El punto de vista del Chan sobre la vida
Charla del Dharma impartida por el Venerable Maestro Sheng Yen el 24 de octubre de 1993 en el Centro de Meditación Chan de DDM en Nueva York.

Hoy voy a hablar del punto de vista del Chan (o Zen) sobre la vida humana. Hay varios niveles de punto de vista, o entendimiento, de la vida en el Chan porque el Budismo no tiene un único enfoque hacia la vida.

Reconoce el hecho de que el punto de vista sobre la vida de cada individuo depende de su propio entendimiento. Si ves profundamente las cosas, entonces ese es tu entendimiento. Si ves simplemente lo superficial, entonces eso es tu entendimiento. Por ejemplo, el Shakyamuni Buda, el Buda histórico, dijo que todos los dharmas son Buddhadharma. (Dharma con letra d minúscula es un término técnico en el Budismo que significa fenómenos, incluyendo la gente, las cosas, las ideas, el tiempo, el espacio, etc.) También podemos decir que “Todos los dharmas son el dharma del Chan o Zen.” En otras palabras, todas las cosas, sean grandes o pequeñas, están de acuerdo con la enseñanza del Chan. Es un punto de vista profundo de la vida. Pero pocos de nosotros podemos comprenderlo.

¿Qué significa “punto de vista sobre la vida humana”? Esta frase por sí misma supone que los seres humanos son diferentes a los objetos inanimados, plantas y los demás tipos de animales.

Los chinos dicen a veces que tenemos un rostro humano y un corazón de bestia. Es una crítica seria. Pero, ¿es verdad que los animales son más violentos, crueles, antipáticos o malvados que los seres humanos? No necesariamente. Los aspectos de la naturaleza humana que podemos describir como aterradores o hasta malvados podrían ser aún peores que los que podemos observar en animales. Por el otro lado, los aspectos de la naturaleza humana que podemos describir como virtuosos, amables y cariñosos son mucho mejores que los que podemos encontrar en los demás animales.

El término chino que traducimos como “vida humana” incorpora tres aspectos en que los seres humanos son diferentes de los demás animales. Primero, nosotros diferimos en las actividades cotidianas; segundo, en el proceso de la vida; y tercero, en lo que llamamos nuestra “existencia.”

Nuestras actividades ocurren en el reino de espacio, así que la “vida humana” incluye nuestras relaciones en el espacio. Todos los días, de la mañana a la noche, nos quedamos en casa, vamos a la escuela o a la oficina, trabajamos, hacemos la limpieza y cocina, o cualquier otra cosa. Actuamos en el espacio o en el ambiente que nos rodea. Lo que hacemos en el espacio puede ser bastante diferente a lo que hacen los demás animales. Además de la comida y ropa, gozamos de cosas tales como entretenimiento, búsqueda religiosa y espiritual, y la apreciación del Arte.

Lo que he llamado el “proceso de la vida” es también diferente al de los animales, en que somos concientes del tiempo. Nos percibimos a nosotros mismos moviéndonos de ayer a hoy y a mañana, del año pasado al próximo año, y del momento que nacemos hasta que morimos. Tenemos memorias que van más allá de las memorias de los animales, y de la memoria hemos construido la historia. Nosotros también tenemos preocupaciones, arrepentimientos, inquietudes y expectativas, que no tienen los animales.

Otro punto en que somos diferentes a los demás animales consiste en cómo nuestra existencia en tiempo y espacio influye aquello que nos rodea. Es lo que llamamos la “existencia” de los seres humanos. Nuestra influencia en el mundo proviene de acciones tanto físicas como no físicas. Por ejemplo, se supone que aquí nadie se ha encontrado con Karl Marx, pero sus ideas han causado un tremendo impacto en nuestra era. Mao Zedong nunca visitó los Estados Unidos, sin embargo, su influencia se siente aquí. Cuando vine por primera vez a los Estados Unidos a mediados de la década de los setenta, encontré personas jóvenes que llevaban insignias de Mao Zedong. Tal es el impacto que una persona puede tener en la gente de diferente lugar y tiempo. Esta influencia de nuestras acciones físicas y mentales, es de nuevo muy diferente del reino animal.

