sábado, 20 de abril de 2011
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El gusto y el tacto
La esencia del Chan
Conferencia impartida por el maestro Sheng Yen sobre el Surangama Sutra el 17 de mayo de 1987.

Hasta ahora hemos tratado de la luz y el sonido. Si comprendes estos dos, descubrirás que el Sutra trata del gusto y el tacto de una manera similar.

El gusto

Cuando la lengua entra en contacto con la comida, aparece la conciencia del gusto. ¿De dónde viene el gusto? ¿De la comida? La comida tiene diferentes sabores. El azúcar de caña es dulce, las ciruelas negras son ácidas, la sal de roca es salada, el jengibre es picante, los limones son amargos. Si la sensación del gusto se origina de la comida, entonces la comida debería estar consciente de sus propios sabores. Sabemos que eso no es verdad. ¿La sensación del gusto proviene de la lengua? Si fuera así, entonces la lengua debería ser capaz de saborear incluso sin comida. El sentido común nos dice que el gusto proviene del contacto de la lengua con la comida. Si chupas una caña de azúcar, sabe a dulce y puedes decir que la caña de azúcar es dulce. Pero la caña de azúcar por sí misma no puede conocer su propia dulzura. La lengua y la caña de azúcar ambos deben estar presentes.

Para ir más allá, debemos comprender una enseñanza fundamental del Budadharma: nada existe fuera de la mente. Todos los fenómenos externos son conocidos sólo a través de nuestra mente. La dulzura de la caña de azúcar es una percepción mental, una conciencia de la dulzura. Es subjetivo. ¿Para una persona la caña de azúcar saborea lo mismo que para otros? No lo sabemos, pero es dudable que sea lo mismo.

Hay dos maneras de explicar esta enseñanza. La primera, podemos tomar la perspectiva de la Escuela de Sólo la Conciencia del Budismo (Vijnanavada) que declara que todo nuestro karma pasado es planteado como semillas en la octava conciencia, un componente muy sutil de la mente. Cuando maduren las causas y condiciones, estas semillas se manifestarán de maneras variadas como fenómenos externos. De este modo, el ambiente externo se origina directamente de la mente.

La segunda, podemos considerarlo como lo que hizo Descartes, quien dijo: “Pienso y luego existo.” Cuando nuestras mentes están claras, estamos conscientes del ambiente externo y nuestra conexión con él. Debido a esta consciencia, el mundo externo parece real. Pero cuando dormimos, o si nos desmayamos o morimos, la mente ya no está consciente del ambiente externo. Por consiguiente, cuando nos ocupamos de algo, ya no existe. Así que el ambiente externo sólo existe hasta cierto punto de que lo reconozcamos.

Todo el mundo mantiene una percepción única del mundo. Por ejemplo, suponiendo que tienes muchos problemas y te sientes descontento. No puedes encontrar la salida, y lloras por mucho tiempo hasta que al final te quedas dormido. Pero en el momento cuando despiertas, parece que tus problemas han desaparecido, o por lo menos, no son tan malos como antes. Verás el mundo de una manera más fresca y más positiva. Aunque el ambiente externo permanece sin cambios, pueden cambiar tu percepción y sentimientos sobre este mundo.

Las personas a menudo intentan escapar de su mundo subjetivo a través de beber o tomar drogas. Desean estar liberados de las aflicciones provocadas por el entorno, incluso por un corto período de tiempo. El alcohol y drogas cortan nuestra comunicación con el entorno.

¿De dónde proviene este gusto? ¿De la mente? Sin la comida y la lengua, tu mente no podrá registrar el sabor. De hecho, incluso la mente no existiría sin el contacto entre los órganos sensoriales y los objetos sensoriales. La mente no es tampoco el origen del gusto.

El gusto requiere la combinación de la comida, la lengua, y la consciencia del gusto. No puede existir independientemente de la interacción cambiante y mutua de estas tres. Entonces, el gusto es realmente una experiencia ilusoria.

El tacto

El sentido común nos dice que nuestra piel tiene la capacidad de percibir el tacto. La piel entra en contacto con algo, y la mente está consciente de tocarlo. El tacto involucra tres componentes: el órgano sensorial del tacto (la piel), los objetos del tacto, y la consciencia del tacto.

Hay dos condiciones que permiten tener lugar al tacto: el contacto o la separación con un objeto. Un objeto duro está apretado contra ti. Te sientes incómodo. Si es removido, experimentarás una sensación agradable. Tanto las sensaciones incómodas y agradables provienen del sentido del tacto.

Cuando fui por primera vez a los Estados Unidos, estaba sorprendido por ver a las personas estrechándose las manos en la calle. Hasta los buenos amigos se abrazaban y se besaban en la cara. En Asia las personas son más moderadas y probablemente se sienten incómodos siendo más demostrativos que de darse las manos.

Después que había estado en los Estados Unidos por unos pocos años, estaba acostumbrado a esta costumbre. Es bastante sensible. Las personas expresan su felicidad al reunirse para compartir la alegría del contacto físico. Si dos personas son muy íntimas, cualquier tipo de contacto puede ser muy agradable.

