es porque algunas personas podrían experimentar la iluminación múltiples veces, o más que decenas de veces o incluso incontables veces, pero el nivel de cada experiencia de iluminación es similar. Ellos simplemente tienen la misma experiencia una y otra vez. Para otros, su primera y segunda experiencias de iluminación difieren en profundidad. Para la mayoría de las personas, su primer experiencia de iluminación no es muy profunda. Sin embargo, para aquellos con profundas raíces virtuosas y aguda facultad kármica, su primera iluminación podria ser bastante profunda.