Para responder a la pregunta, ¿“Qué es la vida humana”? debemos plantear tres subpreguntas: ¿Cuál es el propósito de la actividad humana? ¿Cuál es el significado del proceso de la vida humana? ¿Cuál es el valor de la existencia humana?

¿Quieren saber las respuestas a estas preguntas?

El punto de vista “animal”:

Si piensan que la vida humana no tiene objetivo o propósito, probablemente sentirán que la vida es vacía y sin substancia. Si su vida no tiene sentido, quizás se pregunten, ¿por qué me molesto en vivir? A lo mejor piensen que uno es un agotador de los recursos de la Tierra y que la vida no vale la pena ser vivida.

En China, una vez un niño escuchó a su madre decir, “No tiene ningún sentido vivir en el mundo. Yo soy una mujer analfabeta. ¿Qué cosa buena he hecho en mi vida?” Esto afectó al niño, quien rebatió, “Mamá, no hables así.” “Eres muy importante para mí.” La mujer dijo “oh, ¿de veras? ¿Soy muy importante para ti? Y el niño dijo, “¡por supuesto!, sin ti, ¿cómo podría sobrevivir?” La madre dijo, “Bueno, por lo menos alguien piensa que soy útil.”

Esto es el punto de vista más bajo de la vida humana. Aquí todas las actividades son sin propósito. Para un animal, la vida no es más que una búsqueda de comida, refugio y necesidad de procreación.

¿Es esa su actitud?

Confucio dijo, “La comida y el sexo son los instintos humanos.” Eso es, el deseo de continuar existiendo y el impulso de procrear componen el lado animal de la naturaleza humana.

Una variación en este punto de vista sobre la vida es la simple esperanza de que usted y sus hijos vayan a seguir viviendo. El deseo de vivir o el miedo a morir es un instinto tanto animal como humano. Los humanos, perros, ratas e incluso los peces tienen este instinto.

Aún otra variación es creer que tu existencia es espontánea, sin causa, por consiguiente, vives sin rumbo y dejas que las situaciones se determinen ellas mismas.

¿Sabes que hay quienes viven sus vidas de acuerdo con el nivel de puntos de vista animal sobre la vida humana?

La gente pregunta frecuentemente, “¿Por qué estoy vivo? ¿Por qué tengo que vivir así? ¿Por qué sufro así?”

Yo digo, “Eso se debe a que tú eres ignorante y te falta sabiduría de modo que vives y sufres como lo haces.” A menudo, ellos protestan: “Bueno, de algún modo, nací. No conozco nada mejor, por lo tanto, simplemente continuaré viviendo como siempre lo he hecho.” Demasiadas personas no saben por qué viven, y se resignan a su destino.

Precisamente ayer alguien me preguntó, “Shih-fu, ¿cuántas deudas kármicas tengo? ¿Puedo estar tan endeudado que debo sufrir tanto por tan largo tiempo? ¿Cuándo podré terminar de pagar mis deudas con los demás seres?” Yo dije, “No soy yo al que le debes tu deuda kármica. No puedo decirle cuándo será pagada.”

Frecuentemente, no somos concientes de que tenemos tales puntos de vista.

El punto de vista crédulo:

Podemos llamar el segundo punto de vista de la vida como la perspectiva crédula o insensata. Este es un pequeño paso sobre el punto de vista animal. Aquí la gente cree que lo importante es luchar por protección y seguridad. Tales personas compran casas, tierras, o acumulan riquezas para proteger su seguridad y la de sus hijos y descendientes.

