La llave mágica para la presión
Por el Maestro Sheng Yen

Tengo un amigo cuyo pariente por sus deudas escapó al extranjero. Mi amigo se quedó en Taiwán. Sin embargo, como firmó juntos con sus parientes los documentos financieros, el acreedor confiscó todos sus ahorros y posesiones de sus familiares. Se le impidió también salir del país. Como le confiscaron compañía y casa, tuvo que trabajar para otra persona. Pero cada vez cuando mi amigo encontraba un trabajo, el acreedor lo descubría obligándole a utilizar su salario para pagar sus deudas.

Luego él vino a verme a contarme sus agravios, "Maestro, mi vida ha llegado al callejón sin salida. Ese hombre es demasiado detestable; Le quiero matar y me suicido después". Le aconsejé si le matas a él, vas a haber matado un hombre; si te suicidas después, eres responsble para dos vidas. Pensaba esto porque imaginaba que no tenia salida, puede estar pagando sus deudas por toda la vida. Recibió apoyo de sus amigos y no tiene que preocuparse de dónde vendrá su próxima comida. Le señalé que tiene buena suerte. Al mismo tiempo, traté de iluminarlo con los cuatro campos para cultivar la paz: la mente, el cuerpo, la familia y la actividad. Sus problemas no se resuelven todavía, pero ha vivido tranquilamente por varios años.

Algunas personas son más eficientes para aliviar sus presiones. Permiten que sus cerebros vuelven a comenzar después de filtrar los eventos posteriores a una charla con los amigos sabios y llegan a una resolución juntos. Aun hay algunas personas quienes van a expresar sus agravios uno con otro y salen para tomar juntos a estimular su valentía. Sus presiones se van a liberar en esta forma. Sin embargo, esto es sólo una forma de envenenar su espíritu. Después que nos despertamos de los tragos, la presión vuelve.

La mejor forma de arreglar con esto es tomar el consejo del budismo. No debemos resistir la presión, pero debemos bajarla y convertirla en polvo y ceniza. Como el hacer sombra de China, obteniendo mil monedas de oro por cuatro liangs. Utilizando la fuerza escasa podemos disolver naturalmente el peso de cien kilos. Al usar la profundidad a tratar con la realidad, al usar nada a tratar con la existencia. Si estamos en un estado de profundidad y nuestro oponente está en un estado de realidad y existencia, el último no puede aplicar su fuerza. Pero, ¿cómo podemos hacer esto en práctica?

Tenemos que enfrentarlo, aceptarlo, tratarlo y dejarlo salir. No importa qué circunstancias haya, debemos confrontarlas; No importa qué presiones, situaciones y crisis, no debemos eludirlos. Tenemos que aceptar que estas cosas pasan y no fingir que esto no está pasando. Además, tenemos que utilizar nuestros propios recursos, incluyendo nuestra sabiduría, experiencia, técnicas, capacidad física, tiempo y riqueza, así como los recursos de ambientes sociales y naturales a tratar con esto. Algunas personas tienen una abundancia de recursos mientras que los de otras son escasos. Hay problemas que se puedan resolver pero todavía existen después de ser resueltos. Aunque no podemos resolver un problema, por lo menos podemos mantener nuestras vidad intactas. Por consiguiente, debemos aprender dejarlo salir y no tomarlo muy en serio.

Más aún, no debemos ser abatidos, o sentir que no podemos levantar nuestras cabezas y tenemos que pasar nuestras vidas en el remordimiento perpetuo.

En cuanto a la clase obrera, ellos confrontan normalmente la presión del trabajo. Con el fin de aliviar estas tensiones, pueden aprender los pasos básicos de meditación. Podemos sentarnos por unos cinco a diez minutos, dejar nuestras cabezas un momento para filtrar los eventos y luego tratar con las situaciones molestas.

Cuando estamos angustiados, podemos equivocarnos fácilmente. En este momento, la meditación tranquila es la llave mágica. Podemos experimentar el respirar por cinco minutos. Esta no es la verdadera meditación budista pero aún es sumamente beneficiosa para nosotros. Al mismo tiempo, debemos dejarla salir y tratar de no pensar sobre los puntos muertos de nuestras vidas cuando la presión es enorme. No es aconsejable pensar que nos las arreglamos sólo, y debemos evitar la calculación interminable. De esta manera, nuestras presiones se pueden aliviar.