Nuestros cuerpos tienen fuertes apegos. El Budadharma nos dice que el cuerpo es el responsable de la mayoría de nuestras aflicciones. Tomemos dos hermanos jóvenes, por ejemplo. A uno de ellos le gusta dormir con la ventana abierta, y el otro con la ventana cerrada. Si los niños duermen en la misma habitación, se pelearán. El primero dice al otro: “Si cierras la ventana, voy a ahogarme.” El otro responde: “¡No dejes abierta la ventana! Si la abres, voy a acatarrarme.” Aún así, el problema no es tan malo entre dos hermanos, dado que siempre pueden tener sus apartamentos separados cuando se hacen mayores. Pero imagina si una pareja casada tiene este problema. La riña terminaría en divorcio.

Para algunos de ustedes que todavía no están casados, deberíais hacer un estudio detallado de lo que os gusta y lo que no os gusta y compararlos con los de su posible cónyuge. Pero aún así podría no funcionar. A veces parece no haber problemas antes del matrimonio o al principio del matrimonio. Pero a medida que pasa el tiempo, cambian las condiciones del cuerpo y aparecen diferentes preferencias. Cuando sea el momento para que las obstrucciones kármicas aparezcan, definitivamente vendrán.

¿Qué puedes hacer? Lo mejor es quedarse sin casar. Sé un monje o una monja. Si deseas casarte, debes prepararte a ti mismo. Por lo menos uno de ustedes debería estar preparado para tolerar a la otra persona.

Las personas podrían tener reacciones muy diferentes al tocar el mismo objeto. Por ejemplo, los médicos recomiendan comúnmente dormir en un colchón duro. Pero estoy muy delgado y no tengo mucha grasa extra. Para mí quizás es mejor utilizar un colchón blando. Para alguien con más carne, se sentirá mejor con un colchón duro.

En mi caso la cuestión es irrelevante porque siempre duermo en el suelo. Si tengo una cama dura o blanda no hace ninguna diferencia. Sin embargo, habría personas que están tan acostumbradas a dormir en un colchón blando que a ellos les dolerá todo si trataran de dormir en un cama dura.

La sensitividad de tocar puede cambiar con el entrenamiento. Hace alrededor de 25 años, en Taiwán, fui a visitar a un monje viejo quien estaba practicando en las montañas. Cuando llegué allí, descubrí que no tenía una cocina ni tampoco implementos para hervir el agua.

Pregunté: “¿No has hervido el agua para beber?” Él dijo: “No, sólo bebo el agua tal y como la encuentro. Nunca hiervo el agua.” Le pregunté: “¿Y qué cuando tomas un baño?” “Suelo utilizar agua fría,” contestó. “¿Y qué cuando cocinas?” Dijo: “Sólo como comida cruda.”

De acuerdo a la mitología china, dijo, en un principio las personas eran muy sanas. Comían todo crudo. Consecuentemente, sus cuerpos se volvieron fuertes y nunca estaban enfermos. Luego vino quien descubrió el fuego. Las personas empezaron a cocinar su comida y comenzaron a contraer enfermedades. Es sólo desde este momento en el que fue necesario clasificar y encontrar la cura de las enfermedades. “¡Ah!” dije. “Esto tiene mucho sentido.” Por lo tanto traté de tomar baños con agua fría y enseguida me resfrié. Intenté comer sólo comida cruda y tuve diarrea.

Después, fui a las montañas para hacer un retiro. Allí había personas que cocinaban, de manera que no tenía que comer comida cruda. Pero no había agua caliente, y según mi experiencia anterior no quería bañarme con agua fría. Así, inicialmente sólo frotaba mi cuerpo con agua fría hasta que sentía calidez. Eso me hizo sentir en una condición excelente, mucho mejor que si hubiera tomado un baño caliente. Al final, empecé a tomar baños con agua fría, y no me acatarré. De esta manera fui capaz de entrenar mi cuerpo. Entonces, unos años después, cuando estuve en Japón, me di cuenta de que había baños públicos que contaban únicamente con agua fría. Después de esperar algún tiempo, finalmente decidí probarlos. Enseguida, estaba resfriado.

El hecho es que el cuerpo puede entrenarse para reaccionar de manera diferente al mismo objeto sensorial o entorno, pero es un proceso lento. La calidez no es necesariamente mejor que el frío, o lo blando mejor que lo duro. Aunque puede ser entrenado, el cuerpo trae muchos problemas. Desea sensaciones agradables. Le gusta descansar. No le gusta demasiada presión. Estas preferencias conducen a muchas aflicciones.