Hay una historia china acerca de un importante funcionario que hizo una visita a un monje. A diferencia de la mayoría de los monjes, este monje vivía en un árbol. Este funcionario vio que el monje se sentaba en las altas ramas de este árbol, y le dijo, “Maestro, usted se encuentra en una situación muy peligrosa.” El monje replicó, “Yo no estoy en peligro, pero tú, sin embargo, estás en una situación peligrosa.” El funcionario le preguntó, “¿Cómo puedo estar en una situación peligrosa? Yo me encuentro a la cabeza del gobierno local. Me protegen muchas personas. ¿Cómo puede mi situación ser peligrosa?” El maestro dijo, “Los cuatro elementos te afligen constantemente.” (Tierra, agua, fuego y viento, que los antiguos chinos creían que eran los elementos que constituyen el mundo físico.) “El proceso de nacimiento, enfermedad, vejez y muerte puede afectarte en cualquier momento. Vives en compañía de las molestias de codicia, enfado, ignorancia y arrogancia. ¿Y me dices que tú no estás en una peligrosa situación?” El funcionario, que era inteligente y tenía buenas raíces kármicas lo comprendió inmediatamente: “Maestro, en verdad, yo estoy en una situación mucho peor que la suya.”

Los seres humanos son ingenuos. En este mundo, no hay ningún lugar que sea completamente seguro. Intenta encontrar seguridad, y sólo estarás en una situación más peligrosa e insegura.

Una variación de este punto de vista equivocado es la creencia de que el propósito de la vida es luchar por la fama, riqueza, y posición. Acumulas riqueza, y luego deseas ser famoso. La fama quizás no será suficiente, y después buscarás poder y autoridad. Mucha gente tiene este punto de vista. Piensan que si no trabajan mucho y consiguen lo que quieren, la vida no tiene ningún sentido.

¿Tienes esta actitud?

La satisfacción de tus pretensiones es la tercera variación del punto de vista ingenuo de la vida. Por pretensiones, me refiero a la imagen de uno mismo o reputación que carece de substancia. Por ejemplo, tus ingresos son modestos, pero te vistes de tal manera que la gente piensa que eres adinerado. Tal vez no eres particularmente erudito, pero llevas libros para impresionar a la gente. Eso es ser pretencioso, y algunas personas piensan que el crear una imagen es el propósito de la vida. Harán todo lo que sea necesario para ese fin.

Otra variación del punto de vista equivocado es la creencia de que el propósito de la vida es triunfar sobre los demás. Algunos no pueden aceptar la realidad de que hay otros que han conseguido mucho más que ellos. Trabajan y se esfuerzan con todo su corazón, simplemente para superar a los demás. Entonces, se sienten orgullosos y arrogantes. Si ellos se quedan atrás, se encontrarán desanimados y perderán toda la confianza en ellos mismos. Compiten toda su vida contra los demás hasta que finalmente mueren.

Una persona con un punto de vista equivocado de vida es como un perro que persigue su propia cola. Cree que es la cola de otro perro. Persigue al otro perro dando vueltas bajo el árbol y pensando solamente “¡Voy a alcanzar a ese perro sucio!” Él nunca capturará su propia cola, así como tampoco la riqueza, el poder, el éxito, ni el prestigio van a garantizar nuestra seguridad. Finalmente el perro muere, así como nosotros lo haremos. En el momento en que el perro muere, no sabe por qué vivió ni porque murió. No está conciente de que ha estado persiguiendo su propia cola. Tal es el punto de vista engañoso de la vida, y muchos, muchos de nosotros vivimos de esta forma.

El punto de vista de la sabiduría mundana:

Si éstos son puntos de vista engañosos, ¿cuál es el punto de vista de un sabio? Aquí estamos hablando de sabiduría mundana, y nos referimos a alguien que vive de acuerdo con principios, ideales y metas. A la mayoría de nosotros nos gusta creer que caemos en esta categoría, más que entre la equivocada e ingenua.

Una sabia perspectiva mundana es simbolizada por un artista que se dedica a la belleza y su interpretación. En el proceso, el artista puede ser embellecido así como el mundo. Una experiencia interna de belleza puede transformar el entorno. El interior y el exterior no se experimentan como separados. Tal persona reconoce que el universo entero es, en realidad, una obra de arte.

Hay muchos tipos de arte. El proceso de crear una obra de arte puede ser un proceso doloroso, pero cuando el trabajo termina, ver u oír el producto terminado puede ser una experiencia hermosa, tanto para el creador como para los demás.

Con frecuencia para el artista el mundo parece hermoso mientras él o ella se concentran en el trabajo. Pero una vez que el artista tiene que tratar con el mundo ordinario, la vida no parece tan maravillosa. Conozco a un pintor cuyo trabajo es verdaderamente hermoso. El está contento cuando habla de pinturas y arte con otras personas. Pero cuando la conversación cambia hacia otros temas, se vuelve irritable y se pone de mal genio. Hace la vida difícil a su esposa y amigos.

En China consideramos los artes marciales una forma de arte como la pintura o la poesía. En Taiwán había un famoso maestro del Tai-chi, quien encontraba sin duda alguna la vida bella y pacífica cuando se dedica a la enseñanza de Tai-chi, pero su vida personal fue un lío. Bebía mucho, y finalmente murió de alcoholismo.

Los artistas experimentan momentos hermosos, momentos de no separación entre el ego y el no-ego, pero estos son transitorios. La vida no es siempre bella. Muy frecuentemente son los aspectos no tan hermosos de la vida ordinaria los que experimentamos.

Algunos científicos, quienes dedican toda su vida al análisis y observación del mundo físico, exhiben el punto de vista sabio de la vida. Contemplan el enorme universo e investigan diminutas partículas atómicas. Experimentan la infinitud de la naturaleza, de la cuál deriva la infinitud que está dentro de ellos. Pueden observar sólo el asunto, pero con su agudo entendimiento pueden extrapolar la ilimitada totalidad. ¿Pueden hacer una hipótesis del significado de la vida? Es poco probable.

Una vez un científico me dijo: “Shih-fu, la ciencia y el Budismo llegan a las mismas conclusiones, así que si yo me dedico a la ciencia, no hay necesidad de estudiar el Budismo.” Yo le dije, “¿Qué tipo de conclusión es esa?” Él dijo, “El Budismo sostiene que los fenómenos no tienen límite.” La ciencia también ha llegado a la misma conclusión. El Budismo dice que todos los fenómenos son vacíos, y la ciencia, en su análisis de sustancia en el nivel más diminuto, tampoco encuentra la verdadera substancia. Las conclusiones son idénticas.” Yo respondí, “No, son completamente diferentes.” ¿La ciencia puede decirte por qué naciste en este mundo? Él me dijo, “Oh, es muy simple. Mi madre me dio a luz.” Yo le pregunté, “¿Por qué tu madre te dio a luz a ti y no a otro?” Y él contestó, “Mi madre me dio a luz a mí, suficiente. No era necesario que ella tuviera un hijo diferente.” Yo pregunté otra vez, “Entonces, ¿por qué fue esa madre la que te dio a luz en lugar de otra?” El no tuvo respuesta para contestar a esa pregunta, por lo tanto dije, “Eso manifiesta que te sientes confundido con respecto a estas preguntas fundamentales: no tienes las respuestas.” Finalmente, pregunté, “¿Por qué has venido a este mundo y esta vida?” ¿A dónde irás después de morir?

La ciencia quizás te señala que los fenómenos son ilimitados y vacíos, pero no es capaz de contestar a las preguntas acerca del propósito de la vida humana y lo que te va a suceder después de la muerte. Eso es por lo que muchos científicos adoptan una creencia religiosa, y creen en Dios u otra deidad. Incluso Einstein era religioso. En Taiwán, a menudo los científicos se hacen budistas, debido a que la ciencia no puede contestar a las preguntas fundamentales relacionadas con la existencia humana.

Los filósofos pueden ser sabios. Viven de acuerdo con el pensamiento a través de ideas, y se esfuerzan conscientemente por incorporar sus ideales y principios a su vida cotidiana. Por medio de la lógica, concluyen que ciertas ideas son razonables y deberían ser mantenidas. El idealismo, materialismo, humanismo, existencialismo y fenomenología son ejemplos de tales filosofías. Los filósofos pueden vivir de acuerdo con lo que creen que es verdadero. Las ideas guían sus vidas.

Algunos filósofos creen que pueden ser sobrevividos por sus ideas. Muchas de estas personas hacen frente a la muerte alegremente mientras creen que sus ideas, creaciones y contribuciones van a perdurar. No obstante, sabemos que por miles de años una filosofía ha sido refutada por otra. Piensen en la reciente reevaluación del Marxismo.