¿De dónde proviene este tacto? No solamente del cuerpo. Una persona muerta no puede distinguir si algo es blando o duro, frío o cálido, suave o áspero. El tacto no proviene solamente de los objetos sensoriales y sin el cuerpo. Pero todo el mundo tiene una consciencia del tacto. ¿Este tacto proviene de la mente? Es a causa de la mente que decidimos actuar, creando de este modo karma bueno y malo. Sin la mente, no podría haber karma. Pero antes hablamos de que la mente no podría existir sin el contacto entre los objetos sensoriales y los órganos sensoriales. Por lo tanto la mente no puede ser el origen de la sensación del tacto, si su propia existencia requiere de los objetos y del cuerpo como una precondición.

Y así volvemos a la pregunta original. El cuerpo, el objeto del tacto, y la consciencia del tacto son interdependientes. Ninguno de ellos puede aparecer sin el otro. De este modo, el tacto, como el gusto, no tienen la existencia real e independiente.

Después el Sutra trata sobre esta pregunta: ¿De dónde proviene la mente? Antes de investigarla, me gustaría contar un cuento.

Una vez había un discípulo del Buda. Un día, después de mendigar limosnas y comer, empezó a practicar la meditación caminante bajo los árboles. Mientras estaba caminando, notó que había otro monje, a quien lo reconoció como un practicante del camino externo, no un miembro de la Sangha. El otro monje también había comido recientemente, pero no estaba haciendo la meditación caminante. Parecía estar pronunciando varios encantamientos.

De repente, apareció una flor mágica de su boca y sobre esto dijo: “Recién he terminado de comer mi almuerzo. Pero todavía no estoy satisfecho. Creo que me gustaría comer alguna fruta.” Con lo cual, varios tipos de fruta deliciosa aparecieron mágicamente fuera de la flor. El monje terminó la fruta y luego dijo: “Ahora necesito agua para lavar mis manos y mis pies.” En ese mismo momento, una toalla y un cuenco lleno de agua aparecieron fuera de la flor. Se lavó a sí mismo y volvió a meter el cuenco y la toalla dentro de la flor, que los absorbió mágicamente. Finalmente, el monje dijo a la flor: “He terminado mi almuerzo, pero estoy solo y me siento aburrido. Necesito alguna compañía.” Entonces una chica muy hermosa apareció fuera de la flor, y los dos empezaron a divertirse bajo el árbol.

Presenciando esto, el discípulo del Buda se sentía triste. Fue a ver al Shakyamuni Buda y le dijo lo qué había pasado. El Buda replicó: “Este practicante efectivamente podría haber hecho lo que dices. Pero no es muy extraño. Muchos de mis discípulos hacen la misma cosa.” Entonces el discípulo del Buda dijo: “No, no. OH Buda, sus preceptos son muy estrictos y tratamos de seguirlos exactamente. ¡Nunca haríamos estas cosas!” El Buda respondió: “Todo proviene de la mente. Mientras tu mente se mueva, mientas sea afectada por el entorno, no eres mejor que un practicante del camino externo. De hecho, él es más avanzado que tú porque puede producir una flor de su boca que le ofrece todo lo que él desee. Tú no puedes hacerlo.”

Luego el Buda añadió: “Ese monje, aunque te parezca que sea un practicante del camino externo, es en realidad un gran Bodhisattva. Al realizar estas hazañas mágicas, te mostró la naturaleza de tu mente.”

Desde ese momento en adelante, el discípulo del Buda no puso más atención al entorno. Trató de reflexionar sobre su propia mente.

El punto de este relato es que no hay un entorno externo aparte de tu mente. El entorno en sí mismo es una reflexión de tu mente. Si te van mal las cosas a tu alrededor, es porque tu mente está en un estado agitado. Si las cosas te van muy bien, es porque tu mente está en un estado positivo.

Alguno de ustedes podría oponerse a esto. Por ejemplo, dicen que algunos gángsteres vinieron al Centro Chan para matarme. ¿Es realmente mi propia mente que produce los gángsteres? O dicen que una mujer es violada. ¿La mente de ella creó realmente la experiencia? ¿Su mente quería que le ocurriera? Por supuesto, no podemos tomar esta posición. Pero puesto que este relato proviene de los Sutras, deberíamos intentar resignarnos a ello.

Es mejor considerar el sufrimiento o aflicciones inevitables como el fruto de nuestro propio karma. Si tomamos este punto de partida, por lo menos se reducirán nuestras aflicciones, el mismo sufrimiento será más tolerable. La explicación es compatible también con el relato. El sufrimiento proviene de las semillas kármicas que residen en nuestras propias mentes. Por supuesto, deberíamos intentar mejorar nuestra situación si podemos. Si alguien se acerca con la intención de matarte, no deberías pensar: “Esto es el karma en mi octava consciencia manifestándose, entonces está bien que vaya a ser matado.” Deberías intentar salvar tu vida. Por el otro lado, si te enfrentas a una situación que no puedes evitar, deberías reconocer y aceptarlo como tu karma. No cedas a las aflicciones.

En las series de pasadas conferencias, hemos hablado de la naturaleza de la luz, el sonido, el olfato, el gusto y el tacto. Lo que el Sutra tiene que decir sobre el origen de la mente es realmente lo más importante. Continuaremos hablándolo sobre esto la próxima vez.