Los religiosos constituyen otro grupo que busca la sabiduría. Una persona religiosa vive su vida de acuerdo con los principios y objetivos reconocidos, y gobierna su vida según su fe en Dios. El significado de su vida se basa en obedecer la ley de Dios y en la esperanza de unirse a Dios en el paraíso después de la muerte.

El individuo y Dios están, por un lado, conectados; pero por otro, son independientes. Eso remedia una debilidad del artista, el científico y el filósofo. Estas personas corren el riesgo de perder su identidad al fusionarse con su arte, ciencia o filosofía. No obstante, una persona que cree en Dios se ve a sí mismo como teniendo una identidad eterna independiente, o espíritu. Para muchas personas es importante tener ese sentido de identidad eterna e independiente. Si no, se sienten vacíos.

El punto de vista Chan:

Hay un cuarto punto de vista que es aún más elevado que estas otras perspectivas, y es el fundamento del punto de vista Chan de la vida. Es el punto de vista de que el objetivo de la vida es la iluminación, la disolución del ego. Debemos pasar por las tres etapas para llegar a la iluminación. Primero, tenemos que afirmarnos a nosotros mismos; segundo, madurar y tercero, disolvernos. A eso se le llama el punto de vista realista de la vida humana debido a que se funda en la realidad última.

Afirmarse a uno mismo es afirmar el propósito, la meta, el significado y el valor de la vida y querer mirarse a uno mismo honrada y claramente. La gente pregunta, “Por qué nacimos en este mundo y llevamos esta vida” Estamos aquí para recibir nuestra retribución kármica, y también para cumplir nuestras aspiraciones o votos.

Debemos comprender que en una vida, nuestras acciones (que producen retribución kármica), y los resultados de aquellas (retribución), son relativamente limitadas comparando con la miríada de vidas que hemos experimentado anteriormente. Lo que hacemos a menudo no se corresponde con lo que recibimos. Parece que algunas personas no han hecho muchas cosas buenas, pero nacen con riqueza y tienen éxito fácilmente. Otras personas trabajan mucho durante toda su vida, pero casi no pueden ganarse la vida. No alcanzan nada, tienen dificultad en llevarse bien con los demás, y parece que su vida está llena de molestias y sufrimiento.

¿Por qué hay tantas disparidades? Para contestar a esta pregunta, debemos comprender la retribución kármica. Esta vida fue precedida por innumerables vidas previas, durante las que nosotros actuábamos de muchas maneras diferentes. Las consecuencias de estas acciones llegan a esta vida y a las vidas futuras hasta que hayamos recibido toda la retribución kármica por lo que hemos hecho. Otra razón por la que nacimos es para pagar la deuda kármica de las vidas previas.

Esto contesta a la pregunta que hice al científico, “¿Por qué nacimos en este mundo?” Yo mismo nací con muchos problemas físicos y estaba enfermo frecuentemente. Me pregunté a mí mismo, “¿Por qué tenía una salud tan delicada?” ¿Mi madre era injusta, trayendo al mundo una hermana y un hermano sanos, y yo tan enfermizo? Ahora comprendo que eso no tenía nada que ver con mi madre. A ella no le quedaba otro remedio. Nuestro cuerpo al nacer es el resultado de nuestras vidas previas. Pero muchos de nosotros pensamos que dónde y cuándo nacemos y todo lo demás en nuestra vida es injusto.

Hace unos años volví a la China continental y me encontré con mi hermano mayor. Él dijo, “Tienes el mayor mérito y el mejor karma entre nuestros hermanos.” En la niñez yo envidiaba su salud; ahora él envidia lo que ve como mi logro en la vida. Yo le dije, “Hermano, ¿cuántas horas duermes en la noche?” Él contestó, “De unas 6 á 8 horas.” y yo le dije, “No tengo su buena suerte o su buen karma. Sólo tengo unas 4 ó 5 horas para dormir en la noche.” Entonces, le pregunté a mi hermano, ¿Qué tipo de comida comes? y él dijo, “Verduras, tofu, zanahorias. etc., y a veces carne y pescado.” Yo dije, “No tengo tanta suerte. Sólo como tofu y verduras, nunca carne y mariscos.”

Entonces pregunté, “Hermano, ¿Con cuántas personas tienes que entrevistarte todos los días?” Él dijo, “No demasiadas. Mi familia es pequeña, y estoy jubilado. No tengo muchas cosas que hacer.” Yo le dije, “Todos los días tengo que entrevistarme con muchas, muchas personas. Otra vez, no tengo tu buen karma. Eso muestra que he venido al mundo para pagar mis deuda.” Después de que yo dijera estas cosas, mi hermano se sentía mucho mejor.

El domingo es un día libre, pero, ¡qué pena! Tengo que impartir una conferencia aquí. Efectivamente he venido al mundo para aceptar mi retribución kármica.

También nosotros hemos venido a este mundo para cumplir nuestras aspiraciones y votos. El “voto” en el Budismo es el compromiso o la promesa más fuerte que uno puede hacer.

Cada uno de nosotros tenemos aspiraciones y hemos hecho promesas, compromisos y votos. ¿No es verdadero eso?

Creo que cada uno aquí ha realizado compromisos y promesas para nosotros mismos y para los demás tanto en esta vida como en las vidas previas. Cuando yo hice el servicio militar en el ejército, hace muchos años, me gustaba mucho leer, pero no tenía dinero para comprarme libros. Un buen amigo mío me dijo, “Cuando tenga suficiente dinero, montaré una librería, así podrás tener todos los libros que quieras.” Yo estaba muy agradecido por lo que me dijo y recé la oración al Bodhisattva Avalokitesvara con la esperanza de que mi amigo pudiera tener éxito en montar su librería. Ambos hicimos compromisos. Mi amigo hizo el compromiso de montar una librería para que yo pudiera tener libros, y yo empeñaba mi ayuda a través de mi confianza en el Bodhisattva Avalokitesvara.

Él todavía no ha abierto la librería. Yo todavía sigo esperando. Quizás incluso en la próxima vida, me encontraré preguntándole a mi amigo, “¿Cuándo vas a abrir tu librería?” Tal vez él dirá, “Tú dijiste que irías a rezar oraciones al Bodhisattva Avalokitesvara por mi librería. Eso todavía no ha ocurrido y es tu culpa.”

¿Hemos hecho promesas que no cumplimos? Las personas enamoradas prometen todo tipo de cosas, pero las olvidan cuando se casan.

Cualquier compromiso no cumplido tendrá que ser oportunamente pagado. Nosotros entramos en el mundo para cumplir con nuestras obligaciones y pagar nuestras deudas. Los compromisos y votos que le adeudamos a alguien deben ser cumplidos.

Cuando la gente se aprovecha de usted o le hace sentir incómodo o descontento, no necesitas pensar, “Yo les adeudo a estas personas y tengo que pagarles en esta vida.” Considérelo de esta manera: “Yo prometí algunas cosas en una vida pasada, así que lo que yo sufro ahora cumple aquél compromiso.”

Hasta aquí, yo he hablado de afirmar el ego, nuestras metas, y ver el ego como es. Debemos entonces ser maduros, trascendernos y transformarnos a nosotros mismos de seres sensibles ordinarios a Bodhisattvas.

El proceso de madurar implica tanto dejar atrás la preocupación por el ego, como reorientarse a sí mismo hacia el beneficio de los demás. Entonces estarás dispuesto a soportar cualquier inconveniente, problema, sufrimiento y molestia por el beneficio de los demás. Para salvar a los seres sensibles del sufrimiento, como los budistas hacen el voto de hacer, requiere que den cualquier cosa que se necesite, sea tiempo, dinero, o todo tu esfuerzo. Cuando das, parece que pierdes algo. Un Bodhisattva no pone atención a la pérdida. Lo importante es la responsabilidad para ayudar a los demás seres sensibles.

Para abandonar voluntariamente su propio beneficio, el ayudar activamente y cuando es necesario sufrir por el bien de los seres sensibles es la correcta actitud. Cuando nuestras acciones en el interés de los demás son voluntarias, disminuye nuestro propio sufrimiento. Es cuando el sufrimiento y la molestia son involuntarios, que son muy difíciles de tolerar. Los que están en el Camino del Bodhisattva deben descuidar su propio beneficio, a pesar de la incomodidad o molestia que esto podría causar. Incluso si los seres sensibles a los que prestamos ayuda no expresan su agradecimiento, no tendremos arrepentimientos. Eso es la sabiduría y compasión, y el Camino del Bodhisattva.

La tercera y última etapa del desarrollo de acuerdo con el Chan es la liberación completa del ego. En ese momento, uno pasa del nivel del Bodhisattva a la Budeidad. Después de que hayamos dejado ir completamente al ego, devolvemos el beneficio de nuestra realización a la sociedad y al mundo. El beneficio personal ya no es preocupación. Nosotros ofrecemos todo, cualquier cosa que nos pertenezca y cualquier cosa que hayamos logrado para todos los seres en todas partes. No tenemos sensación de haber logrado o perdido nada. Los seres sensibles se beneficiaran de nuestros esfuerzos, pero no experimentamos pérdida o logro. Eso es el no-ego, la etapa de la profunda iluminación.

Si alcanzas la profunda iluminación, ya no necesitarás escucharme hablando de los puntos de vista sobre la vida, debido a que ya no tendrás un punto de vista de la vida. En el Chan, el punto de vista final y transcendente de la vida humana es el no punto de vista de la vida humana. Entonces, ¿qué hay allí para decir?

Tener un punto de vista de la vida es la condición de los seres sensibles ordinarios. Transcender esta idea es la condición de un ser profundamente iluminado. Tal persona tiene la capacidad de tratar con un problema inesperado o una tarea difícil que debe ser llevada a cabo.

Hay muchos koans Zen que ilustran este punto. En uno de ellos, un monje pregunta, “¿Cuál es el lugar donde no crece ni una brizna de hierba?” El maestro contestó, “Cuando estés afuera, cualquier lugar estará lleno de hierbas fragantes.” Y entonces añade, “Puedes recorrer el mundo entero, y no verás ninguna hierba fragante.” Yo podría reformular la pregunta como, “¿Cuál es el lugar donde no puedes ver ninguna brizna de hierba?” La respuesta es muy especial y puede parecernos bastante extraña. “No importa dónde mires, la hierba fragante está en cualquier lugar.” Seguido por, “Podrás caminar por todo el mundo, pero no verás ninguna hierba fragante.” Si todos los lugares están llenos de hierbas fragantes, entonces no las reconocerás o incluso no les dará un nombre. Por ejemplo, si cada ser sensible en el mundo es un perro, entonces no existe ninguna razón de llamar a cualquier ser “perro.” La realidad de la vida es evidente en todas partes. Es solo un tema de comprenderlo. Pero si buscas decididamente la realidad, no la encontrarás nunca.

Otro koan narra acerca de dos monjes Chan que estaban viajando, y pasan por un templo aislado y desierto. Uno de los monjes necesitaba orinar, así que él orinó en la sala del templo, delante de la estatua del Buda. El otro monje lo regañó: “Mira, el Buda está ahí. ¿Cómo puedes orinar aquí?” El primer monje dijo, “Dime dónde el Buda no está, y orinaré allí” El otro monje dijo: “Buda está en todas partes.” Entonces el primer monje dijo alegremente, “En ese caso, puedo orinar en cualquier lugar.”

Hablé de los cuatro niveles de visión o entendimiento de la vida humana, y de transcender estos puntos de vista. Espero que no estemos en el primer nivel, el nivel animal. Tal vez se reconocieron a sí mismos cuando hablé del nivel ingenuo, o el tercer nivel, el nivel de la sabiduría mundana de artistas, filósofos, etc. Todos deberíamos trabajar hacia el cuarto nivel, el punto de vista de la vida humana que se basa en la realidad última, y deberíamos hacer el voto de transcender finalmente la necesidad de un punto de vista de la vida humana. Vamos a esforzarnos para alcanzar ese voto.